Dos a?os de la ¡®ley rider¡¯: rebeld¨ªa en el sector del ¡®delivery¡¯, que ignora las multas millonarias de Trabajo
Glovo acumula m¨¢s de 200 millones de euros en sanciones y sigue operando con aut¨®nomos, al igual que Uber Eats. Just Eat s¨ª funciona con trabajadores contratados
Pocos gobiernos han desplegado tantas armas para cambiar la actuaci¨®n de una empresa como el Ejecutivo espa?ol respecto a Glovo y pocas compa?¨ªas han ignorado tanto tales esfuerzos. Dos a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la ley rider, tras cinco meses desde el ...
Pocos gobiernos han desplegado tantas armas para cambiar la actuaci¨®n de una empresa como el Ejecutivo espa?ol respecto a Glovo y pocas compa?¨ªas han ignorado tanto tales esfuerzos. Dos a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la ley rider, tras cinco meses desde el endurecimiento del C¨®digo Penal para atajar sus pr¨¢cticas y con 205 millones de euros en multas de la Inspecci¨®n de Trabajo, los repartidores de comida de Glovo siguen siendo aut¨®nomos, un r¨¦gimen menos costoso para la empresa y que protege peor al trabajador que la contrataci¨®n al uso. Y antes de todo este despliegue, hace tres a?os, el Supremo fij¨® doctrina: consideraba a los riders falsos aut¨®nomos. El mercado del reparto de comida a domicilio est¨¢ copado por otros dos actores: Uber Eats, que tambi¨¦n opera con trabajadores por cuenta ajena; y Just Eat, que s¨ª contrata a sus repartidores. Los tres dominan un sector que sigue creciendo, pese a las p¨¦rdidas millonarias en las cuentas de resultados. El ¨²nico que no utiliza aut¨®nomos est¨¢ cansado de competir con un modelo m¨¢s caro, mientras Glovo, por mucha multa que le impongan, dice que no ha pagado ni una porque recurre todas y la justicia a¨²n no le ha obligado. La ley rider, de momento, no cumple todos sus objetivos.
Eduard J. Alvarez, profesor de Estudios de Econom¨ªa y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), explica que Glovo ¡°no es una empresa tradicional, sino una start up¡±. Por ello, ¡°su objetivo no es la sostenibilidad econ¨®mica a largo plazo. Hasta que no tenga una posici¨®n muy dominante en el mercado y haya sobrepasado a la competencia no va a cambiar. Creo que, a corto plazo, no se va a plantear ese aumento de un 30% de costes que le supondr¨ªa laboralizar a los repartidores. No les importa pagar multas si van ganando facturaci¨®n y cuota de mercado¡±, explica Alvarez, autor de un estudio sobre la rentabilidad de este tipo de compa?¨ªas.
Los repartidores de Glovo se pueden identificar por sus ic¨®nicas mochilas amarillas, como la que utiliza Adri¨¢n. Este mi¨¦rcoles, a eso de las 14.00 horas, esperaba frente al McDonald¡¯s de Gran V¨ªa en Madrid a que el m¨®vil notificase alg¨²n pedido. ¡°Trabajo en esto porque no tengo papeles. Claro que preferir¨ªa un empleo con contrato, con unos ingresos fijos¡±, explica este venezolano de 29 a?os. Glovo ha sido multada por Inspecci¨®n por casos como este, en los que extranjeros sin permiso de trabajo operan alquilando cuentas de riders aut¨®nomos. ¡°Hay empresas que no laboralizan porque se quedar¨ªan sin una proporci¨®n enorme de sus repartidores¡±, a?ade Alvarez.
