Nuevas guerras, nuevos efectos
El establecimiento de duras sanciones es un mecanismo importante en el que no se puede perder la unidad de acci¨®n.
Que buena parte de los conflictos militares modernos tienen detr¨¢s intereses y efectos econ¨®micos es de sobra conocido. Sin embargo, poco a poco, estas contiendas est¨¢n adquiriendo nuevas dimensiones con una complejidad estrat¨¦gica muy importante. Es algo m¨¢s que un toque de atenci¨®n para los responsables de las pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias. En el tira y afloja de las ¨²ltimas semanas, la baza de la UE y de Estados Unidos ha sido, principalmente, el establecimiento de sanciones. Por eso, las acciones m¨¢s castigadas ayer, en un d¨ªa aciago para los mercados, fueron las de empresas rusas. En el resto de plazas lo que se anticipa es un conflicto que aumentar¨¢ precios de energ¨ªa, costes de exportaci¨®n e incertidumbre sobre la prolongaci¨®n y alcance de la contienda.
Hay efectos nuevos, a veces desconocidos, pero que se cuentan entre los principales temores de eventos extremos o menos predecibles. Entre ellos, los de ciberataques. No puede pasarse por alto que Rusia inici¨® sus acciones sobre Ucrania colapsando sus sistemas de informaci¨®n institucionales y burocr¨¢ticos y sus principales empresas y bancos. Son los asedios del siglo XXI. El problema es que ahora hay que redoblar los esfuerzos de protecci¨®n porque esta es una guerra silenciosa que puede afectar a terceros. Hasta la fecha, este componente de pugna cibern¨¦tica no ha sido expl¨ªcitamente liderado por pa¨ªs alguno, aunque siempre se ha dicho oficiosamente que Rusia ha estado detr¨¢s de algunos de los m¨¢s importantes. Su ¡°oficializaci¨®n¡± puede ser uno de los siguientes problemas. En un mundo en el que casi todo est¨¢ interconectado, es un riesgo de primera magnitud.
Luego est¨¢n las graves consecuencias sobre la energ¨ªa. Rusia lo sabe. Es parte del verdadero ¨®rdago. Estados Unidos vigila y se siente ofendido por la acci¨®n de su gran rival del pasado siglo, pero la mayor parte del conflicto y de sus efectos se dejar¨¢n sentir en Europa, muy dependiente del gas ruso. Un problema grave en un momento delicado para la inflaci¨®n en el que los bancos centrales intentan no pisar demasiado el acelerador de las pol¨ªticas m¨¢s restrictivas (subida de tipos de inter¨¦s y retirada de est¨ªmulos) por miedo a descarrilar la recuperaci¨®n. El primer efecto, que ya ven¨ªa anticip¨¢ndose en las ¨²ltimas semanas, ha sido una subida del precio del crudo por encima de los 100 d¨®lares no vista desde 2014.
En t¨¦rminos comerciales, es cierto que muchos pa¨ªses (entre ellos, Estados Unidos) no dependen demasiado de las importaciones rusas. Sin embargo, tiene un enorme potencial desestabilizador para los precios de las principales mercanc¨ªas (commodities) y materias primas, algo que ya ha sido un problema considerable para las cadenas de suministros en los ¨²ltimos meses por la pandemia. Lo m¨¢s dif¨ªcil, tal vez, en t¨¦rminos de previsiones, es delimitar hasta qu¨¦ punto es un conflicto aislado o si Rusia ha encontrado un camino para hacer movimientos secuenciales. Por eso, el establecimiento de duras sanciones es un mecanismo importante en el que no se puede perder la unidad de acci¨®n. Uno de los peores escenarios para 2022 est¨¢ ahora ya en marcha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.