La huerta, bajo amenaza
El sector sufre el estancamiento de la exportaci¨®n, la ca¨ªda del consumo y las importaciones masivas desde terceros pa¨ªses
La huerta espa?ola puede sacar pecho de sus n¨²meros. Cuenta con una superficie de 1,3 millones de hect¨¢reas, una producci¨®n de unos 27 millones de toneladas, m¨¢s de 400.000 puestos de trabajo y ventas en origen por valor de 18.000 millones de euros, que suponen aproximadamente el 57% de la cosecha vegetal y el 32% de toda la producci¨®n agraria. Con estas cifras sobre la mesa se celebr¨® la pasada semana en Madrid la feria Fruit Attraction, en la que participaron 1.800 empresas de 55 pa¨ªses y 90.000 profesionales. Es la cita m¨¢s importante del mundo dedicada al sector y reflejo del liderazgo de Espa?a. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Aunque la huerta es una actividad clave para la agricultura y el territorio rural, importantes amenazas comprometen su futuro en Espa?a: importaciones masivas desde terceros pa¨ªses y, en los ¨²ltimos a?os, desde otros miembros de la UE, barreras ficticias para exportar fuera de Europa, una ca¨ªda de la demanda interna y normas comunitarias para producir menos a costes m¨¢s elevados.
Los datos sobre el comportamiento de la demanda interna apuntan a un retroceso del consumo de productos frescos en los ¨²ltimos a?os. Este ha ca¨ªdo de unos 186 kilos anuales por persona a poco m¨¢s 150 kilos, pasando de 8,6 a 7,8 millones de toneladas totales. Ni la pandemia, que durante el confinamiento hizo repuntar la demanda de frutas y hortalizas, ha logrado revertir la tendencia. En 2021, el sector registr¨® una ca¨ªda en picado, que se mantiene y que se ve agravada por la elevada inflaci¨®n.
Las organizaciones agrarias denuncian el intenso incremento de los precios, como tambi¨¦n refleja el ?ndice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) elaborado por Coag, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos. Los productores explican que no siempre pueden repercutir el fuerte aumento de los costes en los precios de ventas, a pesar de la Ley de la Cadena ¡ªque proh¨ªbe las ventas a p¨¦rdida¡ª. Eso se debe a los problemas que supone tener una oferta de productos perecederos en un mercado donde hay unos pocos grandes grupos que dominan las compras en toda la UE.
Con estos mimbres, las exportaciones constituyen la principal salida para el mantenimiento y el crecimiento del sector. Pero este canal tambi¨¦n est¨¢ estancado. En los ¨²ltimos a?os, los vol¨²menes de venta en el exterior se hallan pr¨¢cticamente planos: de los 12,8 millones de toneladas exportadas en 2015 se ha pasado a 13,4 millones en 2021. Casi el 90% va a pa¨ªses comunitarios, por un valor total que ha subido de 12.500 millones de euros a 15.700 millones. En el conjunto de la UE la situaci¨®n es peor, si se considera que las ventas a terceros pa¨ªses cayeron un 24% en el mismo periodo, de 7,2 millones de toneladas a 5,5 millones.
Jos¨¦ Mar¨ªa Pozancos, director de la Federaci¨®n de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, considera indispensable dise?ar una pol¨ªtica que potencie la firma de nuevos acuerdos con terceros pa¨ªses, donde los productos agroalimentarios no sean moneda de cambio para la entrada a la UE de art¨ªculos de otros sectores. Sobre todo, pide que pa¨ªses con importantes posibilidades de compra no restrinjan el acceso a sus mercados, a trav¨¦s de mecanismos como falsas exigencias fitosanitarias en frontera o ralentizando las tramitaciones en aduana, que adem¨¢s ponen en peligro los cargamentos. Se considera que as¨ª se podr¨ªan ampliar las ventas a varios pa¨ªses como China, Jap¨®n y Corea, pero tambi¨¦n a Canad¨¢ y, sobre todo, a EE UU.
En cuanto a las importaciones, el sector lamenta la firma de acuerdos que suponen, en la pr¨¢ctica, la apertura de una autopista en la frontera para la entrada de elevados vol¨²menes de productos con rebajas arancelarias y la no aplicaci¨®n de cl¨¢usulas de salvaguarda para proteger a las explotaciones comunitarias. Adem¨¢s, se quejan de la llamada cl¨¢usula espejo, ahora de moda, lamentando que lo que est¨¢ escrito no se corresponda con lo que realmente se aplica. Seg¨²n esta disposici¨®n, los productos importados deber¨ªan cumplir las mismas exigencias ¡ªen materia de producci¨®n, fitosanitarias, de calidad, laborales, etc¨¦tera¡ª requeridas a los agricultores comunitarios.
La UE en su conjunto ha pasado de importar 13,8 millones de toneladas en 2015 a 14,8 millones en 2021. En Espa?a, en el mismo periodo, se pas¨® de 2,6 millones a 3,6 millones. Los pa¨ªses del norte de ?frica, especialmente Marruecos, se consolidan como los proveedores m¨¢s importantes, desde los tomates a la alubia verde. Marruecos ha pasado de vender un mill¨®n de toneladas en 2015 a toda la UE a 1,4 millones en 2021. Turqu¨ªa, de 775.000 a un mill¨®n de toneladas.
En una econom¨ªa m¨¢s globalizada, el sector reconoce a la vez la necesidad de tener una actividad m¨¢s competitiva frente a terceros pa¨ªses con costes de producci¨®n menores, fundamentalmente por los salarios m¨¢s bajos. Tambi¨¦n hay pa¨ªses comunitarios donde se han multiplicado las producciones intensivas en invernaderos, con tasas de rendimientos por metro cuadrado muy superiores a las de los invernaderos espa?oles.
La Federaci¨®n de Productores considera indispensable que Bruselas, adem¨¢s de practicar otra pol¨ªtica exterior, no abuse de normativas que van en contra de los agricultores, que incrementan los costes y reducen las posibilidades de producci¨®n, limitando el empleo de abonos y de productos fitosanitarios. El resultado, denuncian, es un aumento de la dependencia externa y la destrucci¨®n de explotaciones en los pa¨ªses miembros. Algo que va en contra de los objetivos de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n, suministro suficiente y a precios asequibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.