Los acreedores de Celsa reclaman cambiar deuda por el 49% del capital
Los fondos hacen una propuesta que valora el grupo metal¨²rgico en 1.000 millones de euros
Los fondos oportunistas que controlan la mayor parte de la deuda del grupo metal¨²rgico Celsa quieren entrar en el capital y controlar el 49% de sus acciones a trav¨¦s de una transformaci¨®n de deuda participativa en acciones. Es el principal punto de la contrapropuesta que han hecho llegar este domingo a la compa?¨ªa, despu¨¦s de que hace dos semanas la empresa propiedad de la familia Rubiralta les trasladara la suya: la exigencia de que los fondos ejecutaran quitas del 50% sobre los 2.400 millones de deuda que fueron comprando a la banca durante 2017 y 2018 con grandes descuentos. Las posiciones est¨¢n alejadas y el calendario apremia. De no haber acuerdo, la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo industrial del Estado, no aprobar¨¢ la inyecci¨®n de 550 millones de euros en forma de cr¨¦ditos, una ayuda que tiene como fecha l¨ªmite el 30 de junio. A partir de ah¨ª la Comisi¨®n Europea cerrar¨¢ la ventana a las ayudas empresariales para mitigar el impacto del coronavirus.
La propuesta ha sido remitida este mismo domingo a la compa?¨ªa, se?alan fuentes pr¨®ximas a los fondos. En esta se defienden los t¨¦rminos de las ayudas de la SEPI, pero los fondos implicados, que controlan el 90% de los 2.400 millones de euros de deuda que no est¨¢ en manos de la banca, exigen un cambio sustancial respecto a la voluntad de los Rubiralta. Sustituir¨ªan los 1.200 millones de la deuda subordinada por 700 millones de euros de instrumento subordinado (que quedar¨ªa fuera del balance y no consumir¨ªa caja) y el resto, 500 millones de euros, lo convertir¨ªan en un paquete equivalente al 49% de las acciones ordinarias. La familia propietaria mantendr¨ªa el 51% del capital y el control de la compa?¨ªa, que con esta propuesta queda valorada en 1.000 millones de euros.
Con esta reclamaci¨®n queda claro que Celsa y fondos como Attestor, Golden Tree, Sculptor, CVC o Cross Ocean est¨¢n en las ant¨ªpodas respecto a la visi¨®n que tienen para salir de una situaci¨®n compleja. Fuentes conocedoras de las discusiones advierten que la SEPI ha pedido premura para alcanzar un acuerdo porque quedan todav¨ªa muchos tr¨¢mites por hacer para cerrar los 550 millones de euros y el cr¨¦dito deber¨ªa ser aprobado como muy tarde por el Consejo de Ministros el pr¨®ximo 28 de junio. Los fondos solicitaron la semana pasada m¨¢s tiempo para poder negociar e incluso han pedido poder estar en las conversaciones que Celsa mantiene directamente con la SEPI, que ha reclamado un proceso de desapalancamiento para sacar adelante la operaci¨®n.
Los fondos desoyen totalmente la petici¨®n de Celsa, que ve¨ªa l¨®gica una renuncia de 1.100 de los 2.400 millones de euros de deuda por parte de los acreedores al considerar que esos paquetes se adquirieron con descuentos de entre el 20% y 25% para el tramo senior (actualmente de 800 millones de euros) y de hasta el 80% por 1.400 millones de la parte convertible. La familia Rubiralta considera que la petici¨®n del total de la deuda en libros podr¨ªa ser considerada ¡°usura¡± y por ello lleg¨® a presentar una demanda antes de la pandemia.
La propuesta representa todo lo contrario, ya que los acreedores quieren hacen valer el 100% de la deuda convertible del gigante espa?ol del acero. Lo que proponen es simplemente cambiar su formato y convertir una parte en instrumento subordinado, que no ser¨ªa considerado deuda, y el resto en capital social. Los fondos defienden que si se acepta su propuesta, el acuerdo puede cerrarse muy r¨¢pido. Por contra, las mismas fuentes advierten que el impago de la deuda convertible en el que ha ca¨ªdo Celsa podr¨ªa acabar con la asunci¨®n del 100% de las acciones del grupo.
Los Rubiralta, convencidos de que el grupo ha hecho todas las inversiones necesarias para iniciar una nueva etapa marcada por el reciclaje de materiales y la electrificaci¨®n, entienden que su pol¨ªtica de reinversi¨®n y de no reparto de dividendos es la mejor se?al de su compromiso y su sacrificio en pos de la compa?¨ªa. Por ello, entend¨ªan, pod¨ªan reclamar a los fondos que rebajaran la deuda hasta niveles pr¨®ximos a lo que pagaron por ella y, por ello, se compromet¨ªan a inyectar 50 millones de euros para capitalizar la compa?¨ªa.
La entrada de la SEPI en el juego lo cambia todo. El organismo dependiente del Ministerio de Industria se juega ahora la mayor de las ayudas que ha dado en los ¨²ltimos meses a empresas que han sufrido un bocado en sus ingresos a causa de las crisis econ¨®mica surtida de la pandemia. Dar¨¢ a Celsa un total de 550 millones de euros por dos v¨ªas: un cr¨¦dito convertible en acciones de 280,5 millones de euros a pagar en siete a?os y al que ha de dar el benepl¨¢cito Bruselas y otro ordinario de 275 millones. Pero la SEPI se asegurar¨¢ durante esos siete a?os del cr¨¦dito convertible poder de veto sobre decisiones de la empresa para evitar que se puedan vender activos que pongan en riesgo la viabilidad del grupo.
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