El dif¨ªcil equilibrio entre el ¡®boom¡¯ de las exportaciones agr¨ªcolas y la pobreza en Argentina
El aumento internacional del precio de los alimentos por la guerra de Ucrania augura un ingreso de divisas r¨¦cord para el pa¨ªs sudamericano, pero amenaza tambi¨¦n a los m¨¢s vulnerables
Desde que Rusia comenz¨® la guerra en Ucrania, a finales de febrero, el precio internacional del trigo y el ma¨ªz ha subido cerca de un 25%; el de la soja, un 5%. Para Argentina, uno de los grandes agroexportadores mundiales, supuso una entrada extraordinaria de divisas: en marzo, este sector aport¨® 2.984 millones de d¨®lares, el mejor registro para ese mes en lo que va de siglo, y roz¨® los 8.000 millones de d¨®lares en el primer trimestre, una cifra r¨¦cord que supone un 18% m¨¢s que el a?o pasado. Las proyecciones auguran que Argentina podr¨ªa llegar a ingresar hasta 10.000 millones de d¨®lares m¨¢s en esta campa?a que en la anterior y llegar a los 44.000 millones. Sin embargo, la buena noticia para el endeudado Estado argentino queda empa?ada por el impacto interno en un pa¨ªs donde casi cuatro de cada diez personas son pobres y la inflaci¨®n supera el 55% interanual. Bajo presi¨®n por la subida de los commodities en los mercados internacionales, los alimentos en el mercado interno han subido en marzo un 7,2%.
De cara a la pr¨®xima siembra, el aumento del precio internacional del trigo hace pensar que Argentina aumentar¨¢ la superficie cultivada de este cereal tan demandado. Sin embargo, los productores ponen en duda esa posibilidad. ¡°Argentina cultiva m¨¢s de seis millones de hect¨¢reas de trigo y se podr¨ªa ir a ocho, lo que significar¨ªa casi siete millones de toneladas extra y el ingreso de muchas m¨¢s divisas. A¨²n es un poco temprano para definirlo, pero no hay se?ales de que esto vaya a pasar¡±, dice el secretario de la Sociedad Rural Argentina, Carlos Odriozola. Para ¨¦l, ser¨ªa necesario que antes el Gobierno acompa?ase con incentivos que permitiesen bajar costos para que los agricultores optasen por el trigo.
¡°Hay mayores precios internacionales pero tambi¨¦n mayores costos, los m¨¢rgenes no aumentaron, de hecho est¨¢n por debajo del a?o pasado. Hay que mirar la pel¨ªcula completa para saber si se va a sembrar m¨¢s y no creo que sea necesariamente el caso¡±, coincide Emilce Terr¨¦, la jefa de de Estudios econ¨®micos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Entre los costos que se dispararon est¨¢n los fertilizantes ¡ªalgunos, como la urea, han triplicado su precio¡ª y los combustibles, que encarecen tanto la producci¨®n como la distribuci¨®n.
Los productores est¨¢n en plena cosecha de soja y ma¨ªz, los dos principales cultivos del pa¨ªs, pero el trabajo se ha visto obstaculizado desde el lunes por una huelga de transportistas que exigen cobrar m¨¢s debido a la subida del precio de los combustibles. Seg¨²n la empresa de log¨ªstica AgroEntregas, el mi¨¦rcoles ingresaron 13 camiones a los puertos del pa¨ªs, frente a los 4.500 que lo hicieron en la misma fecha un a?o antes.
La medida de fuerza ha ralentizado ya los embarques al exterior: en los ¨²ltimos tres d¨ªas dejaron de ingresar 450.000 toneladas de granos y hay cerca de medio centenar de buques varados a la espera de poder cargarlos. De extenderse varios d¨ªas m¨¢s, se paralizar¨¢ tambi¨¦n la producci¨®n de aceite y empezar¨¢ a faltar en los supermercados.
