Espa?a arrastra los pies con el coche el¨¦ctrico
El alto precio inicial, la falta de infraestructura de recarga y el desconocimiento agrandan la brecha con otros pa¨ªses europeos. El camino, sin embargo, est¨¢ trazado: el parque m¨®vil se electrificar¨¢ de forma masiva
Objeto innegable de deseo para muchos, sabedores de que el futuro pasa s¨ª o s¨ª por ¨¦l, el coche el¨¦ctrico no termina de despegar a pie de calle. Es una de las paradojas de Espa?a, incapaz de salir del vag¨®n de cola europea en matriculaci¨®n de veh¨ªculos de cero emisiones. En los seis primeros meses de 2022 se vendieron tan solo 14.338 unidades: menos de cuatro de cada 100. Unas cifras que certifican no solo la lejan¨ªa respecto a Noruega o Alemania, l¨ªderes destacados en la UE, sino a la vecina Portugal, que triplica la cuota espa?ola. Y, lo que es m¨¢s preocupante, el paso de los trimestres, lej...
Objeto innegable de deseo para muchos, sabedores de que el futuro pasa s¨ª o s¨ª por ¨¦l, el coche el¨¦ctrico no termina de despegar a pie de calle. Es una de las paradojas de Espa?a, incapaz de salir del vag¨®n de cola europea en matriculaci¨®n de veh¨ªculos de cero emisiones. En los seis primeros meses de 2022 se vendieron tan solo 14.338 unidades: menos de cuatro de cada 100. Unas cifras que certifican no solo la lejan¨ªa respecto a Noruega o Alemania, l¨ªderes destacados en la UE, sino a la vecina Portugal, que triplica la cuota espa?ola. Y, lo que es m¨¢s preocupante, el paso de los trimestres, lejos de reducir esta brecha la ha ensanchado.
De algo residual, restringido solo a unos pocos privilegiados que se lo pod¨ªan permitir, ha pasado ¡ªen muy poco tiempo¡ª a ser una realidad m¨¢s que palpable en el norte de Europa, donde el salto del coche el¨¦ctrico est¨¢ siendo exponencial. En Espa?a, sin embargo, el ritmo de despegue est¨¢ siendo completamente distinto: mucho, much¨ªsimo m¨¢s lento. Un contraste en el que intervienen factores culturales y econ¨®micos, y que tiene importantes implicaciones para la industria automotriz ¡ªel 8,5% del PIB y la quinta de las exportaciones¡ª: cuanto m¨¢s tarde en dar el salto el mercado interno, m¨¢s tardar¨¢n las f¨¢bricas en hacer su propio tr¨¢nsito hacia esta nueva realidad.
¡°No es que Espa?a vaya atrasada en la adopci¨®n del coche el¨¦ctrico: es que va atrasad¨ªsima¡±, dispara Luis Vald¨¦s, experto en movilidad el¨¦ctrica y gran defensor de la electrificaci¨®n automovil¨ªstica. ¡°Nos estamos quedando los ¨²ltimos entre los grandes pa¨ªses de la UE, junto con Italia. Y es una pena porque tambi¨¦n da?a nuestra industria: pronto sobrar¨¢n l¨ªneas de producci¨®n de veh¨ªculos de combusti¨®n, pero seguiremos movi¨¦ndonos con gasolina y di¨¦sel mientras en el resto de Europa se mueve con electricidad¡±. Septiembre dej¨® tras de s¨ª una se?al poderosa, de cambio de ¨¦poca: en Alemania, cuna de gigantes como Volkswagen o BMW, el modelo m¨¢s vendido fue el Tesla Model Y. Estadounidense, y a pilas.
Aunque la mayor¨ªa de expertos consultados insisten en que la adopci¨®n del coche el¨¦ctrico dar¨¢ un salto de gigante en los pr¨®ximos a?os ¡ªtambi¨¦n en Espa?a¡ª, con los actuales datos de ventas en la mano es dif¨ªcil poder pensar que se pueda plantear cumplir con el objetivo del Gobierno: cinco millones de coches electrificados ¡ªuna forma de ampliar el n¨²mero de veh¨ªculos a los el¨¦ctricos puros y los h¨ªbridos enchufables, que combinan el motor de combusti¨®n con la bater¨ªa¡ª circulando por las carreteras espa?olas en 2030. Hoy, apenas hay 200.000. ¡°Hay tanta oferta de coches como demanda por parte de los clientes, pero el ritmo se fija con motivaci¨®n pol¨ªtica y las medidas para impulsarlo no est¨¢n siendo suficientes para alcanzar lo que fij¨® el Ejecutivo¡±, se?ala el director general de la patronal de fabricantes Anfac, Jos¨¦ L¨®pez-Tafall.
