Las incertidumbres de los Presupuestos ante la desaceleraci¨®n

En condiciones normales, la recaudaci¨®n crece al ritmo del PIB sum¨¢ndole la inflaci¨®n. El Ejecutivo calcula que esta cifra para el a?o que viene es del 6%. Y plantea una subida de los ingresos totales en torno a ese porcentaje. Si adem¨¢s se tiene en cuenta que hay subidas de cotizaciones y de impuestos, la estimaci¨®n parece razonable. El problema reside en que estas cuentas se elaboran en un contexto de incertidumbre y ralentizaci¨®n econ¨®mica, con el riesgo claro de una recesi¨®n en Europa, al tiempo que la inflaci¨®n y las subidas de tipos restan poder de compra y, por tanto, pueden restringir la actividad.

Mientras que el Ejecutivo pronostica un avance del PIB del 2,1% para el a?o que viene, el Banco de la Espa?a y la Autoridad Fiscal vaticinan un 1,4% y un 1,5%, respectivamente. El BBVA ya prev¨¦ que la econom¨ªa espa?ola entre en una recesi¨®n t¨¦cnica entre el cuarto trimestre de este a?o y el primero del que viene, con un crecimiento en el conjunto de 2023 del 1%, la mitad de lo que estima el Gobierno.

Frente a esta ralentizaci¨®n, el Ejecutivo esgrime sobre todo tres bazas. Una son los fondos europeos. Su licitaci¨®n empieza a coger ritmo. Pero, ?podr¨¢ su ejecuci¨®n concentrarse en 2023 y dar un empuj¨®n a la actividad? De esto depender¨¢ en gran medida la resistencia de la econom¨ªa espa?ola. El Gobierno tendr¨¢ que luchar contra su historial de ejecuci¨®n. Juegan en contra los tiempos que necesita una inversi¨®n para desarrollarse y el art¨ªculo 22 del reglamento comunitario de los fondos, que impone unos controles f¨¦rreos que frenan a¨²n m¨¢s los procesos.

La segunda es la resistencia mostrada hasta ahora en el mercado laboral, en parte apoyada en la recuperaci¨®n que ha vivido el turismo y la hosteler¨ªa una vez desaparecidas las restricciones de la pandemia. En sus ¨²ltimas proyecciones, el Banco de Espa?a apuesta por que los ajustes se har¨¢n m¨¢s en horas trabajadas y menos en puestos de trabajo. No obstante, el Gobierno ya vislumbra en sus previsiones una sustancial y l¨®gica ralentizaci¨®n del empleo, desde los 500.000 creados este a?o equivalentes a tiempo completo hasta los 110.000 que prev¨¦ para 2023.

Otra baza importante es el magn¨ªfico comportamiento de la recaudaci¨®n. Este se explica en gran medida por la fuerte inflaci¨®n, el afloramiento de la econom¨ªa sumergida tras la pandemia, el robusto aumento del empleo y un suave despegue de los salarios. Con los n¨²meros de la primera mitad de a?o ya hay m¨¢s de 10.000 millones de margen sobre lo presupuestado a pesar de la rebaja de impuestos en la factura de la luz. Y esta cantidad podr¨ªa ser bastante superior al cierre del a?o.

Hasta el punto de que el Gobierno ha ido aumentando el gasto no financiero consolidado un a?o tras otro desde la pandemia. Sin contar los fondos de la UE: en unos 95.000 millones entre 2020 y 2021. En otros 11.000 millones en 2022. Y en 25.000 millones en los Presupuestos de 2023. Es decir, se ha estado consolidando parte del gasto que se gener¨® por la covid. Podr¨ªa parecer una locura. Sin embargo, los ingresos obtenidos, partiendo de una base menor por la fuerte ca¨ªda que experimentaron en 2020 con la pandemia, han crecido a ritmos incluso superiores, permitiendo que el desfase de las cuentas p¨²blicas vaya poco a poco bajando. En estos momentos la recaudaci¨®n est¨¢ yendo muy por encima de lo que crece la producci¨®n medida por el INE.

Sin embargo, tambi¨¦n sucedi¨® una cosa parecida entre 2003 y 2008. A?os despu¨¦s es evidente que entonces se consegu¨ªan muchos ingresos por la exuberancia de la construcci¨®n. Cada vez que un espa?ol compraba una casa hac¨ªa el mayor desembolso en impuestos de su vida. Solo por el de transmisiones patrimoniales la recaudaci¨®n pas¨® de 5.000 millones a 25.000. Y todos esos ingresos extraordinarios se fueron consolidando como gastos. Apenas qued¨® un leve super¨¢vit presupuestario que enseguida desapareci¨® con la interrupci¨®n del mercado inmobiliario.

Cabe preguntarse si en esta ocasi¨®n podr¨ªa trazarse un paralelismo bas¨¢ndose en la inflaci¨®n y en que se desconoce por qu¨¦ crecen tanto los ingresos. Una parte puede achacarse a los precios: mientras que la producci¨®n crece a un ritmo, la recaudaci¨®n del Estado es mayor porque captura una porci¨®n del fuerte incremento de precios venido del exterior a trav¨¦s del IVA.

Pero hay otra parte de la que se desconoce cu¨¢l es el origen y en qu¨¦ medida es estructural. La pregunta que se hacen muchos economistas es cu¨¢nta recaudaci¨®n aguantar¨¢ en un contexto de menor crecimiento y en el que una inflaci¨®n prolongada termine ahogando la actividad.

Por eso, aunque las reglas fiscales europeas est¨¢n suspendidas, la Comisi¨®n ha establecido para 2023 una recomendaci¨®n de limitar el gasto en los pa¨ªses muy endeudados como Espa?a. Pide que el gasto corriente quitando inversi¨®n, intereses y ayudas por la crisis energ¨¦tica solo crezca igual que el PIB potencial. Y lo sit¨²a para Espa?a incluyendo la inflaci¨®n en el 3,3%. De haber hecho eso durante la burbuja inmobiliaria, el Estado habr¨ªa tenido un super¨¢vit del 8% del PIB, seg¨²n un estudio del Banco de Espa?a.

El Gobierno dice que cumplir¨¢ con esta recomendaci¨®n europea. Sin embargo, se antoja dif¨ªcil que sea posible en la medida en que las pensiones, que suponen un tercio del gasto de las administraciones, crecen m¨¢s de un 10%. La n¨®mina de funcionarios representa otro tercio y avanzar¨¢ al menos un 3%, incluyendo la subida salarial y el aumento de plantillas. El otro tercio, sin contar intereses e inversi¨®n, deber¨ªa hundirse m¨¢s del 2% para acercarse a ese 3,3% de crecimiento que permite la recomendaci¨®n europea. El Gobierno juega con que la Comisi¨®n est¨¢ ahora m¨¢s preocupada con la crisis energ¨¦tica y la guerra de Ucrania.

En todo caso, los economistas recuerdan que hablar de margen es un concepto relativo cuando la deuda p¨²blica est¨¢ aumentando este a?o en m¨¢s de 60.000 millones por el desfase presupuestario, el endeudamiento ronda el 115% del PIB y se aproxima una subida de los costes de financiaci¨®n, ya sea ordenada o desordenada.