La UE pone coto a la jungla de las criptomonedas
La Euroc¨¢mara y el Consejo pactan acabar con las transferencias an¨®nimas y aspiran a establecer los est¨¢ndares globales para la regulaci¨®n de las monedas digitales
La Uni¨®n Europea ha decidido poner coto a la ley de la jungla que impera en el reino digital e inasible de las criptomonedas. El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE (el ¨®rgano que representa a los 27 Gobiernos) han alcanzado este mi¨¦rcoles a ¨²ltima hora un acuerdo pol¨ªtico que pondr¨¢ fin al anonimato en las transacciones con estas divisas. La medida, que a¨²n requiere una ratificaci¨®n formal para entrar en vigor, pondr¨¢ las cosas un poco m¨¢s dif¨ªciles a los delincuentes que usan los criptoactivos como veh¨ªculo de pago para actividades il¨ªcitas; hasta ahora, estos et¨¦reos movimientos financieros quedaban fuera del marco legal de la lucha contra el blanqueo de capitales.
La medida acordada es solo el aperitivo de un final fren¨¦tico de la presidencia francesa de la Uni¨®n, que ha llevado la batuta comunitaria en los primeros seis meses del 2022. Antes de que se convierta en calabaza su mandato, este mismo jueves a medianoche, la presidencia gala pretende que la Euroc¨¢mara y el Consejo lleguen tambi¨¦n a un acuerdo sobre el largamente negociado Reglamento para el Mercado de Criptoactivos (MiCA, por sus siglas en ingl¨¦s), con el cual la UE aspira a convertirse en una de las primeras jurisdicciones del mundo en contar con un marco normativo completo para este sector, con el potencial de establecer de este modo los est¨¢ndares globales.
La primera de las regulaciones, pactada este mi¨¦rcoles entre los ¨®rganos colegisladores de la UE, introduce una reforma en el Reglamento de Transferencia de Fondos (TFR por sus siglas en ingl¨¦s) que obligar¨¢ a los proveedores de servicios de criptomonedas como Binance o Coinbase a identificar al emisor y receptor de cada movimiento. Estas plataformas de intercambio son las que hacen posible comprar criptoactivos mediante un pago en dinero convencional, venderlos y recibir dinero a cambio y realizar transferencias entre usuarios. La medida trata de extender a estos flujos, cubiertos bajo un manto de anonimato, los requisitos de informaci¨®n sobre clientes que ya imperan en los movimientos convencionales, de modo que se garantice su trazabilidad.
¡°Suceder¨¢ igual que con una transferencia bancaria¡±, explica al tel¨¦fono el eurodiputado verde Ernest Urtasun, ponente del informe del Parlamento Europeo sobre la legislaci¨®n y uno de los negociadores del dosier por parte de la Euroc¨¢mara. ¡°Las transferencias de criptoactivos vinculadas con actividades criminales se han movido sin ser detectadas por las autoridades y su uso por organizaciones criminales y para el blanqueo se ha incrementado¡±, a?ade. ¡°Ahora, todas estas transacciones efectuadas mediante un proveedor de servicios deber¨¢n ir acompa?adas de la informaci¨®n real del beneficiario y del ordenante. Es una pieza fundamental para acabar con el salvaje oeste del mercado de criptoactivos¡±.
Se trata de una jungla global que a¨²n se encuentra en pa?ales. El bitcoin, la primera criptomoneda en coger tracci¨®n, naci¨® de una f¨®rmula matem¨¢tica y un chispazo digital en 2008 al calor de la gran debacle financiera. Ocurri¨® mes y medio despu¨¦s de la ca¨ªda de Lehman Brothers, casi un s¨ªmbolo revolucionario y libertario contra el control de los bancos centrales y los gobiernos en tiempos de penurias econ¨®micas.
Casi 14 a?os m¨¢s tarde, circulan unas 20.000 criptomonedas diferentes por el mundo, seg¨²n la compa?¨ªa de an¨¢lisis Coinmarketcap; algunas incluso son acu?adas por Estados y su capitalizaci¨®n total ronda los 900.000 millones de d¨®lares (855.300 millones de euros). El bitcoin, que naci¨® sin otro valor que el que sus usuarios quisieran darle, se cambia hoy a m¨¢s de 19.000 euros, aunque lleg¨® a superar los 56.000 euros en noviembre.
La industria de las criptomonedas vive en estos momentos una crisis vol¨¢til e impredecible, a la que contribuyen los fiascos de iniciativas como Luna/UST (con m¨¢s de 40.000 millones evaporados) y Celsius Network (11.000 millones en fondos de clientes congelados por falta de liquidez). La empresa estadounidense Chainalysis, l¨ªder mundial en peritaje y an¨¢lisis forense de blockchain, estima que unos 11.000 millones de d¨®lares (unos 9.700 millones de euros) en criptoactivos estaban en manos de delincuentes en 2021.
La normativa aprobada pretende a?adir certezas a este sector. Y aunque en un principio la Comisi¨®n Europea habr¨ªa propuesto un umbral m¨ªnimo de 1.000 euros a partir del cual se volv¨ªa obligatorio recabar informaci¨®n del beneficiario y el ordenante de las transferencias, finalmente la exigencia se aplicar¨¢ sobre todos los movimientos con independencia de la cuant¨ªa. De esta forma se persigue evitar, entre otras cosas, el llamado pitufeo, mediante el cual las organizaciones criminales trocean las operaciones para encubrir otras m¨¢s grandes.
Uno de los puntos m¨¢s complicados de negociar han sido las llamadas ¡°unhosted wallets¡± o carteras no alojadas, que los usuarios albergan de forma privada y gestionan directamente, sin necesidad de los proveedores de servicios. Mientras el Parlamento reclamaba que todas las operaciones que involucren este tipo de carteras est¨¦n sometidas a verificaci¨®n de la identidad real de los usuarios, el Consejo ped¨ªa que se intensifiquen las medidas de verificaci¨®n solo cuando estas interact¨²en con proveedores de servicios.
La segunda normativa, que se negocia este jueves a contrarreloj, es el llamado reglamento MiCA. Con ¨¦l la UE busca armonizar el r¨¦gimen aplicable a los emisores de estas monedas digitales y a las plataformas de intercambio; establece a la Autoridad Bancaria Europea como supervisor ¨²nico para las llamadas ¡°monedas estables¡± de tama?o y riesgo significativo en la UE; e impone el principio de responsabilidad mediante el cual se busca la protecci¨®n de los usuarios ante fraudes, filtraciones de datos o fallos del sistema. Se trata de una normativa completa que incluso prev¨¦ un r¨¦gimen sancionador.
Pero no todo est¨¢ cerrado en la negociaci¨®n y, mientas el tiempo se agota, los equipos tratan tambi¨¦n de ponerse de acuerdo en torno a los requisitos ambientales para los emisores de criptomonedas: el consumo energ¨¦tico mundial por el minado de las divisas digitales, una actividad que requiere de una poderosa capacidad de computaci¨®n, ha llegado a superar en determinados picos extremos incluso a Estados como Pa¨ªses Bajos, seg¨²n The New York Times.
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