Falta de apoyo
La industria del motor, desde las marcas a los vendedores, lleva a?os denunciando las medidas de apoyo del Gobierno por insuficientes. Piden ayudas m¨¢s claras y sencillas ¡ªarticuladas a trav¨¦s de la tercera edici¨®n del plan Moves, que habilita hasta 7.000 euros de subvenci¨®n¡ª, pero tambi¨¦n un impulso en la infraestructura el¨¦ctrica, que ven como uno de los grandes obst¨¢culos para dar confianza a los compradores.
El mayor problema al que se enfrenta el coche el¨¦ctrico sin embargo, es otro: el precio de una versi¨®n el¨¦ctrica equivalente a un coche de combusti¨®n es entre un 20% y un 30% m¨¢s alto, seg¨²n Faconauto. Hace dos a?os, la patronal europea ACEA elabor¨® un mapa que relacionaba poder adquisitivo nacional y penetraci¨®n del veh¨ªculo el¨¦ctrico; y sus conclusiones eran claras: a menor renta, menor penetraci¨®n de los coches cero emisiones.
¡°El precio es el principal obst¨¢culo¡±, se?ala Luis Miguel Garc¨ªa, gerente de la cadena de concesionarios Lurauto, presente en Navarra y el Pa¨ªs Vasco, con una gran cuota de ventas en coches electrificados, tanto el¨¦ctricos puros como h¨ªbridos enchufables, que tienen cierta autonom¨ªa para circular con la bater¨ªa. Su afirmaci¨®n casa con una encuesta elaborada por el Joint Research Centre de la Comisi¨®n Europea.
Conscientes de que todav¨ªa no han logrado escala suficiente para reducir costes y que las inversiones requieren ingresos r¨¢pidos, la estrategia de la mayor parte de las marcas ha sido entrar en el mercado de los el¨¦ctricos partiendo de la gama alta y m¨¢s cara de su cat¨¢logo, la que tambi¨¦n ofrece una rentabilidad mayor. Para Garc¨ªa, sin embargo, esa situaci¨®n que limitaba las ventas entre bolsillos menos pudientes podr¨ªa cambiar en solo a?o y medio, con una riada de modelos el¨¦ctricos de hasta 21.000 euros.
¡°Fabricar un el¨¦ctrico es mucho m¨¢s barato que uno equivalente de combusti¨®n¡±, sentencia Jes¨²s Brezmes, catedr¨¢tico del departamento de Ingenier¨ªa Electr¨®nica, El¨¦ctrica y Autom¨¢tica de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. ¡°No tiene radiador para disipar el calor, no tiene filtros y su motor es extremadamente simple, con un motor que ocupa poqu¨ªsimo. Y es el doble de eficiente. Lo ¨²nico que lo encarece es la bater¨ªa, que bajar¨¢ en los pr¨®ximos a?os¡±.
Esa tendencia a la baja se acelerar¨¢ con el aterrizaje en Europa de marcas de matriz china como MG, BAIC o BYD. ¡°Vamos a ver muchos m¨¢s fabricantes asi¨¢ticos, de la mano de empresas europeas, y eso va a hacer bajar los precios. Hay otros factores, pero este ser¨¢ un elemento clave en la ecuaci¨®n¡±, afirma Mar Garc¨ªa Ramos, socia responsable de Automoci¨®n y Movilidad de la consultora Grant Thornton, que apunta a 2027 como la fecha en la que los el¨¦ctricos igualar¨¢n en precio de venta a los de combusti¨®n.