¡°Tengo cuatro hijos en Venezuela y por ellos trabajo muchas horas. Suelo salir de noche, pero la semana pasada fue mal¨ªsima, as¨ª que tengo que compensar¡±, contin¨²a Adri¨¢n. Prueba ese mal desempe?o mostrando el balance en su tel¨¦fono: marca que gan¨® unos 90 euros por 44 horas de conexi¨®n y 27 pedidos entregados. ¡°Los repartidores que tienen los hijos aqu¨ª trabajan hasta 15 horas al d¨ªa¡±, a?ade Carlos, venezolano de 19 a?os y tambi¨¦n sin papeles. ¡°Lo peor son estos tiempos de espera, en los que no cobramos¡±, comenta Gabriel, tambi¨¦n venezolano de 29 a?os en situaci¨®n irregular. Los tres usan bicicletas el¨¦ctricas, por las que pagan 135 euros de alquiler mensual. ¡°Con una normal te quedas atr¨¢s, tardas m¨¢s en entregar y la aplicaci¨®n te posiciona peor¡±, explica Gabriel. Aseguran que en un mes bueno ganan entre 400 y 500 euros tras descontar los gastos
El secretario de Estado de Empleo, Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey, reconoce su ¡°sorpresa¡± ante el panorama actual. ¡°Es un intento de no cumplir con las reglas que la sociedad espa?ola se ha dado de manera democr¨¢tica ¡ªla ley rider fue pactada por sindicatos y empresarios y aprobada con 195 votos a favor en el Congreso (20 por encima de la mayor¨ªa absoluta)¡ª. Digo con completa contundencia que cuando alguien se sit¨²a fuera de la ley, tiene que haber consecuencias¡±. P¨¦rez Rey se refiere a las propuestas de sanci¨®n de Inspecci¨®n de Trabajo contra Glovo: ya suponen 205 millones de euros en multas. La contundencia de la cifra contrasta con otra realidad palmaria: Glovo, que ha judicializado cada proceso, dice que a¨²n no ha abonado ni un euro en sanciones. A esto le pone el lazo el hecho de que no haya trascendido ni una multa contra Uber Eats. Fuentes de Inspecci¨®n aseguran que Glovo s¨ª ha pagado parte de las sanciones, pero no detallan cu¨¢nto, y que la labor investigadora se dirige contra ¡°todas¡± las empresas de delivery que usan aut¨®nomos.
Es dif¨ªcil entender este galimat¨ªas, tal desfase entre la acci¨®n de las administraciones y la realidad empresarial. Para comprenderlo, este diario ha intentado conversar con las tres empresas a las que m¨¢s interpela este proceso. Solo Just Eat ha accedido a una entrevista in situ con unos de sus directivos. Glovo ha contestado a varias preguntas, pero a trav¨¦s de correo electr¨®nico y bajo la condici¨®n de atribuir las declaraciones a fuentes de la empresa. Uber Eats se ha limitado a un breve comunicado que no responde a las cuestiones planteadas.
Empe?o en el uso de aut¨®nomos
Glovo, con el 25% de la cuota de mercado, es el principal agregador (plataformas donde se puede pedir a diferentes negocios) de la restauraci¨®n espa?ola. Le siguen Uber Eats con un 21% y Just Eat con un 18%, seg¨²n los datos de Smartme Analytics. Es decir, juntas concentran dos tercios de una tarta que creci¨® exponencialmente en la pandemia, cuando no se pod¨ªa salir de casa. ¡°Ahora estamos en un periodo de madurez, despu¨¦s de haber crecido a toda leche¡±, explica Patrik Bergareche, vicepresidente ejecutivo de Just Eat en la zona sur de Europa. Es un an¨¢lisis parecido al que hacen fuentes de Glovo: ¡°Estamos en un momento de consolidaci¨®n de los crecimientos pasados¡±.
La explosi¨®n del negocio de las plataformas coincidi¨® con la sentencia del Supremo de 2020, el remate a la sucesi¨®n de decisiones judiciales contra la utilizaci¨®n de aut¨®nomos como repartidores. Un a?o despu¨¦s, para terminar de armar el escudo contra esta pr¨¢ctica en el sector, el Gobierno aprueba la ley rider. La norma aplica a las plataformas de delivery, donde m¨¢s prevalencia tiene el problema de los falsos aut¨®nomos, pero no al resto de la econom¨ªa de plaformas. Ante este panorama, Deliveroo abandona Espa?a, trasciende la intenci¨®n de Uber Eats de laboralizar a sus trabajadores y Just Eat, que ya operaba con trabajadores con contrato, celebra la decisi¨®n. Entre las grandes, solo Glovo mantuvo entonces su apuesta por el modelo de aut¨®nomos.
