La movilidad sostenible que merecemos, en el limbo
Acaba el periodo transitorio establecido por el ¡®Decreto ?balos¡¯ para que los VTC pudiesen realizar trayectos urbanos
Comienza una nueva etapa para la movilidad urbana de nuestro pa¨ªs. El denominado ¡°Decreto ?balos¡±, del 1 de octubre de 2018, estableci¨® un periodo transitorio de 4 a?os para que los veh¨ªculos de transporte con conductor (VTC) pudiesen realizar trayectos urbanos. Empezaba aqu¨ª un camino que cambiar¨ªa las reglas del juego para los titulares de las VTC de un d¨ªa para otro, quedando a merced de las comunidades aut¨®nomas la regulaci¨®n de este sector en cada territorio. En este impasse, fuimos capaces de sobrevivir a una pandemia que paraliz¨® el mundo en 2020. Hemos vuelto a vivir con horror una guerra en Europa que a¨²n se mantiene abierta y nos encontramos inmersos en una grave crisis energ¨¦tica que provoca una inflaci¨®n desbocada y dibuja un horizonte sombr¨ªo de cara al invierno.
En Espa?a, en el sector que nos ocupa, Jos¨¦ Luis ?balos ya no es ministro y el ministerio que dirigi¨® ha cambiado incluso de nombre. Sin embargo, observamos c¨®mo regresan muchos de los problemas de aquel entonces. La semana pasada vimos protestas de una parte del taxi en Andaluc¨ªa contra las VTC, con amenazas y agresiones que lamentablemente nos recuerdan a 2018. Aquel verano en el que Fomento decidi¨® cambiar la ley para beneficio de los que hacen ruido sin pensar en el resto de los ciudadanos.
La resaca de aquella regulaci¨®n es hoy un galimat¨ªas regulatorio que casi permite a una ardilla cruzar Espa?a de punta a punta saltando de normativa en normativa, con trabas en la mayor¨ªa de las regiones que no favorecen al ciudadano ni a la movilidad. Porque si algo nos queda claro despu¨¦s de estos meses, es que el ciudadano nunca ha estado en el centro de este debate. Tampoco los miles de empleados y familias que dependen de este sector, y que han visto c¨®mo las VTC han sido utilizadas por algunas fuerzas pol¨ªticas como un punching ball, un saco de boxeo al que golpear pretendiendo que del mismo cayesen votos.
Si hay un conflicto que deber¨ªa ocuparnos, no es otro que el cambio clim¨¢tico: necesitamos con urgencia pol¨ªticas de movilidad urbana que reduzcan las emisiones del parque m¨®vil. La movilidad del ma?ana se asienta sobre un transporte p¨²blico y discrecional de calidad y accesible, eje vertebrador de los desplazamientos urbanos. Esa es la direcci¨®n que marca Europa y que el Gobierno en Espa?a dice defender pero que, en realidad, parece estar ignorando.
El inmovilismo no solucionar¨¢ los enormes problemas a los que nos enfrentamos. Las presiones interesadas de parte de un sector sobre otro tampoco. Es el momento de que los responsables, con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a la cabeza, tomen decisiones que nos permitan avanzar en la direcci¨®n adecuada. Aprovechemos el ecosistema que hemos creado hasta ahora, apoy¨¦monos en la tecnolog¨ªa para mejorar el uso de los recursos a nuestro alcance, situemos al ciudadano en el centro del debate y tomemos decisiones sobre lo que queremos construir y no sobre los retos que preferimos ignorar.
Juan de Antonio es el CEO y fundador de Cabify
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.