Se buscan 350.000 coches en Espa?a
La falta de veh¨ªculos en los concesionarios se mantiene un a?o despu¨¦s, con plazos de entrega disparados y particulares y alquiladores a la espera
En apenas dos a?os los concesionarios han visto c¨®mo su situaci¨®n daba la vuelta como un calcet¨ªn, de no entrarles clientes a quien venderles sus veh¨ªculos a no entrarles coches que vender a sus potenciales compradores. Esta ¨²ltima situaci¨®n de falta de existencias se prolonga hace ya m¨¢s de un a?o y, aunque empieza a corregirse, no acaba de remitir del todo: la espera promedio para la entrega de un veh¨ªculo se sit¨²a en...
En apenas dos a?os los concesionarios han visto c¨®mo su situaci¨®n daba la vuelta como un calcet¨ªn, de no entrarles clientes a quien venderles sus veh¨ªculos a no entrarles coches que vender a sus potenciales compradores. Esta ¨²ltima situaci¨®n de falta de existencias se prolonga hace ya m¨¢s de un a?o y, aunque empieza a corregirse, no acaba de remitir del todo: la espera promedio para la entrega de un veh¨ªculo se sit¨²a en torno a los cuatro meses, el doble de lo que era habitual antes de la pandemia, aunque en determinadas marcas o modelos se puede disparar a cerca de un a?o. La paciencia de los particulares es incluso m¨¢s inevitable en el caso de las compa?¨ªas de alquiler, incapaces de renovar su flota con modelos nuevos. Faconauto, la patronal de concesionarios, calcula que hay 200.000 veh¨ªculos vendidos y pendientes de servir a particulares. Feneval, la patronal de compa?¨ªa del alquiler, se?ala que a sus socios les faltan 150.000.
¡°Por debajo de los tres meses, nada; no hay stock¡±, se?ala Jos¨¦ Ram¨®n Ferreiro, consejero delegado del grupo gallego de concesionarios Breogan, quien reconoce ¡°cierta mejor¨ªa¡± respecto a meses anteriores, ¡°pero tampoco mucha¡±. Ferreiro explica que la falta de unidades ha forzado a soluciones imaginativas desconocidas hasta ahora en el sector, como que concesionarios rivales intercambien coches en funci¨®n de la demanda de cada cliente para reducir el tiempo de espera. La situaci¨®n ha cambiado tanto que ahora no pueden vender ni los coches de exposici¨®n porque se quedar¨ªan sin escaparate y condenar¨ªan la compra a futuro. Nada que ver con aquellos tiempos en los que el 30% de sus ventas pod¨ªa entregarse de forma casi autom¨¢tica porque ten¨ªan coches en reserva, obligados por las marcas.
El origen de esa rotura de existencias es conocida: la falta de semiconductores que aflor¨® cuando las f¨¢bricas de automoci¨®n recuperaron su actividad tras el par¨®n forzado por el primer a?o de covid. Pero despu¨¦s, seg¨²n se?ala en un informe CaixaBank Research, se le ha sumado otro problema de suministro: el de las piezas met¨¢licas, vinculado a la escasez de materias primeras. Seg¨²n los datos del banco, en Espa?a el 65% de las empresas de la automoci¨®n reportaron alg¨²n problema vinculado a sus suministros.
Los ¨²ltimos datos de Anfac, la patronal espa?ola de las marcas de coches, reflejan una cierta mejora en ese aspecto en el mes de junio, si bien cuando se cuenta el conjunto de la primera mitad del a?o los datos de producci¨®n se mantienen en negativo: 1.135.087 unidades, un 26% por debajo de los del primer semestre de 2019, antes del inicio de la pandemia. Ferreira indica que el mercado est¨¢ viviendo una paradoja: los coches fabricados en Espa?a son los que m¨¢s espera requieren.
