Portugal revoluciona su pol¨ªtica de la vivienda: prohibir¨¢ nuevos pisos tur¨ªsticos y elimina los ¡®visados de oro¡¯
El Gobierno dise?a un plan que incluye el alquiler forzoso de los inmuebles vac¨ªos y un techo m¨¢ximo de los precios
La falta de viviendas asequibles para los bolsillos portugueses se ha convertido casi en una emergencia nacional. Los bajos salarios convierten en misi¨®n imposible afrontar la galopada del precio de las casas. Algunos estudios recientes demuestran que el precio medio de venta en Lisboa super¨® en 2022 al de Mil¨¢n, Madrid o Barcelona, mientras que el de alquiler fue mayor que el de la capital espa?ola y solo ligeramente inferior al de Mil¨¢n. El Gobierno ha decidido tratar de acabar con esto con un paquete de medidas que revolucionan la pol¨ªtica de la vivienda lusa de las ¨²ltimas d¨¦cadas, al contemplar propuestas de intervenci¨®n directa sobre el mercado de las que hasta ahora siempre hab¨ªa huido el primer ministro, el socialista Ant¨®nio Costa. Adem¨¢s se entierra el programa para conceder visados de residencia a extranjeros por inversiones en el pa¨ªs y se proh¨ªben nuevas licencias para pisos tur¨ªsticos, que algunos especialistas citaban como factores que favorec¨ªan la especulaci¨®n inmobiliaria y la subida de precios.
La iniciativa m¨¢s pol¨¦mica del plan gubernamental es el alquiler forzoso de las viviendas desocupadas. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica luso ha censado 723.215 hogares vac¨ªos en todo el pa¨ªs. El Estado podr¨¢ alquilarlos para subarrendarlos durante cinco a?os y actuar como un mediador inmobiliario, que cobra al inquilino y paga al propietario. Estos alquileres nunca podr¨¢n superar el 35% de los ingresos del n¨²cleo familiar. El Estado asumir¨¢ las rentas impagadas, de forma que los propietarios siempre las perciben, y gestionar¨¢ con el inquilino una soluci¨®n para la deuda, que en el peor de los casos puede incluir el desahucio. Las excepciones y detalles de esta iniciativa todav¨ªa ser¨¢n perfilados en el proceso de consulta p¨²blica y parlamentaria que se inicia ahora, aunque no se prev¨¦n grandes sobresaltos teniendo en cuenta que el Partido Socialista gobierna con mayor¨ªa absoluta. Est¨¢ previsto que el Consejo de Ministros apruebe en marzo la versi¨®n definitiva de las medidas, que tambi¨¦n incorporan beneficios fiscales para propietarios con el objetivo de favorecer el arrendamiento de larga duraci¨®n.
El intervencionismo p¨²blico tambi¨¦n se extender¨¢ sobre los precios de nuevos alquileres, algo que no ocurr¨ªa en Portugal desde 1985, cuando se legisl¨® para liberalizarlos. A partir de ahora se establecer¨¢ un techo m¨¢ximo de subida para los nuevos contratos de arrendamiento de viviendas, que estar¨¢ vinculado tanto a la evoluci¨®n como a las previsiones de la inflaci¨®n. Con esto se pretenden evitar las subidas disparadas en los precios de alquiler, que acaban forzando la salida de inquilinos que no pueden asumirlos.
En una entrevista a la cadena de televisi¨®n TVI, el primer ministro Ant¨®nio Costa justific¨® este giro en la pol¨ªtica de vivienda para encontrar un ¡°equilibrio¡± entre las necesidades de la poblaci¨®n y el desarrollo econ¨®mico. Porque una de las decisiones afecta directamente al turismo, un sector capital para la econom¨ªa lusa. El Gobierno prohibir¨¢ nuevos pisos tur¨ªsticos en todo el pa¨ªs, con la ¨²nica excepci¨®n de proyectos rurales que beneficien a poblaciones peque?as. ¡°Los pisos tur¨ªsticos tuvieron muchos efectos positivos para revitalizar nuestras ciudades pero tambi¨¦n tienen impactos negativos como la subida de precios¡±, explic¨® Costa. Adem¨¢s, se revisar¨¢ la licencia a los que ahora mismo est¨¢n en activo en 2030.
A finales de diciembre hab¨ªa 108.523 viviendas tur¨ªsticas registradas oficialmente en Portugal. La rehabilitaci¨®n de los centros hist¨®ricos de Lisboa y Oporto, muy deteriorados durante d¨¦cadas, fue una de las contribuciones positivas del desarrollo de las nuevas plataformas de alquiler tur¨ªstico, pero tambi¨¦n provocaron la expulsi¨®n de residentes locales y la gentrificaci¨®n urbana. En algunos distritos de Lisboa se avanz¨® casi hacia una especializaci¨®n, con el 60% de las casas de alquiler dedicadas al turismo. Estos excesos fueron corregidos con moratorias transitorias en zonas saturadas y algunas decisiones como una sentencia del Tribunal Supremo, que permit¨ªa vetar pisos tur¨ªsticos en edificios residenciales.
Con su prohibici¨®n, el Gobierno portugu¨¦s conf¨ªa en que se incentive ¡°el regreso al mercado inmobiliario de alojamientos que ahora son tur¨ªsticos¡±, se?al¨® el jueves Ant¨®nio Costa, al finalizar un Consejo de Ministros dedicado en exclusiva a la vivienda y donde se aprob¨® el paquete de medidas que costar¨¢n 900 millones de euros.
Una d¨¦cada de visados de oro
Otra de las grandes novedades es la finalizaci¨®n de los visados de oro, que conceden permisos de residencia a quienes inviertan en inmuebles, creen negocios o trasladen capitales a Portugal. En la pr¨¢ctica, desde que entr¨® en vigor en 2012, fue usado sobre todo por extranjeros que obten¨ªan la residencia lusa a cambio de comprar una vivienda: recibieron el 92% de los ¡°vistos gold¡±. Los ciudadanos chinos fueron los m¨¢s activos inversores y se beneficiaron de casi la mitad de los m¨¢s de 11.000 visados concedidos en una d¨¦cada.
Organismos como Transparencia Internacional y formaciones de la izquierda, como el Partido Comunista Portugu¨¦s y el Bloco de Esquerda, llevaban a?os pidiendo la extinci¨®n de esta medida que se introdujo para tratar de dar salida al parque inmobiliario de viviendas vac¨ªas que dej¨® la gran crisis econ¨®mica iniciada en 2008. ¡°El programa ya cumpli¨® la funci¨®n que ten¨ªa que cumplir¡±, dijo hace unos meses Costa, cuando por primera vez avanz¨® que se planteaba su extinci¨®n. Espa?a cuenta tambi¨¦n con un programa similar para conceder visados de residencia a cambio de atraer inversiones.
El giro del Ejecutivo luso, que hasta ahora no se hab¨ªa desmarcado de una pol¨ªtica fiscal heredada de la derecha para atraer dinero extranjero, ha recibido duras cr¨ªticas desde la oposici¨®n y organizaciones empresariales. El Partido Social Dem¨®crata (PSD, centroderecha) ha tildado el plan de ¡°estatalizante¡± y ¡°abusivo¡±, mientras que la Asociaci¨®n de Alojamiento Local de Portugal las considera ¡°grav¨ªsimas¡±. ¡°Estas medidas crean una enorme incertidumbre a la inversi¨®n privada y la vuelven inviable¡±, se?alaron en un comunicado.
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