Ajustes necesarios en la respuesta a la invasi¨®n de Ucrania
La subida de tipos del BCE puede ser una medicina particularmente dolorosa y no muy eficiente: el origen de la inflaci¨®n no es un sobrecalentamiento de la econom¨ªa
Hace poco m¨¢s de un mes, el Banco Central Europeo (BCE) publicaba en su bolet¨ªn mensual un an¨¢lisis del impacto presupuestario de las medidas adoptadas en los pa¨ªses de la eurozona para hacer frente a los efectos econ¨®micos de la invasi¨®n de Ucrania. Seg¨²n los c¨¢lculos de los autores, tan solo el 12% de esas rebajas impositivas e incrementos del gasto tiene por beneficiarios a los hogares vulnerables; y menos del 2% contribuir¨¢ directamente a la transici¨®n ecol¨®gica. La semana pasada, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), advert¨ªa de la necesidad de que las actuaciones se centren en apoyar a los m¨¢s fr¨¢giles, evitando medidas generalistas que, por definici¨®n, son m¨¢s costosas para los erarios europeos y acaban alimentando el proceso inflacionario.
Desafortunadamente, la probabilidad de que la necesidad de medidas compensatorias se extienda a 2023 deber¨ªa hacernos reflexionar para redefinir el plan de choque. Y el p¨¢rrafo anterior nos da pistas sobre c¨®mo deber¨ªamos hacerlo: focalizando mucho m¨¢s las ayudas y apostando en mayor medida por actuaciones que sean compatibles con el impulso a los objetivos de transici¨®n energ¨¦tica y ecol¨®gica.
En todo caso, debemos tener claro que para afrontar el episodio inflacionario no basta con lo anterior; y que la subida de tipos de inter¨¦s por parte del BCE puede ser una medicina particularmente dolorosa y no muy eficiente, en la medida en que el origen de la inflaci¨®n no es un sobrecalentamiento de la econom¨ªa europea y, por tanto, habr¨¢ que reducir mucho la demanda para que se note el efecto en los precios. Por eso necesitamos tres cosas m¨¢s.
La primera es actuar de forma contundente sobre los mecanismos de fijaci¨®n de precios de la energ¨ªa, que generan resultados absurdos en la coyuntura actual. La UE deber¨ªa resolverlo en lo que resta de mes. Porque no es muy inteligente mantener las reglas actuales y dejar que Rusia utilice su gas como una potente arma de guerra econ¨®mica.
La segunda es la enorme importancia de alcanzar un pacto de rentas ambicioso y en un plazo breve. En tiempos de guerra, necesitamos que en el seno de los pa¨ªses de la UE mantengamos cohesi¨®n, paz social y solidaridad.
La tercera est¨¢ ¨ªntimamente ligada a la anterior. La pandemia nos ha mostrado la importancia de la coordinaci¨®n y la cooperaci¨®n en momentos cr¨ªticos. Desafortunadamente, estamos ante otro. Cierto que en este caso no se trata de mascarillas, distancia social y responsabilidad individual para frenar contagios. Ahora se trata de que los sectores productivos y los hogares en mejor situaci¨®n financiera acepten que las ayudas vayan a otros, asuman que su p¨¦rdida de poder adquisitivo sea comparativamente mayor y que, en la medida de las posibilidades de cada uno, se hagan esfuerzos voluntarios para ayudar a los m¨¢s vulnerables.
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