Uber espi¨® a los taxistas y busc¨® usar en su favor las protestas: ¡°Ser¨ªa muy potente tener fotos de la violencia en Barcelona¡±
La empresa trat¨® de utilizar los actos de vandalismo de taxistas contra sus coches para forzar un cambio legislativo y operar en Espa?a. Intent¨® mantener la ¡°narrativa de la violencia¡± en toda Europa
En octubre de 2014, los focos de la actualidad estaban en las calles de Barcelona y de Madrid. Miles de taxistas se rebelaban contra la primera brecha en el monopolio de su sector, la llegada de Uber, cuyos coches negros hab¨ªan empezado a circular sin pedir permisos y sin licencias. Los directivos de la compa?¨ªa tambi¨¦n observaban de cerca esas protestas. Mostrarse como v¨ªctimas de la pugna era clave para conseguir convencer a la opini¨®n p¨²blica: ¡°Ser¨ªa muy potente tener fotos de violencia en Barc...
En octubre de 2014, los focos de la actualidad estaban en las calles de Barcelona y de Madrid. Miles de taxistas se rebelaban contra la primera brecha en el monopolio de su sector, la llegada de Uber, cuyos coches negros hab¨ªan empezado a circular sin pedir permisos y sin licencias. Los directivos de la compa?¨ªa tambi¨¦n observaban de cerca esas protestas. Mostrarse como v¨ªctimas de la pugna era clave para conseguir convencer a la opini¨®n p¨²blica: ¡°Ser¨ªa muy potente tener fotos de violencia en Barcelona, de esta semana y tambi¨¦n de otros incidentes¡±, escrib¨ªa el 23 de octubre el director de Pol¨ªticas P¨²blicas de Uber para Europa, Oriente Medio y ?frica, Mark MacGann, en un correo electr¨®nico dirigido a los encargados de desarrollar las medidas de presi¨®n para lograr una legislaci¨®n favorable a sus intereses. D¨ªas antes, para hacer frente a las protestas en Madrid, parte de esta estrategia hab¨ªa pasado por contratar a una empresa de espionaje para descubrir las debilidades de los taxistas.
Los correos que acreditan esta forma de operar son parte de los Uber Files, una investigaci¨®n period¨ªstica que analiza m¨¢s de 124.000 archivos internos de Uber, la compa?¨ªa estadounidense que ofrece coches con conductor a trav¨¦s de una app. La documentaci¨®n abarca el periodo entre 2013 y 2017 y ha sido filtrada al diario The Guardian, que la ha compartido con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ) y con sus medios colaboradores, EL PA?S y La Sexta en Espa?a.
En Espa?a, Uber sopes¨® que presentarse como perjudicado ayudar¨ªa a que las autoridades dieran luz verde a una actividad que, como en el resto de Europa, iniciaron con una pol¨ªtica de ¡°hechos consumados¡± que fue su santo y se?a. En ese convulso oto?o en Barcelona, cuando la presi¨®n de los taxistas expuls¨® a Uber del patrocinio de un evento, Carles Lloret, entonces director general de Uber en Espa?a, ve¨ªa algo positivo en el incidente: ¡°La buena noticia es que este tipo de situaciones, especialmente cuando aparecen en la prensa, arroja luz sobre la mafia que existe en el sector del taxi en Espa?a y probablemente mejora nuestros apoyos¡±.
El caso espa?ol no es anecd¨®tico, sino un ejemplo de la forma de operar en Europa en las mismas fechas: ¡°Tenemos que mantener viva la narrativa de la violencia durante unos d¨ªas¡±, escrib¨ªa un directivo de la empresa en Pa¨ªses Bajos mientras planeaba la estrategia de cara a la prensa durante las protestas de los taxistas locales. Igual que en B¨¦lgica: ¡°Tenemos que usar esto a nuestro favor(...) la violencia en Francia ha llevado la cuesti¨®n al ¨¢mbito regulatorio¡±.
¡°La violencia es garant¨ªa de ¨¦xito¡±, se lee en una conversaci¨®n de WhatsApp sobre las protestas en Francia entre Travis Kalanick, fundador y CEO de Uber hasta 2019, una directiva de la compa?¨ªa y el lobista Mark McGann. Un directivo que ha hablado con los medios de esta investigaci¨®n ha confirmado que existi¨® una estrategia interna para explotar la violencia. ¡°Los ejecutivos de la compa?¨ªa estaban sentados en sus despachos en San Francisco, la gente que estaba siendo atacada en la calle era la que ten¨ªa la valent¨ªa de conducir para Uber¡±, recuerda, pidiendo el anonimato. Y a?ade: ¡°Travis (Kalanick) cre¨ªa que tambi¨¦n los conductores ten¨ªan que protestar (...) para hacerles levantar para lo que ellos quer¨ªan y naturalmente cumplir con los objetivos de Uber¡±. Un portavoz de Kalanick, por su parte, defiende que el entonces CEO ¡°nunca sugiri¨® que Uber deb¨ªa sacar ventaja de la violencia a expensas de la seguridad de los conductores¡±.
