El Gobierno holand¨¦s y las petroleras primaron los beneficios del yacimiento de Groningen sobre la seguridad de la poblaci¨®n
La comisi¨®n parlamentaria que ha investigado los se¨ªsmos derivados de la extracci¨®n de gas natural critica al Estado y a las compa?¨ªas Shell y ExxonMobil por ignorar las necesidades de la gente
El Gobierno holand¨¦s y las compa?¨ªas petroleras Shell y ExxonMobil antepusieron los intereses econ¨®micos a las necesidades de los habitantes de la provincia de Groningen, al norte de Pa¨ªses Bajos, donde la explotaci¨®n de un yacimiento de gas natural causa se¨ªsmos. A esta conclusi¨®n ha llegado una comisi¨®n parlamentaria, que ha calificado de ¡°fallo sin precedentes del sistema¡±, el hecho de que el sector p¨²blico y privado incumplieran sus obligaciones en busca del mayor rendimiento econ¨®mico. Desde 1986, ha habido en la zona m¨¢s de 1.600 sacudidas de tierra de hasta 3,6 grados de magnitud en la escala de Richter. Unos 85.000 edificios han resultado da?ados, pero solo un 30% de las casas han sido apuntaladas. ¡°Pa¨ªses Bajos tiene una deuda de honor con Groningen y debe a sus habitantes dinero, perspectivas de futuro y atenci¨®n¡±, dice el informe.
El yacimiento holand¨¦s es el mayor de Europa, y su explotaci¨®n comenz¨® en 1963. Desde entonces, ha proporcionado m¨¢s de 363.700 millones de euros al Estado. Shell y ExxonMobil explotan a medias la veta, y la empresa que lo gestiona (NAM, en sus siglas neerlandesas) recibi¨® 64.700 millones de euros en dividendos para sus accionistas, en cifras confirmadas por el ministerio de Econom¨ªa. Seg¨²n el informe presentado ahora, ¡°la gente no fue escuchada a tiempo, y los ministros del ramo recibieron informaci¨®n inadecuada sobre los riesgos de la extracci¨®n¡±. ¡°El Congreso tampoco dispuso de todos los datos e incumpli¨® su obligaci¨®n de representar los intereses de la ciudadan¨ªa¡±. El trabajo se?ala en particular al primer ministro, Mark Rutte, ¡°por haber subestimado la gravedad del problema durante largo tiempo¡±. Cuando se dio cuenta, ¡°nada cambi¨®¡±, a?ade.
Los temblores se remontan a 1986, debido a que el gas se extrae de una capa de arenisca ¡ªque se asienta¡ª a unos 3 kil¨®metros de profundidad. El Real Instituto Neerland¨¦s de Meteorolog¨ªa (KNMI), explica que se crea una diferencia de tensi¨®n a lo largo de las fracturas de esa capa, ¡°y en un momento determinado hay un cambio repentino, un se¨ªsmo¡±. Hasta la fecha, se han presentado 267.000 reclamaciones por da?os en los edificios, de las cuales se han atendido 230.000. En 85.000 casos, los inmuebles han sufrido da?os en varias ocasiones. El Gobierno no es ajeno a las presiones derivadas de la reducci¨®n del flujo de gas de Rusia, pero en septiembre pasado asegur¨® que manten¨ªa su decisi¨®n de no utilizar el yacimiento. Las instalaciones ser¨ªan una reserva y solo en caso de emergencia de suministros abrir¨ªan de nuevo la llave.
Para la comisi¨®n parlamentaria, el modelo de explotaci¨®n de la veta de gas explica en parte lo ocurrido. Desde 1963, el Gobierno trabaj¨® con Shell y ExxonMobil en lo que denominan ¡°un acuerdo silente entre socios¡±. El resultado era muy provechoso, porque el dinero obtenido por las autoridades con el gas iba a parar a las arcas del Tesoro. Luego contribu¨ªa a la prosperidad nacional, pero Groningen pag¨® el precio. Cuando los se¨ªsmos fueron m¨¢s intensos, sobre todo uno, en agosto de 2012, que lleg¨® a una magnitud de 3,6, las cosas no cambiaron. Al contrario. Ese a?o, la producci¨®n incluso aument¨®, dando pie a partir de entonces a un debate nacional. ¡°Las petroleras deb¨ªan asegurar el suministro, y para ello era preciso que no se supiera lo que ocurr¨ªa. No fueron los pol¨ªticos, sino los funcionarios quienes cooperaron con esas compa?¨ªas en nombre del Estado¡±, reza el informe. Esa colaboraci¨®n es descrita como un ¡°sistema cerrado¡± que retras¨® el debate p¨²blico. Hans Vijlbrief, secretario de Estado de Miner¨ªa, ha admitido que las conclusiones ¡°cortan la respiraci¨®n y siento verg¨¹enza; hay que hacer algo¡±. ¡°No se trata solo de una deuda de honor, es tambi¨¦n moral¡±. Por su parte, Coert Fossen, de la organizaci¨®n Movimiento por la tierra de Groningen, ha dicho que ¡°por fin nos sentimos escuchados, reconocidos¡±. Como otros afectados, pide que se completen las labores de refuerzo de los edificios da?ados. Un punto del informe critica ¡°los vaivenes en estos trabajos¡±.
La compa?¨ªa NAM quiere estudiar a fondo las conclusiones antes de responder. Marjan van Loon, m¨¢xima ejecutiva de Shell -dejar¨¢ el cargo el 1 de abril- ha saludado que se hayan centrado en la gente de Groningen. Tambi¨¦n ha reconocido que ¡°no se les escuch¨® lo suficiente cuando expresaron sus temores acerca de la seguridad¡±. Desde ExxonMobil, se espera que haya mayor claridad a partir de ahora ¡°en el papel y responsabilidades de los encargados de obtener el gas¡±.
El concepto de seguridad aplicado es tambi¨¦n criticado por la comisi¨®n parlamentaria. Primero, dicen, se ci?¨® a ¡°la de los empleados¡±. Cuando los da?os en las casas fueron cada vez mayores, se habl¨® de ¡°la seguridad de los inmuebles¡±. Sin embargo, ¡°la sensaci¨®n de inseguridad por parte de la poblaci¨®n, las muertes prematuras por el estr¨¦s causado, no han contado en la ecuaci¨®n de ning¨²n modo¡±. ¡°El sufrimiento de los residentes ha sido ignorado de forma sistem¨¢tica, y ello equivale a una negligencia hacia la gente de Groningen, atrapada en un bosque burocr¨¢tico¡±. En las conclusiones, subrayan que ¡°las palabras de los que deciden y las de la poblaci¨®n afectada difieren por completo¡±, en este caso.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.