Espa?a duplica la generaci¨®n de electricidad con gas y carb¨®n en lo que va de a?o
El aumento de las exportaciones y el par¨®n de la hidroel¨¦ctrica por la sequ¨ªa provocan un fuerte incremento de los ciclos combinados, que ya superan a la nuclear
Espa?a ha disparado la quema de combustibles f¨®siles para generar electricidad. Lo est¨¢ haciendo en el peor momento posible: con los precios en niveles hist¨®ricamente altos y las emisiones globales de gases de efecto invernadero al alza. Los ciclos combinados ¡ªque queman gas natural para producir energ¨ªa el¨¦ctrica¡ª y las vetustas centrales t¨¦rmicas de carb¨®n ¡ªque est¨¢n dando sus ¨²ltimos coletazos antes de pasar a mejor vida¡ª, llevan generados este a?o m¨¢s de 42 y casi 6 teravatios hora (TWh), respectivamente. Es m¨¢s del doble que en el mismo periodo de 2021, seg¨²n los datos de Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE). La producci¨®n de los ciclos en la Espa?a peninsular supera incluso la de la nuclear, nada que ver con lo sucedido en los ¨²ltimos a?os, en los que las centrales at¨®micas duplicaban con creces a estas instalaciones.
Los motivos del estir¨®n del gas y el carb¨®n son m¨²ltiples, tanto internos como externos. Es como si todos los astros se hubiesen aliado en contra. El frenazo de la hidr¨¢ulica por la sequ¨ªa, ha llevado su aportaci¨®n a m¨ªnimos de tres d¨¦cadas, obligando a reactivar ciclos combinados que de otra forma estar¨ªan parados. Ese impacto es doble: no solo ha producido una merma en la producci¨®n el¨¦ctrica espa?ola, sino que, al mermar tambi¨¦n la generaci¨®n portuguesa ¡ªun pa¨ªs que depende mucho m¨¢s de esta fuente¡ª, ha provocado un aumento de las ventas al vecino del oeste. Esas exportaciones proceden, en gran medida, por las centrales alimentadas por gas.
El otro gran factor ha sido el repunte de los env¨ªos al otro vecino: Francia. La segunda econom¨ªa europea est¨¢ teniendo que comprar mucha m¨¢s electricidad a sus pa¨ªses vecinos por el par¨®n t¨¦cnico de buena parte de su parque nuclear, saturando la interconexi¨®n pirenaica ¡ªcasi el 5% de su consumo se cubre con electricidad que entra por ese cable¡ª y obligando a Espa?a a poner en marcha ciclos combinados m¨¢s antiguos y menos eficientes, que llevaban a?os sin operar con regularidad. Espa?a, se podr¨ªa decir, no solo est¨¢ reexportando gas al Este por los dos tubos activos en Pirineos ¡ªa la espera del tercero, el ansiado MidCat¡ª, sino tambi¨¦n, de forma indirecta, a trav¨¦s de la interconexi¨®n el¨¦ctrica.
El propio dise?o de la excepci¨®n ib¨¦rica tambi¨¦n ha provocado un aumento en el uso de los ciclos combinados en detrimento de las plantas de cogeneraci¨®n, que producen calor para uso industrial, mayoritariamente con gas, y que tambi¨¦n vuelcan electricidad a la red y que han visto reducida su actividad a la m¨ªnima expresi¨®n. Para revertir las tornas, que ha desatado airadas cr¨ªticas en el sector, el Gobierno anunci¨® la semana pasada una ¡°excepci¨®n¡± para que estas instalaciones tambi¨¦n est¨¦n cubiertas por el mecanismo. Con su reactivaci¨®n, lo l¨®gico ser¨ªa pensar que la generaci¨®n con gas caer¨¢ en los ciclos combinados, pero aumentar¨¢ en las centrales de cogeneraci¨®n.