¡°La regulaci¨®n actual ha establecido una presunci¨®n de laboralidad para las personas que operan los servicios de delivery. Nos encontramos, de este modo, ante una presunci¨®n que en ¨²ltima instancia se regula por el Estatuto de los Trabajadores y que admite prueba en contra. Cualquier actividad que observe los criterios de ajenidad y dependencia para el trabajo por cuenta ajena puede ser operada por un profesional aut¨®nomo. De este modo, lo que hicimos cuando entr¨® en vigor esta disposici¨®n fue lanzar un nuevo modelo in¨¦dito en Espa?a, que observa estrictamente los criterios de ajenidad e independencia y que por tanto se adapta a la regulaci¨®n¡±, defiende Glovo. Los laboralistas y expertos consultados difieren respecto a este an¨¢lisis: creen que los repartidores siguen en las mismas condiciones que antes de la ley rider y que son trabajadores al uso, un criterio compartido por el Ministerio de Trabajo.
El empe?o de Glovo no pasa inadvertido para Uber Eats, que recupera el sistema de aut¨®nomos pocos meses despu¨¦s de desecharlo. ¡°Sabemos que la gran mayor¨ªa de los repartidores desean ser aut¨®nomos y, por ello, en septiembre implementamos una serie de herramientas especialmente dise?adas para cumplir con la ley rider, que permite a los repartidores trabajar con plena autonom¨ªa, elegir su tarifa m¨ªnima o el tiempo que dedican, o bien trabajar bajo un contrato a trav¨¦s de nuestras flotas colaboradoras. Adem¨¢s de esta nueva opci¨®n para trabajadores aut¨®nomos, seguimos ofreciendo a los repartidores la opci¨®n de trabajar como empleados de nuestras flotas colaboradoras¡±, explica Uber Eats.
Nuria Soto, exrepartidora de Deliveroo y portavoz de la plataforma Riders X Derechos, reconoce que algunos riders prefieren ser aut¨®nomos, pero cree que este no es motivo para mantener un sistema ¡°antisocial¡±. ¡°La mayor¨ªa de riders que defiende este modelo no lo hacen porque quieran ser sus propios jefes. Lo hacen porque se les amenaz¨® con destrucci¨®n de puestos de trabajo si se laboralizaba, porque las empresas siguen teniendo el poder sobre su d¨ªa a d¨ªa y porque hay una ineficacia estatal para mejorar la situaci¨®n de estas personas¡±, a?ade. ¡°A Glovo le compensa pagar multas¡±, contin¨²a Soto, ¡°visto lo que se ahorran en Seguridad Social y lo que ganan pedido a pedido. Si a eso le sumas que Glovo logr¨® la mayor ronda de financiaci¨®n de un start up en la historia de Espa?a...¡±.
¡°Habr¨¢ m¨¢s contundencia¡±
Las millonarias propuestas de sanci¨®n de Inspecci¨®n de Trabajo contra Glovo se van amontonando, pero la compa?¨ªa no cede. Fuentes de la empresa conf¨ªan en que la justicia les dar¨¢ la raz¨®n y no tendr¨¢n que pagar. Sin embargo, seg¨²n adelant¨® La Informaci¨®n la semana pasada, han provisionado una partida especial para hacer frente a estos castigos. Adem¨¢s, Glovo se defiende destacando que todos los expedientes corresponden al periodo previo a la ley rider. Preguntado por esta circunstancia, P¨¦rez Rey pide paciencia: ¡°La ley rider protege a¨²n m¨¢s y se basa en el trabajo previo de Inspecci¨®n y la doctrina del Supremo. Lo que antes Inspecci¨®n practicaba con incertidumbre ahora lo hace con el respaldo de la legislaci¨®n. Ahora se puede esperar m¨¢s contundencia y menos dudas¡±.
El secretario de Estado de Empleo se muestra convencido de que habr¨¢ m¨¢s propuestas de sanci¨®n contra las empresas que persisten en la utilizaci¨®n fraudulenta de aut¨®nomos y que las cursadas se terminar¨¢n materializando, pero resalta que la Administraci¨®n tiene sus propios tiempos. Adem¨¢s, destaca que la nueva ley de Empleo agiliza la capacidad sancionadora de Inspecci¨®n y el cambio en el C¨®digo Penal que se?ala a los directivos de estas empresas. A la vez, llegados a este punto, cabe recordar las protestas de los trabajadores de Inspecci¨®n por la falta de recursos y su advertencia de que esto puede afectar a su labor investigadora.
