El coste humano del rescate bancario
Las medidas para salvar el sistema financiero pasaron por encima de los desahuciados que perdieron sus hogares y de los ahorradores con preferentes
Las elevadas cifras del coste del rescate bancario no deber¨ªan eclipsar el inmenso sacrificio que, para millones de personas, significaron las dr¨¢sticas medidas del Memorando de Entendimiento (MoU) de 2012 acordado por el Gobierno del PP y la UE. Dos colectivos salieron especialmente perjudicados. El rescate pas¨® por encima de los desahuciados que perdieron sus hogares y de los que fueron despojados de una parte vital de sus ahorros mediante las preferentes y obligaciones subordinadas. En la mayor¨ªa de estos casos se trataba de personas humildes y con escasos conocimientos.
El rescate bancario no adopt¨® ninguna medida para proteger a las familias expulsadas injustamente de sus casas. Hasta 2013, se permit¨ªa legalmente iniciar la ejecuci¨®n hipotecaria por el impago de un solo recibo mensual de la hipoteca. Unas leyes que la UE oblig¨® a reformar. Las consecuencias fueron una verdadera cat¨¢strofe humana. El drama de los desahucios ha sido certificado por Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); Banco de Espa?a (2012 -2015); Instituto Nacional de Estad¨ªstica, a partir de 2013, y Colegio de Registradores. La participaci¨®n de distintos organismos y numerosos estudios han perfeccionado los c¨¢lculos. Seg¨²n el CGPJ, entre 2008 y 2021 los juzgados recibieron 755.150 procedimientos de lanzamientos (¨®rdenes de desalojo). Desde 2013 la cifra incluye tanto casos de impago de la hipoteca como del alquiler. Un estudio de la Universidad de M¨¢laga indica que se realizan el 63% de lanzamientos recibidos. Con este criterio, la cifra tambi¨¦n ser¨ªa elevad¨ªsima: 475.744.
Estados Unidos en octubre de 2008 respondi¨® a la crisis financiera con el programa TARP. De los 700.000 millones de d¨®lares autorizados se desembolsaron 444.000 millones. La mayor parte destinados a los bancos (313.000) y autom¨®vil (80.000 millones). Pero tambi¨¦n se incluyeron 31.500 millones de d¨®lares para ayudar a los propietarios de viviendas en riesgo de desahucio.
Otro colectivo directamente perjudicado fueron los ahorradores con preferentes. Hay que tener en cuenta que en 2009, el a?o posterior a la crisis, cuando los bancos ya no pod¨ªan captar capital porque los inversores sab¨ªan lo mal que estaban, las entidades colocaron a sus clientes menos informados 16.000 millones de euros de estos productos. Los preferentistas fueron los primeros paganos de la crisis bancaria (aportaron entre 13.000 y 14.750 millones), seg¨²n fuentes oficiales. Sufrieron quitas de entre el 30% y 90% de sus ahorros, a pesar de que regulaci¨®n europea de estos aspectos no entr¨® en vigor hasta 2016.
Los italianos con este tipo de productos fueron m¨¢s afortunados. El Gobierno de Roma logr¨® que la UE permitiera compensar a los ahorradores a quienes hab¨ªan ¡°malvendido¡± estos productos sin la informaci¨®n adecuada. Hay aspectos del rescate que siguen vivos. Muchos desahuciados no han logrado restablecerse y el Tribunal Supremo sigue dictando sentencias sobre preferentes y subordinadas.
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