No tropezar dos veces con la misma piedra
El problema ahora es la deuda p¨²blica y el d¨¦ficit p¨²blico. Nuestra prima de riesgo est¨¢ lejos de zona de peligro, pero es necesario recordar 2012 para no caer en los mismos errores
Hace diez a?os se convoc¨® un Eurogrupo extraordinario con un ¨²nico punto del d¨ªa; Espa?a solicitaba un rescate de 100.000 millones de euros, el 10% del PIB. Las causas del problema empezaron mucho antes. Espa?a con la peseta era un pa¨ªs con alta inflaci¨®n e inestable y sin acceso a los mercados de capitales internacionales. La entrada en el euro en 1999 nos permiti¨® acceder a los mercados financieros a plazos y a tipos de inter¨¦s similares a los de los alemanes.
Nuestro pa¨ªs se sum¨® a Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca y Australia montando una burbuja inmobiliaria, asociada a un boom de cr¨¦dito, financiado con ahorro exterior. Nuestra deuda externa se triplic¨® en una d¨¦cada, pasando del 30% al 90% del PIB. El endeudamiento fue privado, ya que el Estado aprovech¨® el fuerte crecimiento de los ingresos p¨²blicos para tener super¨¢vits fiscales y bajar la deuda p¨²blica neta al 25% del PIB. Pero el Gobierno alent¨® las expectativas de burbuja inmobiliaria asoci¨¢ndolo al Espa?a va bien de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Y colabor¨® en la din¨¢mica de desequilibrios con un crecimiento nominal del gasto p¨²blico entre 1999 y 2007 del 8% de promedio anual, muy por encima del crecimiento potencial nominal de la econom¨ªa espa?ola.
En el verano de 2007 los mercados de capitales internacionales colapsaron y el flujo de financiaci¨®n se cort¨® de golpe. Aquello provoc¨® un aterrizaje brusco de la econom¨ªa espa?ola que se vio agravado en 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers y la Gran Recesi¨®n. En 2009, Grecia comenz¨® a tener problemas para financiar su deuda p¨²blica. Una p¨¦sima gesti¨®n de la Uni¨®n Europea y del BCE puso en cuesti¨®n la sostenibilidad de la moneda ¨²nica europea.
Los inversores empezaron a temer que varios pa¨ªses salieran del euro y redenominar¨¢n sus deudas en una nueva moneda, provocando p¨¦rdidas equivalentes a la depreciaci¨®n que se produjera. Tras Grecia el contagio lleg¨® a Irlanda y despu¨¦s a Portugal. En el verano de 2011 estuvo a punto de llegar a Italia, pero la dimisi¨®n de Berlusconi y la llegada de Draghi al BCE lo evit¨®.
El 30 de diciembre de 2011, el Tesoro P¨²blico espa?ol ten¨ªa 30.000 millones de liquidez disponible en el Banco de Espa?a. Como reconoci¨® Luis de Guindos, el ministro de Econom¨ªa, que solicit¨® y firm¨® el memor¨¢ndum del rescate, en su ¨²ltimo libro; en julio de 2012 no hab¨ªa dinero para pagar las pensiones y el sueldo de los funcionarios del siguiente mes. ?Qu¨¦ sucedi¨® en esos seis meses?
El Gobierno del PP aprob¨® un decreto que obligaba a los bancos a reconocer p¨¦rdidas en sus cr¨¦ditos dudosos a promotores inmobiliarios que llevaban a Bankia, presidida por el ministro de Finanzas durante el inicio de la burbuja, a la quiebra. El Gobierno se neg¨® a intervenir la entidad y provoc¨® una fuga masiva de dep¨®sitos y de capitales que desangr¨® a la econom¨ªa espa?ola y forz¨® el rescate financiero. Tras el rescate llegaron las subidas de impuestos, los recortes y la crisis social e institucional que a¨²n no hemos superado.
En 2012 la deuda p¨²blica era del 75%, ahora estamos pr¨®ximos al 120% del PIB. La diferencia es que ahora el BCE ha comprado 600.000 millones, el 40% de nuestra deuda p¨²blica. Pero ya han anunciado que en septiembre dejar¨¢ de comprar. La deuda privada se ha reducido significativamente y los bancos est¨¢n capitalizados. El problema ahora es la deuda p¨²blica y el d¨¦ficit p¨²blico estructural. Nuestra prima de riesgo est¨¢ lejos a¨²n de zona de peligro. Pero es necesario recordar 2012 para no tropezar de nuevo con la misma piedra.
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