No obstante, tanto Vald¨¦s como el presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Veh¨ªculos El¨¦ctricos (AUVE), Mikel Agirregabiria, consideran que hay que valorar el coche el¨¦ctrico teniendo en cuenta los consumos. Entonces, dicen, no hay comparaci¨®n con el de combusti¨®n. ¡°Aunque su precio sea m¨¢s alto¡±, enfatiza, ¡°a la larga el coste es menor porque la recarga es m¨¢s barata que llenar el tanque y su mantenimiento, casi nulo¡±, desliza el segundo. Pablo Fr¨ªas, coordinador del Observatorio del Veh¨ªculo El¨¦ctrico y Movilidad Sostenible de la Universidad de Comillas, lo corrobora: ¡°El coste inicial sigue siendo una barrera, pero si echas bien las cuentas, te salen a favor de comprarte un el¨¦ctrico. Especialmente, en el entorno urbano¡±.
Seg¨²n los c¨¢lculos del catedr¨¢tico de la Universidad Rovira i Virgili, con tarifa valle nocturna, el coste de carga de un coche el¨¦ctrico medio ronda los tres euros a los 100 kil¨®metros. ¡°Y eso es imbatible para uno de gasolina o di¨¦sel¡±, enfatiza por tel¨¦fono. Sobre la llamada ¡°ansiedad de autonom¨ªa¡±, la sensaci¨®n de que el alcance de la bater¨ªa no es suficiente ¡ªotra de las grandes cr¨ªticas de los detractores de esta tecnolog¨ªa¡ª, Brezmes cree que hay un ¡°problema de percepci¨®n: en un d¨ªa normal casi nadie hace m¨¢s de 300 kil¨®metros, y eso te los dan pr¨¢cticamente todos los el¨¦ctricos¡±. Es una afirmaci¨®n en la que coinciden Agirregabiria y Garc¨ªa.
Bruselas adelant¨® el a?o pasado el fin de las ventas de coches de combusti¨®n de 2040 a 2035. Ese movimiento dejar¨¢ fuera de juego no solo los motores de gasolina y di¨¦sel, sino tambi¨¦n los de gas natural y los h¨ªbridos enchufables: o el¨¦ctricos puros o nada. Sin embargo, algunas voces dudan de la efectividad de esa norma si no viene acompa?ada por una mejora en algunos elementos clave para su despegue definitivo.
¡°El coche el¨¦ctrico es un gran invento y, sin duda, se acabar¨¢ implantando definitivamente. Es imparable, pero antes hay que reforzar la red para evitar sobrecargas y restricciones en la recarga, y ampliar la generaci¨®n renovable (con almacenamiento)¡±, apunta Carlos Medina, del Consejo General de Ingenieros Industriales. ¡°Adem¨¢s, muchos conductores siguen teniendo dudas razonables sobre d¨®nde van a enchufar los coches que se compren. Hasta que no se resuelva esto, no terminar¨¢n de despegar¡±, augura.
Este ¨²ltimo argumento ha sido habitual entre fabricantes y vendedores. Espa?a es, seg¨²n ACEA, el noveno pa¨ªs por la cola por puntos de recarga por cada 100 kil¨®metros de carreteras ¡ªcon solo 1,6¡ª, mientras que Portugal tiene 25. Y los conductores no cuentan con un registro oficial para conocer d¨®nde est¨¢n esas instalaciones, advirti¨¦ndoles de su potencia o si est¨¢n en funcionamiento. El Gobierno tampoco ha publicado la orden sobre las gasolineras obligadas a tener puntos de recarga, a lo que la ley les obligar¨ªa a partir de febrero de 2023. Ese hecho diferencial ser¨ªa uno de los que explicar¨ªan la alta penetraci¨®n que est¨¢n teniendo los h¨ªbridos enchufables, muy criticados por los ambientalistas: en el primer semestre se vendieron un 71% m¨¢s que Alemania, un mercado el doble de grande que el espa?ol que ha dejado de subvencionar estos motores.
¡°Cat¨¢logo de excusas¡±
Tanto Agirregabiria como Vald¨¦s consideran, en cambio, que el principal mal que atenaza las ventas de el¨¦ctricos es la desinformaci¨®n, de la que acusa a algunos medios de comunicaci¨®n por las noticias negativas sobre incendios en algunas unidades, la supuesta r¨¢pida degradaci¨®n de bater¨ªas o el mayor coste energ¨¦tico de producir coches el¨¦ctricos, por las bater¨ªas. ¡°Comprar un el¨¦ctrico te convierte en predicador para rebatir los cu?adismos¡±, dice el primero, veterano conductor de 69 a?os que hace cinco apost¨® por el mundo de los el¨¦ctricos.
