Tesla se da otro batacazo en Bolsa entre dudas por la demanda y por el comportamiento de Elon Musk

La crisis de imagen de la marca Elon Musk se extiende como una mancha de aceite. No es solo Twitter, la red social que compr¨® a finales de octubre por 44.000 millones de d¨®lares, la que se balancea sobre el alambre de la pol¨¦mica, en medio de una desbandada de usuarios y la retirada masiva de anunciantes. Tesla Motors, la compa?¨ªa de autom¨®viles el¨¦ctricos que fund¨® en 2003, encadena clamorosas ca¨ªdas en bolsa, con un descenso del 11,4% en la sesi¨®n de este martes que arrastr¨® al Nasdaq al rojo, tras conocerse que ha recortado su producci¨®n en China, lo que incrementa las dudas sobre la demanda futura. Cierto es que el batacazo de Tesla ¡ªsiete d¨ªas seguidos de p¨¦rdidas, la racha m¨¢s prolongada desde 2018¡ª se inscribe en el marco de un descenso de otros valores, tambi¨¦n de sus principales competidores, pero el comportamiento histri¨®nico de Musk suscita muchas dudas sobre la viabilidad de sus empresas.

Tesla se ha apuntado la peor semana de su existencia en t¨¦rminos burs¨¢tiles, con un valor por acci¨®n de 109 d¨®lares y el cierre m¨¢s bajo desde agosto de 2020, en plena pandemia. ¡°El t¨ªtulo ha estado bajo una intensa presi¨®n desde que los medios han informado de que la producci¨®n podr¨ªa sufrir un frenazo en China¡±, en concreto en su f¨¢brica de Shangh¨¢i, explicaba este martes Dan Ives, analista de Wedbush, citado por la agencia France Presse.

No se sabe si como causa o como efecto, Tesla est¨¢ en ca¨ªda libre. Y con el batacazo del martes ha perdido el 69% de su valor en Bolsa en lo que va de a?o, en un contexto en principio ventajoso, pero tambi¨¦n altamente competitivo: el claro impulso al uso de coches el¨¦ctricos por parte del presidente estadounidense, Joe Biden, casi como pol¨ªtica de Estado para fomentar la industria nacional y a la vez combatir el cambio clim¨¢tico. El Gobierno federal subvencionar¨¢ la compra de ese tipo de veh¨ªculos a partir de marzo (las bonificaciones estaban previstas para enero, pero su aplicaci¨®n se ha retrasado dos meses). Los accidentes mortales sufridos por algunos de los modelos de la marca tampoco ayudan, pero mucho menos a¨²n la cacofon¨ªa que rodea a su responsable, calificado de ¡°oligarca caprichoso¡± por el Nobel de Econom¨ªa Paul Krugman, desde su ruidoso desembarco en Twitter.

Musk, el mayor accionista de Tesla, ha vendido 23.000 millones de d¨®lares en acciones de la compa?¨ªa desde que se conociera su inter¨¦s por Twitter, en abril. En la llamada de Twitter Spaces celebrada la semana pasada, el que fuera el hombre m¨¢s rico del mundo ¡ªperdi¨® el cetro hace dos semanas en favor del franc¨¦s Bernard Arnault¡ª prometi¨® que no se deshar¨ªa de m¨¢s t¨ªtulos de Tesla hasta al menos 2024, o incluso m¨¢s tarde. Pero el sistema de vasos comunicantes que enlaza el destino de Tesla y Twitter se lo est¨¢ poniendo dif¨ªcil. Las acciones de la primera han perdido un 66% de su valor desde abril (cuando el magnate compr¨® m¨¢s de un 9% de la red social y se convirti¨® en su m¨¢ximo accionista), con un descenso del 45% desde que cerr¨® el acuerdo a finales de octubre. En ese mismo mes, el fabricante de veh¨ªculos el¨¦ctricos anunci¨® que no alcanzar¨ªa su objetivo de entrega de veh¨ªculos este a?o.

Menor demanda

No obstante, la tentaci¨®n de pensar que la historia de amor de Musk con Twitter es la principal responsable de la ca¨ªda en picado de Tesla no es sino un error de concepto, advierten los expertos. Citan problemas intr¨ªnsecos en la empresa automovil¨ªstica van mucho m¨¢s all¨¢. En v¨ªsperas navide?as, los inversores empezaron a preocuparse por el empeoramiento de las perspectivas de ventas y beneficios. Una se?al dio la voz de alarma sobre la creciente debilidad de la demanda: el anuncio de una sustanciosa rebaja en el precio de los modelos 3 e Y en EE UU. La firma ha ofrecido dos rebajas consecutivas a quienes adquieran un veh¨ªculo antes de finales de a?o, con un descuento inicial de 3.750 d¨®lares a principios de mes que el mi¨¦rcoles pasado subi¨® a 7.500 d¨®lares. Tambi¨¦n ha empezado a ofrecer recarga gratuita durante 10.000 millas (16.093 km) para los veh¨ªculos entregados en diciembre. Los compradores de coches Tesla en Canad¨¢ y M¨¦xico, y en menor medida en China, podr¨¢n disfrutar tambi¨¦n de ofertas acordes con el mercado local.

Un d¨ªa despu¨¦s de anunciar el segundo descuento de sus mejores modelos, los t¨ªtulos de Tesla se dejaron en Wall Street el 8,9% sin que mediara otra pol¨¦mica de Twitter. Los descuentos llaman especialmente la atenci¨®n tras la continuada subida de precios en los ¨²ltimos dos a?os por parte de Tesla, que achac¨® el encarecimiento a la interrupci¨®n de la cadena de suministro y a la inflaci¨®n. Solucionada la primera y con visos de reducirse la segunda, a juzgar por los datos de los dos ¨²ltimos meses, nadie, y menos a¨²n los accionistas, se explica la repentina generosidad de Musk.

El propio magnate dio una pista al proyectar sus temores a una recesi¨®n en 2023 si la lucha contra la inflaci¨®n de la Reserva Federal acaba enfriando la econom¨ªa. En el foro Twitter Spaces celebrado la semana pasada, el empresario dijo que prev¨¦ que la econom¨ªa entre en una ¡°grave recesi¨®n¡± en 2023 y que la demanda de art¨ªculos suntuarios, como sus coches ¡ªel modelo 3 cuesta 47.000 d¨®lares y el Y, m¨¢s de 65.000¡ª se reduzca.

El pobre desempe?o de Tesla ha sacado a la compa?¨ªa del listado de las 10 principales empresas del ¨ªndice S&P 500. Entre la debacle burs¨¢til y sus salidas de tono en l¨ªnea, como la continua provocaci¨®n a los usuarios de Twitter con encuestas enga?osas y listas negras de periodistas no gratos, el nerviosismo de los accionistas va en aumento. ?Qu¨¦ futuro espera a Tesla? Jeffrey Osborne, analista de Cowen, lo tiene claro: ¡°Nuestra sensaci¨®n es que la cuota de mercado de la empresa ha tocado techo¡±, afirm¨® este martes en declaraciones a la agencia Bloomberg. Lo dice un reconocido defensor de la carrera y los logros de Musk.