Tesla se hunde en Bolsa tras incumplir su objetivo de ventas y las previsiones de los analistas

Tesla ha vuelto a decepcionar a los inversores. La compa?¨ªa de coches el¨¦ctricos que fund¨® y dirige Elon Musk bati¨® su r¨¦cord de ventas en 2022, pero se qued¨® lejos no solo de sus propios objetivos, sino tambi¨¦n de las previsiones m¨¢s modestas que barajaban los analistas. Ante la decepci¨®n, las acciones de la compa?¨ªa han abierto la sesi¨®n de este martes con una fuerte ca¨ªda cercana al 7% en Bolsa y el desplome se ha acelerado hasta cerrar con una ca¨ªda del 12,2% tras un a?o negro en que la empresa ha perdido dos tercios de su valor y ha hecho que Musk pierda el trono de hombre m¨¢s rico del mundo.

La empresa anunci¨® este lunes por la noche en un comunicado que produjo 439.701 veh¨ªculos y entreg¨® 405.278 en el cuarto trimestre de 2022. En el conjunto del a?o, las entregas de veh¨ªculos aumentaron un 40% interanual, hasta 1,31 millones, mientras que la producci¨®n creci¨® un 47% interanual, hasta 1,37 millones. Pese al fuerte crecimiento, la cifra se queda lejos de las expectativas. La empresa se hab¨ªa fijado un objetivo de crecimiento de las ventas del 50% anual, aunque en la presentaci¨®n de los resultados del tercer trimestre ya advirti¨® de que no alcanzar¨ªa esa meta. Pero las ventas han sido inferiores tambi¨¦n a los 420.000 coches que esperaban los analistas para el cuarto trimestre, seg¨²n la media de previsiones recopilada por Bloomberg.

La empresa lleva tres trimestres consecutivos fabricando m¨¢s coches de los que es capaz de vender, pero la diferencia nunca hab¨ªa sido tan grande como en el ¨²ltimo. ¡°Seguimos avanzando hacia una combinaci¨®n regional m¨¢s equilibrada de la fabricaci¨®n de veh¨ªculos, lo que de nuevo se tradujo en un nuevo aumento de los veh¨ªculos en tr¨¢nsito al final del trimestre¡±, se limit¨® a se?alar la compa?¨ªa, que presentar¨¢ sus resultados completos el pr¨®ximo 31 de enero.

Tesla ha sufrido paradas de producci¨®n en China por la pandemia durante el cuarto trimestre, pero adem¨¢s sus ventas se est¨¢n viendo afectadas por el frenazo de la econom¨ªa, golpeada por la inflaci¨®n, y por la creciente competencia de otros fabricantes de coches el¨¦ctricos. Seg¨²n el listado hecho p¨²blico por las autoridades tributarias, y del que se ha quejado Musk, la mayor¨ªa de los modelos de Tesla no se benefician de las nuevas ayudas al coche el¨¦ctrico puestas en marcha por la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n aprobada el a?o pasado por Estados Unidos, bien porque son demasiado caros o porque sus bater¨ªas no cumplen las exigencias de producci¨®n nacional exigidas por la norma. Los descuentos de 6.500 d¨®lares que ha ofrecido la empresa para tratar de compensar esa falta de subvenci¨®n no han sido suficientes para que las ventas alcancen sus objetivos.

El factor Twitter

Hay otro factor m¨¢s dif¨ªcil de medir, pero que tambi¨¦n preocupa a los analistas, que es el papel p¨²blico de Elon Musk desde que cerr¨® la compra de la red social Twitter. Hay tres motivos por los que esa operaci¨®n puede estar lastrando a Tesla. Por un lado, Musk ha vendido acciones por valor de decenas de miles de millones de d¨®lares para financiar la adquisici¨®n. Por otro, al asumir la gesti¨®n de la red social (aunque ha anunciado que busca un reemplazo como primer ejecutivo de la misma, despu¨¦s de que los usuarios votasen a favor de su dimisi¨®n) su atenci¨®n se ha desviado de Tesla. Y, en tercer lugar, Musk ha adoptado un perfil p¨²blico muy marcado y divisivo, con decisiones pol¨¦micas que pueden haber provocado la antipat¨ªa de los potenciales clientes de Tesla.

Adem¨¢s de los despidos masivos y otras decisiones pol¨¦micas, Musk se ha abrazado al Partido Republicano (para el que ha pedido el voto), ha atacado a los dem¨®cratas y ha readmitido a perfiles conservadores (algunos, extremistas) en su red, empezando por el expresidente, Donald Trump. Pero mientras Trump denigra en sus m¨ªtines los coches el¨¦ctricos y trata de trasladar a sus bases que son una estupidez, Musk puede estar provocando las iras de los progresistas, que resultan ser los mayores clientes de Tesla.