La estrepitosa ca¨ªda del tercer hombre m¨¢s rico del mundo
El empresario indio Gautam Adani ha reducido su fortuna casi a la mitad en una sola semana tras ser acusado de fraude y manipulaci¨®n financiera
La llegada de un multimillonario indio a la posici¨®n de hombre m¨¢s rico del mundo habr¨ªa sido una noticia de relumbr¨®n para el pa¨ªs asi¨¢tico. Una muestra m¨¢s de la fortaleza de una potencia emergente justo el a?o en que superar¨¢ a China como el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo gracias a sus m¨¢s de 1.400 millones de habitantes. Gautam Adani era un serio candidato a lograrlo. Solo ten¨ªa por delante al franc¨¦s Bernard Arnault, due?o de LVMH, y al estadounidense Elon Musk, fundador de Tesla y propietario de Twitter. Pero eso era hace unos d¨ªas.
El 24 de enero, la peque?a firma de inversi¨®n neoyorquina Hindenburg Research publicaba un explosivo documento de m¨¢s de 100 p¨¢ginas en el que acusa al conglomerado Adani Group de cometer fraude contable durante d¨¦cadas y enriquecerse manipulando las cotizaciones de sus filiales en los mercados, especialmente las de siete compa?¨ªas que se revalorizaron un 819% en solo tres a?os. Los negocios de Adani Group abarcan, entre otros muchos activos, puertos, minas de carb¨®n, empresas de alimentaci¨®n, aeropuertos, centros de datos y plantas el¨¦ctricas.
El esc¨¢ndalo ha provocado una estampida de inversores que ha rebajado el valor en Bolsa del grupo en m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares y deshinchado en tiempo r¨¦cord la fortuna del empresario indio. Ya no es el hombre m¨¢s rico de Asia. Ni siquiera de su pa¨ªs. Y ha ca¨ªdo hasta el puesto 17 en la lista Forbes de los m¨¢s acaudalados. Este jueves, esa clasificaci¨®n le adjudicaba un patrimonio de 64.200 millones de d¨®lares, pr¨¢cticamente la mitad que la semana pasada.
Negar las acusaciones no ha servido de nada a Adani, un hombre bien conectado con el poder en su pa¨ªs por su larga amistad con el primer ministro indio, el nacionalista Narendra Modi. En su respuesta, a¨²n m¨¢s larga ¡ª413 p¨¢ginas¡ª, juega la baza de unificar su imperio empresarial con el pa¨ªs donde opera, como si fueran la misma cosa: califica lo ocurrido de ¡°ataque calculado contra la India¡±. Y no oculta su desprecio contra los que le inculpan, a los que llama ¡°Madoffs de Manhattan¡±, en referencia al c¨¦lebre estafador de Wall Street.
Las intenciones de Hindenburg Research al acusar a Adani de pr¨¢cticas ilegales no son altruistas. La compa?¨ªa toma su nombre del zepel¨ªn alem¨¢n que entr¨® en llamas en 1937, una tragedia en la que murieron 36 personas. ¡°Buscamos desastres similares provocados por el hombre flotando en el mercado y nuestro objetivo es arrojar luz sobre ellos antes de que atraigan a m¨¢s v¨ªctimas desprevenidas¡±, dice la empresa en su web. Pero tras la investigaci¨®n de dos a?os para desenmascarar a Adani y las docenas de entrevistas que figuran en su informe hay tambi¨¦n un objetivo econ¨®mico: son un fondo bajista que gana m¨¢s dinero cuanto mayor sea la ca¨ªda de aquellos a los que denuncian p¨²blicamente. Eso no quiere decir necesariamente que mientan para lograrlo, pues en ese caso la jugada podr¨ªa acabar volvi¨¦ndose en su contra.
Su mayor triunfo lleg¨® en 2020 con su apuesta contra la el¨¦ctrica Nikola Corporation, aunque no desvelaron la cuant¨ªa de su bot¨ªn. Ahora, su nueva y suculenta presa es el magnate indio. No creen que el espectacular salto en su fortuna, que pas¨® de 8.900 millones de d¨®lares en 2019 a superar los 120.000 millones recientemente, haya sido conforme a la legalidad. Y el momento de soltar la bomba no pod¨ªa ser m¨¢s inoportuno para Adani, que se encontraba en plena captaci¨®n de 2.400 millones de d¨®lares por parte de inversores cuando la informaci¨®n sacudi¨® a su empresa, y finalmente dio marcha atr¨¢s en la operaci¨®n.
La cotizaci¨®n del grupo en la Bolsa de Bombay ha perdido el 52% de su valor en las ¨²ltimas cinco sesiones. Y el asunto no solo supone un golpe al bolsillo de su due?o y sus accionistas ¡ªgrandes y peque?os, repartidos por todo el mundo¡ª. Tambi¨¦n cuestiona la credibilidad del sistema indio, que de confirmarse las acusaciones no habr¨ªa contado con los mecanismos de control y contrapesos necesarios para frenar las artima?as del empresario. El desenlace del caso Adani ser¨¢ muy seguido por los inversores, dado que sentar¨¢ un precedente que analizar¨¢n antes de confiar su capital a firmas que puedan haber incurrido en pr¨¢cticas similares.
Mientras tanto, Adani ha continuado con su agenda corporativa tratando de transmitir normalidad en medio de la tempestad. Esta semana acudi¨® a Haifa (Israel), para participar en un acto por la compra del puerto de esa ciudad por parte de la firma que dirige. Es solo una pieza m¨¢s del inmenso puzle empresarial del grupo, que no ha parado de extender sus tent¨¢culos hacia nuevos sectores. En mayo pasado compr¨® la filial cementera india del grupo suizo Holcim al desembolsar 10.500 millones. Adem¨¢s, est¨¢ cerca de convertirse en el mayor accionista de NDTV tras lanzar una opa hostil sobre esta cadena de televisi¨®n, una de las voces cr¨ªticas con la gesti¨®n del primer ministro indio. Una carrera fren¨¦tica que ahora se ha topado con un obst¨¢culo inesperado.
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