As¨ª son los transportistas que est¨¢n paralizando el pa¨ªs: ¡°Al precio que est¨¢ ahora el combustible nos cuesta dinero salir a trabajar¡±
Seis de los transportistas movilizados explican los motivos de las protestas
Las protestas del sector del transporte por el encarecimiento de los carburantes afecta a todo el pa¨ªs y amenaza con el desabastecimiento de materias primas en toda Espa?a. Los paros convocados por diferentes asociaciones de trasportes de mercanc¨ªas han vaciado estanter¨ªas de supermercados, golpeado negocios y han colapsado el centro de las ciudades donde manifestaciones y piquetes han visibilizado el grito un¨¢nime de un sector: ¡°Al precio que est¨¢ ahora el combustible nos cuesta dinero salir a trabajar¡±. EL PA?S pone cara a algunos de los transportistas que secundan las protestas. Todos coleccionan id¨¦nticos problemas.
¡°Yo tengo que mantener a mi familia¡±
Iv¨¢n Leal tiene 42 a?os, es hijo y nieto de transportista y lleva una semana con el cami¨®n parado. Este martes era uno de los miembros del piquete informativo que ha paralizado el Port de Barcelona. Leal es uno de los miembros de la Asociaci¨®n de Transportistas Portuarios Sintraport, una organizaci¨®n compuesta por m¨¢s de 800 aut¨®nomos especializados en el transporte de contenedores portuarios desde Barcelona a cualquier punto de Espa?a y Europa. ¡°No puede ser que nosotros cobremos las mismas tarifas que cobr¨¢bamos en 2008 y suban el precio del gasoil y no nos quejemos. Por eso estamos aqu¨ª. Por eso y por mi familia, porque yo tengo que mantener a mis hijos¡±, defiende Leal. El camionero lleva desde los 22 a?os trabajando 15 horas diarias sobre la cabina de su cami¨®n para llevar el alimento a casa.
¡°Los partidos pueden hacer lo que quieran, pero nosotros somos apol¨ªticos¡±
Junto a Leal, David Ordu?o, de 49 a?os, tambi¨¦n ataviado con un chaleco amarillo, informa a los compa?eros que intentan entrar a la zona portuaria. ¡°No est¨¢ saliendo ning¨²n cami¨®n lleno del puerto porque no estamos trabajando nadie. Solo vienen los asalariados, que tampoco est¨¢n cargando¡±, sostiene. Ordu?o sabe que ya se est¨¢ notando la presi¨®n de la protesta y tiene esperanza en que pronto acabar¨¢. ¡°Todos tenemos familia y todos tenemos que ganarnos la vida. Dicen que se ha incrementado el precio del transporte, pero nosotros no lo vemos en nuestras facturas. Enviar cada lata de estas [dice se?alando a los contenedores] de China a Barcelona costaba 3.000 euros hace a?os. Ahora, 15.000. Al consumidor seguro que le sale m¨¢s caro, pero a m¨ª me pagan exactamente lo mismo que me pagaban¡±, lamenta. Ordu?o tambi¨¦n se enganch¨® al volante con 22 a?os y quiere seguir trabajando subido al cami¨®n. ¡°El otro d¨ªa en una protesta vino un l¨ªder de Vox, pero que nadie se confunda, los partidos pueden hacer lo que quieran, pero nosotros somos apol¨ªticos. Solo queremos que se solucionen nuestros problemas¡±, sentencia.
¡°Es una verdadera ruina¡±
Andr¨¦s Larios, de 54 a?os, lleva todav¨ªa m¨¢s tiempo al volante. ¡°Hemos ido a muchas manifestaciones. Llevamos camiones que cuestan 120.000 euros y nos quer¨ªan hacerlos cambiar con la Zona de Bajas Emisiones. Fue la ¨²ltima vez que salimos a la calle¡±, recuerda. Larios es claro: ¡°Un transporte de Barcelona a Girona son 200 kil¨®metros, lo pagan a 265 euros, pero gastamos 35 litros cada 100 kil¨®metros, pago aut¨®nomos, las reparaciones del cami¨®n, gestor¨ªa¡ Es una verdadera ruina¡±.