La paciencia que pide P¨¦rez Rey se desgasta poco a poco en Just Eat, cuyos costes laborales son sustancialmente mayores que los de sus principales competidores (calculan que cada pedido les cuesta unos 8 euros y a la competencia, 4 ¡ªGlovo dice que es entre 4,5 y 5¡ª). ¡°Yo hablo con 10 abogados laboralistas y los 10 me dicen que la ¨²nica manera de no acabar con multas multimillonarias es emplear a los repartidores. Nuestra competencia ha decidido que no tiene por qu¨¦ pagar las multas y seguir con el modelo de aut¨®nomos¡±, indica Bergareche. ¡°Yo puedo entender¡±, contin¨²a, ¡°que una empresa opte por ese modelo porque es m¨¢s eficiente en costes. Pero es que hay un texto legal sobre la mesa que cierra esa puerta. No entiendo que haya gente que sigue sin creerse este tema. Las personas con much¨ªsimos a?os de experiencia en el mundo de la empresa no conocen un caso igual¡±.
Con todo, Bergareche cree que las consecuencias de la ley rider son positivas: ¡°El impacto en el sector ha sido netamente positivo. Un estudio que realizamos con Esade lo avala: se duplicaron las contrataciones indefinidas y el sector ha seguido creciendo¡±. Los datos del Ministerio de Trabajo apuntan en la misma direcci¨®n: en 2021 y 2022 Inspecci¨®n regulariz¨® a 28.526 trabajadores del sector del transporte, en el que se enmarcan los repartidores. Representan el 59,2% del total de empleos regularizados en ese periodo. ¡°Sin embargo¡±, a?ade Bergareche, ¡°el resultado no ha sido el que esper¨¢bamos. Los que s¨ª respetamos la ley nos vemos perjudicados a nivel econ¨®mico. Lo que nosotros nos gastamos en Seguridad Social ellos lo dedican a marketing y campa?as de precios¡±. M¨¢s all¨¢ de los costes en cotizaciones, el modelo de aut¨®nomos es mucho m¨¢s barato porque cuando el repartidor no est¨¢ trabajando no cobra. En un modelo laboral, con horarios m¨¢s o menos fijos, los periodos llamados ¡°de ociosidad¡± s¨ª se retribuyen.
Visto que la competencia sigue usando aut¨®nomos, ?qu¨¦ har¨¢ Just Eat en el futuro? ¡°Si tu pregunta es si ahora mismo nos estamos planteando pasar a un modelo de aut¨®nomos, la respuesta es no. Si tu pregunta es si vamos a seguir de brazos cruzados eternamente con un modelo m¨¢s caro, pues habr¨¢ que ir valor¨¢ndolo a medida que pase el tiempo. Ahora mismo nuestro compromiso con la ley es firme¡±.
El modelo de Just Eat es h¨ªbrido: algunos de los repartidores son propios de los restaurantes con los que trabaja, otros son empleados de la compa?¨ªa y tambi¨¦n hay otros subcontratados mediante empresas de trabajo temporal. Precisamente la Inspecci¨®n sancion¨® a la compa?¨ªa por el uso irregular de la subcontrataci¨®n el a?o pasado, un castigo que Just Eat ha recurrido. ¡°Este tipo de sanci¨®n t¨ªpicamente se da cuando se demuestra que una empresa, que tiene subcontratado un cierto servicio, est¨¢ ejerciendo la labor de organizaci¨®n y coordinaci¨®n del trabajo de los empleados de la empresa contratada. Llevamos muchos a?os haciendo este tipo de contratos de prestaci¨®n de servicios y tenemos la tranquilidad de que nada de esto es el caso en nuestro modo de operar¡±, explica Bergareche.
Glovo emplea a 15.000 repartidores ¡ªtodos ellos aut¨®nomos¡ª, Just Eat a 2.000 ¡ªcon contrato indefinido; la empresa dice no tener datos sobre el n¨²mero de subcontratados y los que operan desde los propios restaurantes¡ª y Uber Eats rechaza detallarlo.
El debate de fondo
El conflicto en torno a los riders absorbe el gran debate sobre las plataformas, que va mucho m¨¢s all¨¢ de los agregadores de comida r¨¢pida. Tambi¨¦n interpela a Airbnb o a Amazon, entre muchos otros. El profesor de la UOC considera que, por muchas vueltas que le demos, las plataformas no tienen un encaje apropiado en la legislaci¨®n laboral espa?ola actual. ¡°El tema principal, que no solo pasa con el reparto a domicilio, es que las plataformas exigen otra relaci¨®n entre empresarios y trabajadores. Si no se entiende esto iremos poniendo parches, pero no vamos a arreglar el problema¡±. Este experto cree que ni la contrataci¨®n al uso ni el sistema de aut¨®nomos son soluciones adecuadas. ¡°Hay que encontrar un modelo mixto, algo que concilie la protecci¨®n social del trabajador y la flexibilidad que buscan las plataformas¡±.