MacGann, que ped¨ªa fotos de la violencia en Barcelona, necesitaba las im¨¢genes porque preparaba un encuentro con Robert Madelin, director general de Connect, un ¨¢rea de la Comisi¨®n Europea dedicada a la tecnolog¨ªa y la econom¨ªa digital. La petici¨®n de material gr¨¢fico se traslad¨® a Burson-Marsteller, una de las agencias de relaciones p¨²blicas empleadas por Uber. ¡°Estamos trabajando en la cobertura internacional sobre este tema y reuniendo fotos y v¨ªdeos que muestran la violencia de los taxistas que pueden ser de utilidad¡±, escribi¨® uno de ellos. Recibido el material, MacGann pidi¨® imprimirlo en color ¡°con las im¨¢genes de violencia en la portada del archivo¡± que iba a entregar a la Comisi¨®n.
Eran los d¨ªas en que el taxi estallaba contra Uber. Barcelona era entonces la ¨²nica ciudad donde hab¨ªa logrado una implantaci¨®n m¨¢s amplia tras empezar a circular, sin amparo legal, en el mes de abril. La plataforma ?lite Taxi inici¨® una campa?a de presi¨®n y capitane¨® una manifestaci¨®n que congreg¨® cientos de taxistas en las calles. Tras la protesta, varios coches particulares que prestaban servicio para Uber aparecieron con destrozos o calcinados. La empresa difundi¨® un comunicado p¨²blico: ¡°Estos actos de violencia no pueden estar nunca justificados en una democracia¡±.
Alberto Tito ?lvarez estuvo al frente de aquellas protestas, y sigue est¨¢ndolo, aunque el reciente decreto sobre VTC (Veh¨ªculos de Transporte con Conductor) del Gobierno catal¨¢n limita mucho su actividad y blinda al taxi. ?lvarez defiende las t¨¢cticas de hostigamiento empleadas contra Uber: ¡°Hab¨ªa que dar ca?a, crear conflicto. No se iba a tocar a ning¨²n conductor, pero hab¨ªa que quemar coches y no dejarles trabajar¡±, afirma. ¡°La pol¨ªtica de Uber fue entrar a saco y hacer lo que les daba la gana¡±. En 2014, el Ayuntamiento de Barcelona inici¨® una campa?a de multas, mientras que la Generalitat orden¨® el cese de la actividad tras abrir expedientes sancionadores.
Espionaje en Madrid
Los correos electr¨®nicos de Uber Files revelan que, en Madrid, Uber contrat¨® a una empresa de investigaci¨®n estadounindense para husmear en las interioridades de la Asociaci¨®n Madrile?a del Taxi (AMT), que representa a la parte empresarial del sector y reun¨ªa entonces a medio millar de propietarios de m¨¢s de una licencia. Si ?lite Taxi fue el azote de Uber en las calles de Barcelona, la AMT fue su pesadilla en los tribunales de Madrid.
Uber encarg¨® una investigaci¨®n que le permitiera identificar a las personas clave de la AMT, pero sobre todo sus ¡°fuentes de financiaci¨®n¡±, sus ¡°conexiones pol¨ªticas¡± y cualquier ¡°informaci¨®n relevante de tipo peyorativo¡±, seg¨²n consta en el correo que la empresa de investigaci¨®n remiti¨® a Uber con un informe sobra los taxistas. Los investigadores se?alan que las declaraciones p¨²blicas de responsables de la asociaci¨®n eran parte de una estrategia para presentarse como ¡°desvalida¡± y v¨ªctima. ¡°Est¨¢ pensada para presentarse como los que llevan las de perder¡±. El informe recuerda que el ente forma parte de una ¡°oposici¨®n m¨¢s amplia¡± que est¨¢ ¡°suficientemente financiada e incentivada para dar la batalla en los tribunales a largo plazo¡±. Los investigadores tambi¨¦n hacen notar la gran cantidad de asociaciones en torno al mundo del taxi y apuestan por ¡°explotar posibles fracturas entre los grupos¡±.
Los resultados fueron remitidos en diciembre de 2014. El d¨ªa 9 de ese mes, un juez acord¨® que, de forma cautelar, cesaran las actividades de la plataforma en todo el territorio nacional. Unas semanas despu¨¦s, dict¨® el cierre de su p¨¢gina web. Todo fue consecuencia de la demanda presentada por la Asociaci¨®n Madrile?a del Taxi, que decidi¨® acudir a la v¨ªa judicial porque ni la presi¨®n en la calle ni ante la administraci¨®n funcion¨®. ¡°Cuando hablamos con la Consejer¨ªa de Transportes para que tomaran cartas en el asunto, se pusieron de perfil. Nadie mov¨ªa nada¡±, explica Ram¨®n Garc¨ªa, vicepresidente de la AMT.
Garc¨ªa recuerda que supieron de la existencia de Uber por la propia publicidad de la compa?¨ªa. ¡°Entraron como elefante en cacharrer¨ªa y tuvimos que defendernos¡±. La AMT, que ha triplicado socios en estos a?os, asegura que nunca recibi¨® ¡°ning¨²n tipo de contacto¡± por parte de Uber y que ignoraba que la organizaci¨®n hab¨ªa sido investigada.
Tras el varapalo judicial, la compa?¨ªa debati¨® internamente entre continuar el pulso o abrir la puerta a la negociaci¨®n. En 2015, un socio de Vinces ¡ªconsultora especializada en asuntos p¨²blicos¡ª propuso a la compa?¨ªa ¡°una bater¨ªa de acciones para aminorar el posicionamiento de los taxis y promover la neutralidad de la calle¡±. El conflicto, sin embargo, no remiti¨®.