El impuesto global a las multinacionales se atasca por las reticencias pol¨ªticas en EE UU y la UE
Una derrota de los dem¨®cratas en las elecciones estadounidenses de noviembre pondr¨ªa en jaque el acuerdo alcanzado en la OCDE
2023 no ser¨¢ el a?o en que las grandes multinacionales paguen m¨¢s impuestos. El nuevo marco fiscal que prepara la comunidad internacional se retrasa y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo (OCDE), que coordina las negociaciones con el G-20 y que hab¨ªa marcado el a?o que viene para lograr ese objetivo, acaba de consensuar un calendario ¡°m¨¢s realista¡± que apunta a 2024. El retraso se debe a que todav¨ªa no se han disuelto algunos de los nudos gordianos que atascan las conversaciones, en las que participan m¨¢s de 130 pa¨ªses. Los escollos vienen de ambos lados del Atl¨¢ntico. Y no son solo t¨¦cnicos.
Tanto en Estados Unidos, sede de las mayores multinacionales del mundo, como en la Uni¨®n Europea, donde hay pa¨ªses que ejercen una competencia fiscal feroz, aparecen elementos que dificultan la aprobaci¨®n de las nuevas reglas. Las actuales, vigentes desde hace un siglo, se han quedado viejas. Est¨¢n basadas en un mundo empresarial que desaparece. Se asientan en la presencia f¨ªsica en un territorio y ese concepto, con el avance de la globalizaci¨®n y la revoluci¨®n digital, ya no sirve.
El objetivo del nuevo marco es doble: limitar la carrera a la baja en el impuesto de sociedades, fijando un tipo m¨ªnimo efectivo del 15%, y obligar a las grandes multinacionales a pagar una porci¨®n justa de impuestos tambi¨¦n en aquellos pa¨ªses donde no tienen presencia f¨ªsica, pero s¨ª hacen negocio. Dicho de forma simple, que Amazon o Facebook obtienen paguen impuestos en Espa?a por lo que venden y, por tanto, ingresan en Espa?a.
¡°Establecimos deliberadamente un cronograma muy ambicioso para mantener la presi¨®n, y creemos que eso ha ayudado a mantener el impulso¡±, dijo en mayo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. Entonces advirti¨® de que hab¨ªa ¡°discusiones dif¨ªciles en curso¡± y que ¡°lo m¨¢s probable¡± era que la implementaci¨®n pr¨¢ctica llegara ¡°a partir de 2024¡å, un supuesto confirmado a mediados de julio en un informe del organismo entregado a los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20.
Obst¨¢culos
En la UE, todo estaba pensado para que el tipo m¨ªnimo se aprobara durante la primera mitad de este a?o. Francia, que presidi¨® el Consejo de la UE de enero a junio, puso todo su empe?o en sacarlo adelante, pero choc¨® con dos obst¨¢culos sucesivamente. Primero se top¨® con el veto de Polonia: apuntaba Varsovia que no era justo aprobar esta parte de la reforma fiscal internacional sin que avanzara en paralelo la otra pata. El argumento y el veto se disolvieron en junio, unas semanas despu¨¦s de que la Comisi¨®n Europea diera luz verde a su plan de recuperaci¨®n. La unanimidad requerida para aprobar normas fiscales en la UE parec¨ªa lograda, pero entonces levant¨® el brazo Hungr¨ªa ¡ªuno de los pa¨ªses que m¨¢s peros pusieron el pasado octubre en las negociaciones globales y que tiene el tipo de sociedades m¨¢s bajo de la UE¡ª para detener el nuevo reglamento. Ahora es turno de la presidencia checa para tratar de sacar la norma adelante, algo que aparece entre sus prioridades de este semestre.
Mientras tanto, varios pa¨ªses han incorporado a sus legislaciones nacionales un suelo en el impuesto de sociedades, como Espa?a o EE UU, que acaba de darle luz verde en la ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n. La OCDE calcula que la recaudaci¨®n mundial crecer¨ªa en m¨¢s de 100.000 de euros si se alcanzara un acuerdo global sobre un tipo m¨ªnimo del 15%, pero si fracasara podr¨ªan adoptarse soluciones unilaterales.
¡°Contrariamente a la opini¨®n general, un impuesto m¨ªnimo efectivo no requiere un pacto global¡±, se?ala un estudio publicado en 2021 por el Observatorio Fiscal de la UE, dirigido por el economista Gabriel Zucman. ¡°Si no se lograra un acuerdo internacional sobre un tipo m¨ªnimo ambicioso, es posible que un solo pa¨ªs (o un grupo de pa¨ªses) decidiera adoptar unilateralmente un impuesto m¨ªnimo de sociedades elevado¡±, lo que presionar¨ªa a otros Estados a hacer lo mismo, a?ade. El mismo director del Centro de Pol¨ªtica y Administraci¨®n Fiscal de la OCDE, Pascal Saint-Amans, dijo recientemente al Financial Times: ¡°Cuando piensas seriamente en el pilar dos [el tipo m¨ªnimo del 15%] te das cuenta de que va a suceder de todos modos¡±.