¡°[La huelga] provoca problemas de producci¨®n en las f¨¢bricas e incumplimientos de contratos con el exterior, con las graves consecuencias que ello implica para la reputaci¨®n del origen argentino y, como si ello fuera poco, tambi¨¦n corta el flujo de ingresos de divisas¡±, se?alaron desde la C¨¢mara de Puertos Privados Comerciales.
¡°Todo esto afecta a la matriz productiva, pero las mayores dificultades son las retenciones (impuestos a la exportaci¨®n), el desdoblamiento cambiario y la falta de previsibilidad¡±, se?ala Odriozola desde la Sociedad Rural Argentina. Por cada tonelada de ma¨ªz y trigo que se exporta, el Estado recauda el 12% de su valor. En el caso de la soja, la estrella del campo argentino, el impuesto asciende al 33%. A eso se le suma que los productores est¨¢n obligados a liquidar al valor oficial del d¨®lar (equivalente a 118 pesos), que es casi la mitad de la cotizaci¨®n paralela. De acuerdo a los c¨¢lculos de Odriozola, el productor agr¨ªcola argentino se queda con un tercio del valor de la materia prima que exporta.
Desde que el campo argentino gan¨® la pulseada librada contra el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner en 2008 por un nuevo impuesto que al final no se aplic¨®, muchos grandes productores se han convertido en duros opositores a los sucesivos gobiernos peronistas, a los que acusan de entorpecer su trabajo con medidas intervencionistas en vez de facilitarlo.
El enfrentamiento tiene dif¨ªcil soluci¨®n: Argentina depende del campo para mantenerse a flote. El expresidente Mauricio Macri, amigo del campo, elimin¨® algunos impuestos a las exportaciones agropecuarias y redujo otros al inicio de su mandato; m¨¢s tarde tuvo que dar marcha atr¨¢s porque no daban los n¨²meros.
En 2021, cuando el pa¨ªs creci¨® un 10,3% despu¨¦s de tres a?os de recesi¨®n, casi siete de cada diez d¨®lares que ingresaron por exportaciones fueron producto de la cadena agroindustrial. Este a?o, gran parte de la recaudaci¨®n extraordinaria que obtenga el Estado por los mayores precios internacionales de las materias primas desaparecer¨¢ despu¨¦s de pagar la abultada factura energ¨¦tica ¡ªpor las importaciones de gas y los subsidios¡ª y el aumento de las ayudas estatales con las que sobreviven millones de personas.
El acuerdo de reestructuraci¨®n de la deuda con el Fondo Monetario Internacional obliga al Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez a reducir los subsidios energ¨¦ticos, pero se expone a que crezca la conflictividad social. ¡°La situaci¨®n social se agrava d¨ªa a d¨ªa¡±, subray¨® el referente del Polo Obrero Eduardo Belliboni este mi¨¦rcoles en medio de la multitudinaria movilizaci¨®n de organizaciones sociales y partidos de izquierda en el centro de Buenos Aires. ¡°La bronca crece y se hace carne en la gente. No puede ser que la crisis la paguen los que menos tienen¡±, advirti¨®.
Los alimentos subieron un 7,2% en marzo respecto a febrero, y cuestan casi el 60% m¨¢s que un a?o atr¨¢s. Productos b¨¢sicos como el pan han visto incrementado su valor m¨¢s de un 70% y las organizaciones sociales pelean por fondos que permitan al menos comprar la canasta b¨¢sica, cada vez m¨¢s inaccesible. Una pareja con dos hijos y vivienda propia necesitaba en febrero casi 84.000 pesos (711 d¨®lares al valor oficial) para no caer bajo la l¨ªnea de la pobreza. El sueldo m¨ªnimo en Argentina es de 33.000 pesos (280 d¨®lares al cambio oficial), as¨ª que ni siquiera la suma de dos trabajos precarios es garant¨ªa suficiente para adquirir bienes b¨¢sicos como alimentos, ropa y medicinas.
El kirchnerismo desde dentro del Gobierno y las organizaciones sociales y los partidos de izquierda, desde fuera, piden un mayor esfuerzo al campo para sortear este nuevo temporal. Los productores y el resto de la oposici¨®n se oponen con firmeza.
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