En una primera etapa, fabricantes coreanos como Hyundai y Kia o la japonesa Toyota mostraron mayor agilidad para cubrir estos problemas. Esas diferencias, seg¨²n apunta Gerardo P¨¦rez, presidente de Faconauto, se habr¨ªan reducido actualmente. Un portavoz de Hyundai Espa?a admite que en coches el¨¦ctricos e h¨ªbridos s¨ª est¨¢ habiendo ahora retrasos en las entregas porque se est¨¢n centrando en los mercados del norte de Europa, mientras que en otros modelos hay existencias suficientes para poder entregar en tres meses. Hay dos diferencias b¨¢sicas que explican la mayor agilidad de las marcas asi¨¢ticas respecto a las europeas, salvando excepciones. Primero, la proximidad con los fabricantes de semiconductores, el gran cuello de botella para la industria. El segundo, la pol¨ªtica de las marcas asi¨¢ticas de ofrecer menos versiones de veh¨ªculos y una inferior capacidad de elecci¨®n a los compradores, lo que facilita la gesti¨®n de la fabricaci¨®n. En el r¨¢nking de ventas espa?ol domina Toyota como la marca m¨¢s vendida en el primer semestre y un modelo de Hyundai como el m¨¢s matriculado.
P¨¦rez explica que para solventar los problemas las marcas han optado por copiar la pol¨ªtica asi¨¢tica reduciendo gamas de coches y renunciando a determinadas especificaciones que llevaban aparejado el uso de semiconductores. Desde retrovisores abatibles a sensores. ¡°En Espa?a ten¨ªamos mucha libertad de configuraci¨®n¡±, matiza. De lo que no se han librado los compradores es del alza de los precios que han fijado los fabricantes aprovechando que vend¨ªan versiones m¨¢s caras y que hab¨ªa m¨¢s demanda. De esa forma, tambi¨¦n, han podido aplicar los aumentos de precios de la energ¨ªa y de las materias primas que han puesto en un aprieto al conjunto de la industria.
Ese aumento de precios y los potenciales clientes que no han querido esperar han trasladado parte de la demanda al mercado de ocasi¨®n, que ha absorbido como una esponja los mismos problemas del mercado de veh¨ªculo nuevo: falta de unidades e incrementos de precios. Unas de las principales v¨ªctimas de esa nueva situaci¨®n, desconocida hasta ahora, la sufren las compa?¨ªas de alquiler, que buscan en el mercado de ocasi¨®n compensar la falta de suministro de los fabricantes. ¡°Nos faltan 150.000 coches¡±, asegura Juan Luis Barahona, presidente de Feneval.
La organizaci¨®n ha tenido que hacer lo que antes ni se hab¨ªa planteado: comprar coches usados con hasta 70.000 y 80.000 kil¨®metros y armar una subasta con los veh¨ªculos que salen de programas de renting. ¡°?Entre tener un coche de 65.000 kil¨®metros o no tener coche, nos quedamos con el de 65.000 kil¨®metros¡±, afirma Barahona, en un ejercicio de pragmatismo, tras constatar que las rentacar han pasado de representar una cuarta parte de las ventas de los fabricantes a solo un 15% en los dos ¨²ltimos a?os. Entre otras cosas porque al ser demandantes de veh¨ªculos m¨¢s econ¨®micos, en la actual situaci¨®n han dejado de ser una prioridad para unas marcas que buscan sacar la m¨¢xima rentabilidad de cada una de sus ventas.
Los problemas que sufren los clientes los padecen igualmente los propietarios de concesionarios. ¡°El problema que tenemos es que nuestro negocio es de volumen, as¨ª que sufrimos si vendemos poco¡±, explica Jaume Roura, otro veterano de las ventas de veh¨ªculos en Catalu?a. Ferreiro no acaba de ver la luz: ¡°Nos dicen que de cara a final de a?o estar¨¢ resuelto el problema... pero eso ya nos lo explicaban el a?o pasado¡±.