M¨¢s ampollas levanta la otra pata del acuerdo, que s¨ª necesitar¨ªa de un consenso global. ¡°Son negociaciones complejas y muy t¨¦cnicas en relaci¨®n con algunos nuevos conceptos que reforman de manera fundamental los reg¨ªmenes fiscales internacionales¡±, admiti¨® dijo Cormann en julio. El esquema que se quiere aprobar afectar¨ªa a las mayores corporaciones del globo, con facturaci¨®n superior a los 20.000 millones y m¨¢s del 10% de rentabilidad, que deber¨¢n pagar un cuarto de los beneficios que exceden ese 10% en los pa¨ªses donde operan, aunque no est¨¦n f¨ªsicamente en el territorio. Eso permitir¨¢ redistribuir de forma m¨¢s justa 125.000 millones.
Este mecanismo afectaba inicialmente a las grandes tecnol¨®gicas. Por eso se bautiz¨® como tasa Google y se choc¨® de bruces con EE UU, meca de las principales multinacionales digitales. La tensi¨®n creci¨® durante el mandato de Donald Trump y fue la Administraci¨®n de Joe Biden, atenazada por la elevada factura de la covid y cercada por la multitud de voces que exig¨ªan mayor justicia fiscal ¡ªhasta el FMI recomend¨® subir impuestos a las empresas con beneficios excesivos¡ª, quien resucit¨® las conversaciones. Sin embargo, pronto podr¨ªa llegar otro rev¨¦s: las elecciones legislativas de mitad de mandato de noviembre, en la que los dem¨®cratas podr¨ªan quedarse sin mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado.
Adem¨¢s, los pa¨ªses europeos como Espa?a que tienen en vigor un impuesto digital se han comprometido con EE UU ¡ªque exige su eliminaci¨®n¡ª a retirarlos a finales de 2023 o en cuanto entre en vigor la soluci¨®n multilateral. Fuentes gubernamentales aseguran que no habido ning¨²n cambio en este sentido pese a los retrasos en el acuerdo global.
Ingresos adicionales
El retraso de un a?o puede parecer una cuesti¨®n menor para la reforma de una estructura que lleva asentada un siglo. Pero lo cierto es que los trabajos de la OCDE y el G-20 ya llevaban ocho a?os en marcha cuando el a?o pasado se anunci¨® a bombo y platillo que se hab¨ªa llegado un ¡°acuerdo hist¨®rico¡±, en un momento en el que las arcas p¨²blicas necesitaban ingresos adicionales para pagar los costes derivados de la covid. Ahora, es la crisis energ¨¦tica que tensiona las cuentas nacionales.
Los datos hablan por s¨ª solos: los Gobiernos pierden entre 100.000 y 240.000 millones de d¨®lares al a?o por la elusi¨®n fiscal de las grandes compa?¨ªas, equivalente a entre el 4% y el 10% de la recaudaci¨®n global por el impuesto de sociedades, seg¨²n la OCDE. El auge de la globalizaci¨®n y el auge de toda una industria especializada en dise?ar esquemas para rebajar el pago de impuestos ha agravado el problema en los ¨²ltimos a?os, pero nada de esto ser¨ªa posible sin los para¨ªsos fiscales y los territorios con fiscalidad agresiva ¡ªel organismo independiente Tax Justice Network estima que las multinacionales desv¨ªan ah¨ª 1,19 billones de d¨®lares cada a?o¡ª, algunos de ellos en el mismo coraz¨®n de Europa. Su mera existencia tambi¨¦n tiene otro efecto colateral: ha exacerbado la competencia fiscal entre Estados, haciendo caer en picado del tipo nominal del impuesto de sociedades, que en Europa ha pasado del 50% de media en 1985 al 21% en 2020.
De este efecto domin¨® tampoco se ha librado Espa?a, donde el impuesto de sociedades se ha convertido en un queso gruyere, lleno de exenciones y deducciones, que recauda la mitad que hace 15 a?os y cuyo tipo nominal ha ca¨ªdo en m¨¢s de siete puntos. En 2019, ¨²ltimo dato disponible, las 124 mayores multinacionales espa?olas rebajaron su tributaci¨®n global hasta el 16,7% de sus beneficios, y 23 de ellas solo pagaron el 2,6%.
¡°Seguiremos trabajando lo m¨¢s r¨¢pido posible para finalizar este proyecto, pero tambi¨¦n usaremos todo el tiempo que sea necesario para que las normas sean correctas¡±, asegur¨® Cormann en julio. ¡°Estas reglas determinar¨¢n nuestros reg¨ªmenes fiscales internacionales durante las pr¨®ximas d¨¦cadas. Es importante que sean id¨®neas¡±.
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