Un despido en el Banco de Espa?a
En 2011 los preferentistas perdieron parte de sus ahorros y despu¨¦s la UE rescat¨® varias entidades financieras. Ten¨ªamos unos excelentes funcionarios que cumplieron y avisaron. Haberles hecho caso habr¨ªa evitado problemas mayores
A veces por la v¨ªa m¨¢s insospechada vamos conociendo nuevos elementos de las ra¨ªces de la crisis financiera espa?ola, la m¨¢s costosa de Europa, 73.138 millones de euros, seg¨²n Eurostat. Una sentencia del pasado 7 de julio del Juzgado Social 41 de Madrid, que declara improcedente el despido de Jorge P¨¦rez Ram¨ªrez, alto funcionario del Banco de Espa?a, arroja luz sobre un aspecto relevante de la crisis: las anomal¨ªas contables de ciertas entidades financieras permitidas por las autoridades.
La juez exculpa al ex jefe de la divisi¨®n de normativa contable del Banco de Espa?a de las imputaciones que justificaron su despido como ¡°transgresi¨®n de la buena fe contractual, inobservancia reiterada de las disposiciones estatuarias y quebrantamiento del secreto profesional cuando pueda causar perjuicio al Banco¡±, entre otras.
Pero la sentencia recoge tambi¨¦n entre ¡°los hechos probados¡± las diferencias de criterio existentes entre el ex jefe de normativa y sus superiores. Diferencias que se remontan a momentos cr¨ªticos de la crisis financiera, el 29 de diciembre de 2010. P¨¦rez Ram¨ªrez rechaz¨® entonces que ¡°las diferencias entre partidas¡±, (p¨¦rdidas) de las siete cajas que iban a formar Bankia ¡°sean registradas contra las reservas en las cuentas anuales individuales¡±. Argument¨® que ¡°no se encuentran razones mercantiles, contables, financieras, ni regulatorias¡± para ello y destac¨® que la petici¨®n de las cajas ¡°podr¨ªa contribuir a su descapitalizaci¨®n en la medida que existan compromisos cuya liquidaci¨®n est¨¢ vinculada con el resultado contable¡±. En su opini¨®n las diferencias ten¨ªan que consignarse como p¨¦rdidas. A pesar de ello, el Banco de Espa?a autoriz¨® la petici¨®n de las cajas por razones supervisoras.
La cuesti¨®n de fondo es que el cargo a reservas evitaba la declaraci¨®n de p¨¦rdidas que hubiese impedido a las cajas pagar los intereses de las participaciones preferentes. Esta anomal¨ªa fue puesta de manifiesto por Jaime Terceiro, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico y expresidente de Caja Madrid, en La Crisis Financiera, (Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, marzo de 2011). El profesor record¨® que en el caso de Caja Madrid, pese a una variaci¨®n negativa de los fondos propios de 4.010 millones de euros, el Banco de Espa?a autoriz¨® registrar unos beneficios aparentes de 180 millones de euros, probablemente para poder pagar los intereses de las participaciones preferentes. Precis¨® que si se hubiera actuado como ¡°todas las instituciones comparables, aparecer¨ªan unas p¨¦rdidas superiores a los 3.500 millones de euros¡±. Los inspectores del Banco de Espa?a hab¨ªan cifrado en su informe de 2010 unas p¨¦rdidas esperadas de 2.873 millones.
Ense?anzas. Si se hubieran aplicado las normas en 2010, los preferentistas habr¨ªan perdido los intereses, pero quiz¨¢ salvado sus ahorros. La situaci¨®n era manejable. Luego sigui¨® la fuga adelante con la salida a bolsa de Bankia. Al final en noviembre de 2011, estall¨® una crisis mayor: los preferentistas perdieron parte de sus ahorros y meses despu¨¦s la UE tuvo que rescatar varias entidades financieras. Ten¨ªamos unos excelentes funcionarios que cumplieron y avisaron. Haberles hecho caso habr¨ªa evitado problemas mayores.
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