Algunos autores le han dado la vuelta a la pregunta: partiendo, como explica Alvarez, de que actualmente las plataformas no encajan en nuestro sistema de derechos laborales, ?y si simplemente se les impide operar? ¡°Puede que no encajen en el sistema espa?ol, pero s¨ª encajan en otros sistemas europeos. Y ellos te dir¨¢n que por reciprocidad entre Estados miembros tienes que acogerles. Y ah¨ª no puedes hacer nada. Este es un fen¨®meno global. Intentar dar la espalda al sistema de plataformas es como vallar el campo. Creo que lo mejor es adaptar la regulaci¨®n en busca del sistema menos perjudicial para todos¡±.
Justo en esa tarea se encuentran actualmente los pol¨ªticos comunitarios en Bruselas. El Parlamento Europeo aprob¨® en diciembre de 2022 la propuesta de directiva para regular el empleo a trav¨¦s de plataformas. El siguiente paso, antes de que entre en aplicaci¨®n, es que pase por el Consejo de la Uni¨®n Europea, donde est¨¢n representados los gobiernos de los Estados miembros. ¡°No hay una mayor¨ªa que apoye una propuesta tan ambiciosa como la que aprobamos en el Parlamento¡±, lamenta la eurodiputada socialista Estrella Dur¨¢, involucrada en esta negociaci¨®n. Este proyecto, explica, es parecido a la ley rider espa?ola, pero se aplica a todo el mercado de las plataformas. ¡°Para nosotros la prioridad absoluta es invertir la carga de la prueba. Que no sea el trabajador el que deba demostrar la laboralidad de la relaci¨®n, sino que sea la empresa la que demuestre, ante una denuncia, que esa persona no es su empleada¡±, indica Dur¨¢.
¡°Quiero que quede claro¡±, finaliza la eurodiputada, ¡°que no vamos contra la posibilidad de un modelo de trabajo aut¨®nomo vinculado a plataformas. Lo que defendemos es que las personas que sean trabajadoras, con una vinculaci¨®n clara, sean reconocidas como tales. Si la plataforma de verdad da flexibilidad, respeta la autonom¨ªa y no ejerce control, no hay ning¨²n problema en que sean aut¨®nomos¡±. Adem¨¢s, el proyecto ahonda en el control sobre los algoritmos, para que no decidan autom¨¢ticamente sobre trabajadores. Dur¨¢ espera que la normativa salga adelante antes de que termine la actual legislatura europea, es decir, antes de verano de 2024.
Entonces, posiblemente, ya hayan aparecido nuevos tipos de relaciones laborales que desaf¨ªen la normativa en vigor. Y, probablemente, precaricen a¨²n m¨¢s las condiciones del trabajador, como casi todas las nuevas f¨®rmulas que han ido surgiendo al albur del capitalismo digital.
Las dudas del sector
El delivery sigue creciendo en España, según datos de Circana, empresa especializada en análisis de hábitos de consumo. En el último año los españoles se gastaron 2.916 millones de euros en pedidos a domicilio, un 11% más que en el mismo periodo anterior y un 2% más en número de comandas. “En España el desarrollo del delivery era inferior antes de la pandemia al de nuestros vecinos europeos. Aunque seguimos siendo un país muy de consumo en sala (más del 65% del gasto lo hacemos ahí), el pedido a domicilio se ha desarrollado y consolidado su volumen de mercado”, explica Edurne Uranga, directora europea de Foodservice en Circana.
Sin embargo, los datos son menos positivos en las cuentas de resultados. Delivery Hero (propietario de Glovo), Just Eat y Deliveroo acumularon unas pérdidas netas de 9.000 millones de euros en 2022, que se elevan a 12.000 si se suma 2021. En el último ejercicio, Just Eat ha encabezado los números rojos con una pérdida de 5.667 millones, a los que se suman los 3.000 de Delivery Hero. Deliveroo perdió 333,1 millones. Todas ellas realizaron inversiones millonarias para consolidar su posición en el mercado, pero siguen siendo deficitarias. Como explica este artículo de CincoDías, su operativa corriente no es rentable, y las inversiones realizadas en los últimos años se han demostrado excesivas.
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