El d¨®lar alcanza la paridad con el euro por primera vez en 20 a?os: ?C¨®mo afecta eso a la econom¨ªa?
El mercado de divisas vive un vuelco hist¨®rico en el que el billete verde se revaloriza un 15% frente a la moneda ¨²nica
Gobiernos, bancos centrales, analistas y empresas observan casi hipnotizados los movimientos del gr¨¢fico. El euro lleva d¨ªas rozando ese momento simb¨®lico en que su valor se sit¨²e por debajo del d¨®lar, un paso que a juzgar por la tendencia parece irreversible. La moneda ¨²nica se cambiaba este martes por un d¨®lar, alcanzando as¨ª la paridad. Hace 20 a?os, desde 2002, que no sucede algo as¨ª, pero los diferentes ritmos de subida de tipos por parte de los bancos centrales, la guerra en Ucrania, que por cercan¨ªa y dependencia energ¨¦tica est¨¢ afectando m¨¢s a Europa que a EE UU, y el temor a una recesi¨®n, que suele impulsar valores refugio como el d¨®lar, est¨¢n acelerando lo que hasta hace no tanto parec¨ªa inconcebible.
El sorpasso todav¨ªa puede llevar d¨ªas. El mercado de divisas no tiene nada que ver con el de criptomonedas, ni siquiera con las Bolsas: sus fluctuaciones suelen ser mucho m¨¢s peque?as, pero tras una ca¨ªda del euro del 15% frente al d¨®lar en los ¨²ltimos doce meses, la mayor¨ªa de expertos se?ala que la duda no es si suceder¨¢, sino cu¨¢ndo. La reuni¨®n del Banco Central Europeo de la semana pr¨®xima se antoja clave en su devenir: si la subida de tipos es de solo 25 puntos b¨¢sicos, el euro podr¨ªa seguir perdiendo fuerza. Pero, ?por qu¨¦ son importantes estos cambios?
Turismo. Es el efecto m¨¢s elemental, sobre todo para aquellos que tienen previsto viajar de Estados Unidos a Europa o viceversa. Cuando un viajero europeo se acerque al mostrador de una casa de cambio le dar¨¢n menos d¨®lares por sus euros, con lo que tendr¨¢ menor capacidad de gasto. Eso puede perjudicar a la industria tur¨ªstica de EE UU, el pa¨ªs m¨¢s visitado del mundo. En el lado contrario, los estadounidenses que crucen el Atl¨¢ntico en direcci¨®n a uno de los Diecinueve pa¨ªses del euro ver¨¢n sus d¨®lares estirarse como el chicle. Y eso puede redundar en ingresos extra para hoteles, bares y restaurantes, muy necesitados de buenas noticias tras la debacle pand¨¦mica. Tambi¨¦n las tiendas europeas pueden salir beneficiadas: cuando en 2008 el euro lleg¨® a cambiarse por 1,59 d¨®lares, su m¨¢ximo hist¨®rico, no era raro que muchos turistas viajaran a EE UU con la maleta casi vac¨ªa para volver con ella llena de gangas. Ahora puede ocurrir lo contrario.
Comercio. Durante d¨¦cadas, la devaluaci¨®n de la moneda fue un instrumento de pol¨ªtica monetaria b¨¢sico para obtener ventajas competitivas con las que salir de las crisis. La idea es simple: si tu moneda vale menos, tus productos son m¨¢s baratos, y es mucho m¨¢s sencillo colocarlos en el mercado, lo que revitaliza las exportaciones y tira de la econom¨ªa. Pero ese paradigma est¨¢ dejando de ser una verdad absoluta: Alemania, que surte de veh¨ªculos a buena parte del planeta, sufri¨® en mayo su primer d¨¦ficit comercial en m¨¢s de 30 a?os a pesar de la debilidad del euro. La explicaci¨®n est¨¢ en la energ¨ªa: Europa paga el gas y el petr¨®leo en d¨®lares, con lo que su encarecimiento, unido al descenso de la moneda ¨²nica, est¨¢ disparando lo que se abona por las importaciones, una transferencia de dinero de los compradores de energ¨ªa rumbo a los vendedores que est¨¢ desequilibrando la balanza comercial hacia los n¨²meros rojos.
Inflaci¨®n. Si, como sucede con la energ¨ªa, las empresas europeas pagan muchas de las materias primas que necesitan en d¨®lares, y esta moneda es m¨¢s cara, los productos tender¨¢n a llegar a los consumidores con un sobreprecio. Es el ¨²nico modo con el que las compa?¨ªas pueden mantener sus m¨¢rgenes, pero tambi¨¦n combustible para una inflaci¨®n desbocada, de doble d¨ªgito en Espa?a ¡ª10,2%¡ª, y no muy lejos en la zona euro ¡ª8,6%¡ª.
Deuda. No solo el euro est¨¢ siendo v¨ªctima de esa fortaleza del d¨®lar: la libra esterlina se ha dejado un 16% en un a?o, y el yen un 20% debido a que el Banco de Jap¨®n mantiene inalterada una pol¨ªtica monetaria ultraflexible porque su inflaci¨®n sigue bajo control ¡ª2,1% en mayo¡ª. Las monedas de algunos de los principales pa¨ªses emergentes, como Brasil y M¨¦xico, est¨¢n resistiendo mejor el envite, lo cual est¨¢ evitando que se produzcan turbulencias en la zona, muy expuesta a emisiones de deuda en d¨®lares y, por tanto, vulnerables en caso de que el d¨®lar gane terreno frente a sus divisas. Los expertos de ING explican esa resistencia en la subida de tipos que han acometido. ¡°Muchos bancos centrales de mercados emergentes han estado tratando de resistir la debilidad de la moneda local mediante la intervenci¨®n de divisas¡±. Brasil tiene los tipos por encima del 13%, y M¨¦xico roza el 8%.
?Seguir¨¢ cayendo el euro? La respuesta est¨¢ en los movimientos de los bancos centrales. La Reserva Federal estadounidense est¨¢ siendo m¨¢s agresiva que el BCE en la subida de tipos, y poner el dinero m¨¢s caro empuja a los inversores a concentrar m¨¢s recursos en esa divisa, lo cual la revaloriza frente al resto de monedas. ¡°La situaci¨®n de inflaci¨®n es un fen¨®meno global; pero, tanto por su intensidad como por sus causas, presenta diferencias entre las distintas regiones y, en concreto, entre Estados Unidos y Europa. Por esta raz¨®n, la Reserva Federal ha iniciado la normalizaci¨®n de su pol¨ªtica monetaria antes que el Banco Central Europeo y de forma m¨¢s decidida¡±, explica Francisco Ur¨ªa, responsable global de Banca de KPMG.
Los analistas de Allianz Global Investors creen que a corto plazo el d¨®lar seguir¨¢ al alza frente al euro, ¡°aunque a un ritmo m¨¢s lento¡±. Y que conforme pasen los meses podr¨ªa haber una correcci¨®n, aunque a?aden una objeci¨®n a esa tesis. ¡°Si la econom¨ªa global se debilita o si entra en recesi¨®n, el d¨®lar seguir¨¢ fuertemente respaldado en t¨¦rminos generales¡±.
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