Declive del carb¨®n
En el caso del carb¨®n, conviene a?adir algo de contexto a este repentino repunte en su uso para generar electricidad. Esta fuente de energ¨ªa, claramente en desuso ¡ªen Espa?a, las plantas t¨¦rmicas alimentadas con lignito se cuentan con los dedos de una mano y los planes de cierre contin¨²an ajenos a la coyuntura¡ª, ha registrado un fort¨ªsimo retroceso en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas: con una demanda el¨¦ctrica notablemente m¨¢s baja que la actual, en 2002 este mineral a¨²n era el principal origen de la electricidad del pa¨ªs. Entre el 1 de enero y el 12 de septiembre de aquel a?o, aport¨® m¨¢s de 58 TWh, el 37% del total. En 2012, cuando la e¨®lica ya empezaba a pisar fuerte, fueron 37 TWh, el 20% del total consumido. Este a?o, pese a la subida transitoria por los efectos de la guerra, apenas cubre el 3,5% del total generado (exportaciones incluidas) y el 3,2% de la demanda interna.
Aunque el declive del carb¨®n en Espa?a comenz¨® mucho antes, la puntilla para esta forma de generar electricidad ¡ªla m¨¢s contaminante y la que m¨¢s gases de efecto invernadero expulsaba¡ª lleg¨® a partir de 2018, cuando cerraron todas las minas que quedaban en el pa¨ªs al no poder devolver las cuantiosas ayudas p¨²blicas que hab¨ªan recibido y no ser rentables sin ese apoyo. Hace cinco a?os, el 17,2% de la electricidad que se consumi¨® en Espa?a proced¨ªa de las 15 centrales t¨¦rmicas de carb¨®n y ellas solas acumulaban casi el 15% de todos los gases de efecto invernadero que emiti¨® la econom¨ªa del pa¨ªs ese a?o. En 2020, la mitad de esas centrales cerraron, al negarse sus propietarias a acometer las costosas obras de descontaminaci¨®n que Bruselas les exig¨ªa si quer¨ªan seguir operando.
La ca¨ªda del consumo del carb¨®n desplaz¨® al sector el¨¦ctrico como el m¨¢s emisor de gases de efecto invernadero en Espa?a (en estos momentos es el transporte). El a?o pasado, el 27,6% de las emisiones provinieron, precisamente, del transporte, mientras que el sector el¨¦ctrico sum¨® solo el 11,3% del total. Con el aumento del uso del carb¨®n y del gas ¡ªque tambi¨¦n genera gases, aunque menos que el lignito¡ª es previsible que se incrementen algo este a?o las emisiones de este sector, pero sin llegar a desplazar al transporte del primer puesto. De ah¨ª la importancia de electrificar el parque automovil¨ªstico.
R¨¦cord de consumo de gas en agosto
Agosto fue un mes de consumo r¨¦cord de gas natural en Espa?a: m¨¢s de 28 TWh, un 3% m¨¢s que en la media para ese mes en el ¨²ltimo lustro. Ese aceler¨®n tiene que ver, en gran medida, con el citado apetito de las centrales de generaci¨®n el¨¦ctrica con este combustible: el gas destinado a este fin ha crecido m¨¢s de un 70% en comparaci¨®n con los cinco ¨²ltimos agostos, mientras que el consumo convencional (industria, empresas y hogares) ha ca¨ªdo casi un 38%, seg¨²n los datos de Enag¨¢s.
Para que el rumbo se corrija en los pr¨®ximos tiempos, tres factores se antojan esenciales: que llueva lo suficiente para llenar los embalses, lo que permitir¨ªa una paulatina recuperaci¨®n de la hidroel¨¦ctrica; que sople el viento: m¨¢s generaci¨®n e¨®lica es sin¨®nimo de menos gas; y que los problemas de corrosi¨®n que tanto est¨¢n penalizando la producci¨®n nuclear en Francia se reviertan pronto. ¡°Espa?a pondr¨¢ todo su empe?o en reducir al m¨¢ximo la demanda de gas a corto plazo, actuando solidariamente con la UE, y enfoc¨¢ndose en medidas eficientes que refuercen la competitividad¡±, apuntan fuentes del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, que no atisban ning¨²n problema en el horizonte para cumplir los objetivos de ahorro (7%) pactado con la UE hasta marzo.
Por pa¨ªses de origen, en agosto Estados Unidos recuper¨® el cetro de primer proveedor espa?ol de gas. El gigante norteamericano, de largo el primer productor de gas del mundo gracias al fracking, aport¨® m¨¢s de la cuarta parte del total (26,5%); a rengl¨®n seguido, Argelia sum¨® un 24%, y Nigeria un 15,3%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.