Alemania abre la mano con la reducci¨®n de la deuda pero exige reglas m¨¢s claras
La coalici¨®n de Gobierno fija su posici¨®n para negociar la reforma del pacto fiscal europeo
Alemania admite que reducir la deuda p¨²blica de algunos pa¨ªses de la zona euro al ritmo que fijan las actuales reglas fiscales ¡°podr¨ªa exigir demasiados ajustes¡±. Esta es la parte de cal en el pacto al que han llegado los socios de la coalici¨®n que gobierna en Berl¨ªn para fijar su posici¨®n en la reforma de las reglas fiscales europeas este viernes. La de arena se encuentra en el lado de la inversi¨®n p¨²blica: todas las partidas deber¨¢n contar a la hora de calcular el d¨¦ficit, sin dejar fuera el gasto en defensa o en las transiciones ecol¨®gica y digital. Dos puntos clave que fijan la posici¨®n de partida del Ejecutivo de Olaf Scholz de cara al debate que se afrontar¨¢ este oto?o en la UE: la revisi¨®n del pacto de estabilidad y crecimiento.
Es la primera vez que la coalici¨®n sem¨¢foro muestra sus cartas acerca de una de las piedras angulares del euro, sus normas fiscales. En el acuerdo de Gobierno hab¨ªan pasado de puntillas sobre el tema. Casar la posici¨®n de socialdem¨®cratas, verdes y liberales no era f¨¢cil. Finalmente lo han conseguido mostrando flexibilidad para reformar las reglas que hay ahora, pero dejando claro, al mismo tiempo, que las normas est¨¢n para cumplirse y que los cambalaches bilaterales de un Estado con la Comisi¨®n no les gustan nada. ¡°Los acuerdos individuales negociados bilateralmente de aplicaci¨®n de las normas no son el camino a seguir para mejorar el marco fiscal com¨²n¡±, apunta el texto del acuerdo de la coalici¨®n del gobierno alem¨¢n. O como explicita en el p¨¢rrafo anterior: ¡°La flexibilidad debe ir acompa?ada de l¨ªmites claramente definidos y con la mejora de los mecanismos de aplicaci¨®n de las normas. Por esta raz¨®n, el desarrollo posterior del marco fiscal debe hacer especial hincapi¨¦ en la aplicaci¨®n de las normas¡±. La tradici¨®n de la teor¨ªa econ¨®mica alemana asoma en esta redacci¨®n: una vez se pactan los l¨ªmites del campo de juego, se respetan y se dejan claras para que quien incumpla se atenga a las consecuencias, evitando as¨ª el riesgo moral.
Los planes de la Comisi¨®n Europea para el siguiente curso pasan por abordar la revisi¨®n de las gu¨ªas m¨¢s b¨¢sicas del pacto de estabilidad y crecimiento que se resumen en dos puntos. El primero consiste en que los presupuestos p¨²blicos anuales el d¨¦ficit no puede superar el 3% del PIB. El segundo, la deuda de las administraciones de un Estado miembro tiene que estar por debajo del 60%, en caso contrario debe reducirse al ritmo de un veinteavo al a?o hasta llegar a ese nivel. Con la llegada de la pandemia, este cors¨¦ se solt¨®. La Comisi¨®n Europea activ¨® la llamada cl¨¢usula de escape y ahora la mayor parte de pa¨ªses incumplen las normas.
¡°Demasiados ajustes¡±
Pero en alg¨²n momento deber¨¢n volver a aplicarse estas reglas y, si para entonces no hay unas nuevas, habr¨¢ Estados miembros que se ver¨ªan obligados a hacer ¡°demasiados ajustes¡±. El papel germano no es expl¨ªcito. No hace falta; habla de Grecia, Italia, Portugal, Espa?a, B¨¦lgica, Francia y Chipre, pa¨ªses con pasivos que superan con holgura el 100% del PIB. Para estos, volver a ese nivel del 60% al ritmo de un veinteavo al a?o acabar¨ªa con una contracci¨®n econ¨®mica muy severa y con el riesgo de que, adem¨¢s, se haga imposible hacerlo a la velocidad que obliga el propio pacto de estabilidad. ¡°Por tanto, para evitar sendas de ajuste poco realistas¡±, expone el documento, se debe garantizar que hay un crecimiento y una estabilidad econ¨®micas.
El equilibrio ¡ªo la concesi¨®n probable al halc¨®n liberal, el ministro de Finanzas, Christian Lindner¡ª est¨¢ en el lado del d¨¦ficit. Es verdad que se aceptan pol¨ªticas expansivas ¡±solo durante periodos de crisis econ¨®micas¡±, pero cierra la puerta a que los presupuestos estatales cuenten de otra forma las inversiones para la revoluci¨®n digital y la transici¨®n ecol¨®gica. Solo para esta ¨²ltima Bruselas calculaba antes de la guerra que hace falta un gasto anual de medio bill¨®n de euros en la UE.
Como todos los documentos presentados hasta el momento para este debate, el alem¨¢n, por supuesto, no olvida reclamar que se debe apostar por la estabilidad de las cuentas p¨²blicas y la ¡°sostenibilidad de la deuda¡±, porque se debe ganar margen para que se puedan aplicar pol¨ªticas expansivas que eviten males mayores cuando llegan las crisis. Y, adem¨¢s, reserva un papel muy importante al fondo de rescate, el MEDE, para el que pide independencia de la Comisi¨®n Europea: ¡°Esto podr¨ªa facilitar una implementaci¨®n m¨¢s consistente de las reglas¡±.
Alemania ha sido el ¨²ltimo de los pa¨ªses grandes en plasmar su postura para el debate econ¨®mico en ciernes. Francia e Italia ya lo hicieron en art¨ªculo que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el dimitido primer ministro italiano, Mario Draghi, firmaron al alim¨®n en diciembre pasado. Est¨¢ por ver cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n italiana tras las elecciones del 25 de septiembre. Espa?a y Holanda, para sorpresa de todos, presentaron un documento conjunto en primavera en el que apostaban por ¡°crear colchones fiscales¡± y por sendas de consolidaci¨®n de deuda adaptadas a cada pa¨ªs. La Comisi¨®n Europea no fij¨® una postura definitiva, sino que abri¨® una consulta p¨²blica, aunque s¨ª dej¨® claro que apostar por reducciones de deuda r¨¢pidas ten¨ªan consecuencias muy negativas. En octubre, es probable que los equipos del vicepresidente de la Comisi¨®n, Valdis Dombrovskis, y el comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, presenten la propuesta. A partir de ah¨ª, empezar¨¢ la negociaci¨®n de verdad y ahora con las cartas de los grandes jugadores sobre la mesa.
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