El triunfo del di¨¢logo social
El acuerdo nos debe guiar por la defensa de un trabajo digno y por la dignidad del trabajo
En estas segundas Navidades de la pandemia, uno de los mejores regalos que podemos hacer a nuestro pa¨ªs es que demostremos a Europa, y a nosotros mismos, que somos capaces de alcanzar acuerdos en las cuestiones esenciales que afectan al bienestar de nuestros conciudadanos. Una de ellas es el mercado de trabajo, el marco de relaciones laborales en el que personas trabajadoras y empresas deben convivir, que debe servir para robustecer la econom¨ªa espa?ola y redistribuir mejor la riqueza generada.
Por eso es un hecho tremendamente positivo que el Gobierno y las organizaciones que recoge la Constituci¨®n espa?ola en el art. 7 de su T¨ªtulo Preliminar, los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales, hayamos puesto en valor la concertaci¨®n social con un acuerdo hist¨®rico en el que por primera vez una reforma laboral sirve para recuperar derechos de las personas trabajadoras. Era in¨¦dito en nuestra democracia que una reforma de este calado consiguiese la aceptaci¨®n de todas las partes intervinientes en el Di¨¢logo Social. Este acuerdo, fruto de la concertaci¨®n, la negociaci¨®n y el equilibrio, se une a los seis sociales por la defensa del empleo, ASDE, los conocidos ERTE covid, y al pacto por la mejora y el sostenimiento de nuestro sistema p¨²blico de pensiones. Tambi¨¦n en este 2021 que despedimos se ha avanzado en materia de igualdad y en la dignificaci¨®n del SMI.
En Espa?a, desde la promulgaci¨®n de la norma laboral b¨¢sica en 1980, el Estatuto de los Trabajadores, se han ido sucediendo reformas, algunas traum¨¢ticas y especialmente ineficaces como la de 2012, en las que se ha ido desmantelando el derecho del trabajo, eliminando progresivamente las protecciones que este otorga a las personas que trabajan. Eso ha provocado temporalidad, casi el doble que nuestros socios europeos, y una lacerante precariedad. Padecemos un incremento alarmante de la tasa de poblaci¨®n en riesgo de pobreza y exclusi¨®n social, en la que se incluye un n¨²mero importante de personas ocupadas, que no nos podemos permitir ni como sociedad ni como pa¨ªs. A reducir la excesiva tasa de temporalidad y a eliminar la precariedad se han dirigido nuestros esfuerzos en la mesa de modernizaci¨®n del mercado de trabajo.
El ¨¦xito del di¨¢logo social, alcanzado el 23 de diciembre, debe de servir de faro al resto de la sociedad espa?ola porque demuestra que es posible superar la enquistada conflictividad y los elevados ¨ªndices de crispaci¨®n que lastran las enormes capacidades que tenemos como ciudadanos y como pa¨ªs. El acuerdo demuestra que es posible consensuar entre diferentes y allana el camino para que una cantidad importante de fondos europeos, 140.000 millones de euros, los llamados Next Generation EU, lleguen a Espa?a para ayudar a nuestras empresas y aut¨®nomos a reparar los da?os econ¨®micos y sociales causados por la pandemia.
Este resultado de la concertaci¨®n social sirve, tambi¨¦n, para construir futuro. El acuerdo nos debe guiar por la defensa de un trabajo digno y por la dignidad del trabajo. El trabajo debe convertirse en un elemento central de la econom¨ªa. Los interlocutores sociales nos debemos dotar de unas normas laborales que permitan la protecci¨®n de las personas trabajadoras en conjunci¨®n con los intereses empresariales. Este acuerdo logrado, que equilibra las partes que intervienen en la negociaci¨®n colectiva, constituye un hito important¨ªsimo en el avance hacia un sistema eficaz de relaciones laborales con rostro humano.
Debemos expresar nuestra satisfacci¨®n por este resultado hist¨®rico que nos marca el camino hacia nuevas negociaciones, nuevos acuerdos y nuevas mejoras para los trabajadores, para la econom¨ªa y para nuestro pa¨ªs.
Mariano Hoya Callosa es vicesecretario general de pol¨ªtica sindical UGT.
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