Si en Barcelona la protesta de ayer fue protagonizada por una asociaci¨®n portuaria que paraliz¨® la instalaci¨®n mar¨ªtima, en Madrid una marcha lenta sali¨® del Pol¨ªgono de San Fernando de Henares hasta Getafe, colapsando todo el trayecto. Aunque eran pocas, hab¨ªa presencia de mujeres en las concentraciones.
¡°Me sale m¨¢s rentable quedarme aqu¨ª en el cami¨®n¡±
Mar¨ªa Delgado, de 38 a?os, empez¨® a trabajar como transportista hace ocho meses. Antes, hab¨ªa trabajado en la hosteler¨ªa, en una f¨¢brica de boller¨ªa, como t¨¦cnico de una ambulancia¡ Ahora es asalariada de una flota de 12 camiones y cobra 1.800 euros al mes. Duerme casi todos los d¨ªas en una cama plegable dentro de su cami¨®n. ¡°Me levanto, me visto y ya estoy en el trabajo. Me sale m¨¢s rentable quedarme aqu¨ª¡±, cuenta satisfecha.
A la penuria propia de la profesi¨®n suma otra por trabajar en un sector excesivamente masculinizado: ¡°Ir al ba?o en Madrid es muy complicado porque hay muy pocas ¨¢reas de descanso. Los hombres pueden hacerlo en cualquier lado¡±. Viaja por toda Espa?a, de noche y de d¨ªa, para cargar la mercanc¨ªa en puertos como el de Santander o Valencia. Dentro de los contenedores ha trasladado todo tipo de materiales, desde basura a los papeles con los que se fabrican los billetes. Secundar¨¢ el paro del sector en una profesi¨®n en la que solo lleva ocho meses trabajando.
¡°Mantener un veh¨ªculo es inviable¡±
Juan de la Moya, de 49 a?os, tambi¨¦n estaba este martes en la protesta de Madrid. Transporta ¨¢ridos desde las graveras de Toledo a las plantas de hormig¨®n de esa comunidad. Cada d¨ªa se levanta a las cinco de la ma?ana y recorre una media de 500 kil¨®metros diarios. El madrile?o tambi¨¦n particip¨® en la huelga derivada de la crisis de 2008. En ese momento era aut¨®nomo, pero hace tres a?os empez¨® a trabajar para una empresa de transportes. ¡°En vez de arruinarme, decid¨ª quitarme el cami¨®n. Mantener un veh¨ªculo es inviable¡±, sentencia. En un d¨ªa normal, calcula, puede gastar hasta 200 litros de gasolina, unos 300 euros. Y el cami¨®n factura solo 400.
¡°Mis padres no quer¨ªan verme subida a un cami¨®n, pero ahora se sienten orgullosos¡±
Soraya de Lucas de, 31 a?os, tambi¨¦n participa en la protesta de Madrid. Vive en Torrej¨®n de Ardoz y en su familia todos son camioneros. Hered¨® la empresa de su padre, creada en 1990, en la que ahora trabajan tambi¨¦n su hermano y su primo. ¡°Este mes seguro que tendremos p¨¦rdidas¡±. Nunca se ha planteado trabajar de otra cosa: ¡°Mis padres no quer¨ªan verme subida a un cami¨®n, pero ahora se sienten orgullosos¡±. Ella misma arregla las aver¨ªas y cambia las ruedas. Su cabina es, a la vez, su taller y su oficina.
La vida de estos seis transportistas es similar a la de los miles de camioneros que protestan en toda Espa?a y que exigen que tras la subida del precio del carburante ir a trabajar ¡°no cueste dinero¡±.
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