En la misma l¨ªnea, Vald¨¦s tambi¨¦n trata de desmontar, una tras una, el ¡°cat¨¢logo de excusas¡± con el que suele justificarse el retraso espa?ol: desde la menor capacidad de compra de los hogares ¡ª¡±puede haber una correlaci¨®n con la renta, pero en China y en Portugal son menos ricos y van mucho m¨¢s r¨¢pido¡±¡ª hasta el precio ¡ª¡±si haces 15.000 kil¨®metros al a?o o m¨¢s, ya es m¨¢s barato el el¨¦ctrico¡±¡ª, pasando por la falta de puntos de recarga ¡ª¡±es una idea err¨®nea que se ha instalado: con una m¨ªnima planificaci¨®n, se puede hacer sin problema un viaje a cualquier parte; y quien se puede pagar un el¨¦ctrico, tambi¨¦n puede costear una plaza de garaje con cargador¡±¡ª. Como Agirregabiria, ¨¦l tambi¨¦n cree que el retraso se debe, sobre todo, a una ¡°desinformaci¨®n interesada en favor de los modelos de combusti¨®n¡±.
Una oportunidad de 54 billones de euros
A escala mundial, la electrificaci¨®n del parque automotriz a escala mundial es una oportunidad de 54 billones de euros hasta 2050 ¡ªla friolera de 40 veces el PIB espa?ol¡ª, seg¨²n los c¨¢lculos de BloombergNEF. Tal es el giro de guion en algunos mercados europeos, con Noruega siempre a la cabeza ¡ªtras casi tres d¨¦cadas de ayudas, all¨ª m¨¢s de tres de cada cuatro coches nuevos ya son 100% el¨¦ctricos¡ª, que los modelos de combusti¨®n empiezan a quedarse sin mercado. Una realidad que, con el paso de los a?os, ir¨¢ inexorablemente a m¨¢s. Tambi¨¦n en Espa?a y tambi¨¦n los de segunda mano. ¡°Hoy en d¨ªa es un disparate comprar cualquier coche que no sea el¨¦ctrico, porque con las regulaciones de la UE el precio de reventa va a ser nulo¡±, sostiene Agirregabiria.
Que sea precisamente Espa?a uno de los pa¨ªses del bloque que m¨¢s est¨¦ arrastrando los pies con el coche a pilas encierra una ¨²ltima paradoja: la gran disponibilidad de viento, sol y terreno barato en zonas despobladas convierte a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en la regi¨®n europea con menores precios de la electricidad en muy pocos a?os. Una realidad dif¨ªcil de vislumbrar hoy, en plena crisis energ¨¦tica, pero que est¨¢ a la vuelta de la esquina. ¡°Tenemos una oportunidad ¨²nica y una necesidad ¨²nica: no solo conseguiremos un pa¨ªs m¨¢s limpio, sino que nos quitaremos pr¨¢cticamente toda la dependencia energ¨¦tica del pa¨ªs y muchas importaciones¡±, sentencia Fr¨ªas. El futuro es brillante, pero hay que llegar a ¨¦l cuanto antes.
Disparidad territorial y a la espera de 2025
Las diferencias regionales son particularmente significativas. Si en las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Valencia los modelos a pilas son moneda de cambio cada vez más común -aunque, de nuevo, mucho menos que en la Europa septentrional-, en el resto del territorio su llegada se está produciendo con cuentagotas: la pasada primavera, solo uno de cada 1.000 vehículos eran totalmente eléctricos, cuatro veces menos que en los grandes núcleos urbanos. Y apenas uno de cada diez conductores tiene intención de comprarse uno en el próximo lustro.
Hay razones, sin embargo, para pensar que el acelerón rural también puede llegar pronto. “La brecha regional se va a reducir, porque hay 150 municipios que tienen que desarrollar sus planes de movilidad y bajas emisiones en 2023, y el vehículo eléctrico es esencial para que se cumplan”, sostiene García Ramos, de Grant Thornton. Además, más allá de la llegada de modelos asiáticos de menor coste, en clave puramente española, en 2025 empezará en las plantas de Grupo Volkswagen en Barcelona y Pamplona la fabricación de su utilitario eléctrico más modesto, equivalente a los actuales Ibiza o Polo. Si una búsqueda en internet permite encontrar hoy precios para este último de en torno a 15.000 euros, su equivalente eléctrico tendrá un precio de salida de 20.000 euros.