Ertzaintza: ¡°Las estafas digitales nos est¨¢n machacando
El a?o pasado, el 48% de los delitos se sufrieron en el ¨¢mbito de internet y uno de cada cinco se comete a trav¨¦s de las redes. Casi cualquier fraude se pude construir a trav¨¦s de las TIC
Vasos comunicantes. Quiz¨¢ sea una de las conexiones m¨¢s vibrantes que puede establecer hoy la tecnolog¨ªa. La que lleva del emprendedor ciberdigital a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que, como describen ellos con realismo, ¡°pisamos todos los d¨ªas el barro del delito¡±. Por medio hay frases y palabras sobre inversi¨®n, talento, formaci¨®n. Xabier Mitxelena, consejero delegado de Cybertix ¡ªuna consultora de ciberseguridad destinada a aut¨®nomos y peque?as empresas¡ª, es bien conocido en el mundo emprendedor. Comenz¨® en los albores de internet all¨¢ por 1995, y sabe que emprender es decidir y nunca resulta f¨¢cil. No son fondos de inversi¨®n que entran y salen en un m¨¢ximo de cinco a?os y manejan un holgado balance. ¡°Como inversor particular es bastante complejo. Hay que calcular un an¨¢lisis muy exhaustivo. Hallar un valor a?adido. Nosotros lo encontramos en los servicios de seguridad gestionado [antivirus, firewalls, detecci¨®n de intrusos, actualizaciones, auditor¨ªa de seguridad¡]¡±, admite.
El ecosistema de las cifras parece la carrera de Alicia en El Pa¨ªs de las Maravillas: hay premio para todos. Este a?o, el sector facturar¨¢, a nivel mundial, 219.000 millones de d¨®lares y crecer¨¢ un 12%. Y la consultora Gartner estima que durante 2026 el 70% de las juntas directivas tendr¨¢n que conocer el entorno ciberseguridad. Es la estrella de David guiando al portal de Bel¨¦n. ?O amanecen nubes que la ocultan? Hace falta talento que empiece ya a trabajar (existen unos 120 m¨¢steres de seguridad, una di¨¢spora educativa), simplificar todo este escenario y que los consejeros delegados entiendan que no hablamos de coste, sino de inversi¨®n. Y concretar los oficios: ser, por ejemplo, experto en seguridad financiera o energ¨¦tica.
Recuerda aquella frase de Neruda. ¡°Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos¡±. La diferencia puede ser el formato. BeDisruptive se define como una boutique tecnol¨®gica. La sem¨¢ntica resulta importante. Trabajan ¡ªsostiene¡ª a medida del cliente y le acercan las ¨²ltimas soluciones. En un mapa tachonado de destinos y oficinas. Roma, Madrid, Mil¨¢n, Panam¨¢ y Washington. Esta es la interpretaci¨®n de Jos¨¦ ?ngel Delgado, fundador y consejero delegado de la compa?¨ªa. Los dos expertos tienen fe y esperanza en los cambios. Todas las empresas espa?olas de software que han tenido ¨¦xito (?recuerdan Panda?) han sido compradas o bien trabajan fuera. ¡°Debemos conservar esta industria. Es un tema cultural. Falta que cale la idea de que se trata de una urgencia y necesitamos confianza¡±, resume Mitxelena.
Tal vez deber¨ªa trascender el concepto de soberan¨ªa digital. Y una vez m¨¢s la palabra talento. Un punto y seguido que transcurre por una carretera interminable. ¡°Creo que no andamos tan mal. Tenemos gente muy preparada. Pero faltan deberes. Debemos avanzar con la Administraci¨®n p¨²blica para formar a los j¨®venes¡±, aconseja Delgado. Cursos cortos, inteligencia artificial, cuidar a las personas, dotarlas de un plan de carrera, chicos y chicas que est¨¦n estudiando Formaci¨®n Profesional o entren en la Universidad y hallen en este mundo un prop¨®sito de vida.
Vocaci¨®n contra el cibercrimen
Ese es el barro de Elsa, Rosal¨ªa y Diego. La calle, la comisaria, las oficinas estatales. Gran parte de los estratos de esa tierra arcillosa donde el delito toma forma. Los tres (se aprecia en las fotos) visten sus uniformes respectivos. Representan una generaci¨®n joven, con dos mujeres, de la seguridad del Estado. Faltan sus apellidos y sus historias. Elsa Vicario es responsable de Delitos Estrat¨¦gicos en la demarcaci¨®n del Duranguesado (Bizkaia). Ha pasado siete a?os en tecnolog¨ªa y ha vuelto a trabajar en el d¨ªa a d¨ªa. Pelo casta?o recogido en una colecta, manga corta y un discurso a los ojos.
¡°No os hac¨¦is una idea de la cantidad de estafas que estamos viendo. Es el delito que m¨¢s se comete. Tanto a empresas como a particulares, les est¨¢n puliendo. Es una barbaridad¡±, avisa. ¡°Tal vez no genere tanta alarma social como la pornograf¨ªa infantil o la pederastia, pero las estafas nos est¨¢n machacando¡±. Y advierte de que hay chicos de 20 a?os capaces de organizar en un fin de semana una estafa y ganar de 150.000 a 200.000 euros sin trabajar y desde casa. ¡°Son j¨®venes nativos digitales resultado de la era que vivimos y persiguen, solo, dinero¡±, revela Vicario.
El paisaje es bastante oscuro, casi negro. El a?o pasado, el 48% de los delitos se sufrieron en el ¨¢mbito digital y ¡°uno de cada cinco se comete a trav¨¦s de las redes. Casi cualquier fraude se pude construir a trav¨¦s de las TIC¡±. Qui¨¦n duda ahora del infinitivo ¡°machacar¡±. Esta ¨²ltima declaraci¨®n procede de Diego Alejandro Palomino, inspector jefe de Polic¨ªa Nacional. Transmite un relato seguro. Es vocacional. Y tambi¨¦n comenta el asombro. Confirma eso que en el argot llaman modus operandi. ¡°Las organizaciones criminales est¨¢n trabajando como empresas. Incluso reinvierten sus ganancias il¨ªcitas en mejorar su tecnolog¨ªa. Han aprovechado la pandemia para ser m¨¢s eficientes¡±, revela.
Rosal¨ªa Mach¨ªn se disculpa. ¡°Hablo mucho¡±, sonr¨ªe tras una coleta rubia y una enorme empat¨ªa. Es capit¨¢n de la Guardia Civil y jefe de proyectos TIC-IA (Inteligencia Artificial). ¡°Estamos en un espacio sin fronteras y los delitos no tienen nacionalidad. Hay que reforzar la cooperaci¨®n internacional. Y la relaci¨®n p¨²blico-privada¡±.
Dos frases directas que no precisan ni comas. Pero conviene armar alguna cuenta. Para no perderse como Teseo (sin Ariadna) en laberinto de las cifras inimaginables. El coste medio de una ciber-breach (c¨ªber-brecha) que dura 200 d¨ªas o m¨¢s es de 4,86 millones de d¨®lares. Son los datos del informe Cost Of A Data Breach, publicado el a?o pasado por IBM. Quiz¨¢ sean las grietas m¨¢s caras del mundo.
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