Europa debe contar con una normativa clara para reducir la deuda que se aplique por igual a todos los Estados
Una regulaci¨®n fiscal efectiva tambi¨¦n resulta esencial para que la pol¨ªtica presupuestaria no genere presiones inflacionarias con car¨¢cter permanente
Para responder a todos los apremiantes desaf¨ªos, actuales y futuros, a los que se enfrenta la Uni¨®n Europea, consideramos que existe un ingrediente clave: debemos asegurarnos de contar con una sostenibilidad presupuestaria que salvaguarde la estabilidad, el crecimiento y el margen de maniobra en todos los Estados miembros y en toda la Uni¨®n Europea. Tanto hoy como a largo plazo. Y la buena noticia es que contamos con un mecanismo para hacerlo, a saber, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
?Qu¨¦ es lo que ha ocurrido? Antes de la pandemia, la pol¨ªtica fiscal en Europa result¨®, en ocasiones, demasiado expansionista. Se podr¨ªa haber hecho m¨¢s para consolidar y acumular reservas fiscales cuando la econom¨ªa estaba funcionando a un ritmo normal o favorable. Las reglas del pacto se concibieron con esta finalidad, es decir, permitir que los pa¨ªses acumulen reservas fiscales en ¨¦pocas de prosperidad a las que recurrir en tiempos de dificultad. Debido a las medidas adoptadas para hacer frente a las adversas consecuencias de la pandemia, la deuda del Estado en algunos Estados miembros de la UE se elev¨® hasta alcanzar niveles r¨¦cord y lo mismo sucedi¨® con la deuda de las administraciones p¨²blicas en su conjunto. Si bien los Estados miembros de la zona del euro registraron una deuda p¨²blica del 86% de PIB en 2019, esta cifra se increment¨® r¨¢pidamente hasta casi un 100% en 2020, antes de reducirse hasta alcanzar aproximadamente un 93% en 2022. All¨¢ por 2002, cuando se adopt¨® el euro en efectivo, la ratio segu¨ªa siendo de un 68%.
La cuesti¨®n es que no podemos permitir que los niveles de deuda incrementen indefinidamente de crisis en crisis. De hacerlo, la hacienda p¨²blica se ver¨ªa permanentemente saturada, lo que en ¨¦pocas de aumento de los tipos de intereses puede resultar especialmente costoso. Este dinero se puede explotar mejor en otros ¨¢mbitos y especialmente ahora, en una ¨¦poca en la que nos enfrentamos a tantas dificultades. Y esa es otra raz¨®n por la que debemos volver a instaurar la normativa fiscal ¡ªpero tras revisarla¡ª, para asegurar una correcta presupuestaci¨®n y definici¨®n de prioridades en los pr¨®ximos a?os.
Una normativa fiscal efectiva tambi¨¦n resulta esencial para que la pol¨ªtica presupuestaria no genere presiones inflacionarias con car¨¢cter permanente. As¨ª sucede, en particular, dentro de la uni¨®n monetaria. Y esta pol¨ªtica tampoco puede pasar por alto los cambios en las realidades geopol¨ªticas, lo que incluye el cambio clim¨¢tico, la digitalizaci¨®n y la pol¨ªtica de defensa. No obstante, todos deber¨ªamos tener claro que, en lo que respecta a los mercados de capital, la deuda es deuda. A estos mercados no les interesan los motivos por los que se contrae deuda, independientemente de lo v¨¢lidos que sean. Para preservar la credibilidad frente a los mercados de capital, los Estados miembros deben evitar d¨¦ficits y niveles de deuda excesivos o aplicar reducciones realistas, oportunas y suficientes a las ratios de d¨¦ficit y deuda.
A finales de abril de este a?o, la Comisi¨®n Europea expuso sus propuestas para el futuro de nuestro marco com¨²n de gobernanza econ¨®mica. Estas propuestas deber¨ªan considerarse un paso intermedio en nuestras deliberaciones en el Consejo, no una conclusi¨®n.
En nuestra opini¨®n, contar con una normativa clara y exhaustiva que se aplique por igual a todos los Estados miembros les facilita su cumplimiento y ejecuci¨®n. Por consiguiente, consideramos que es nuestro deber trabajar por una normativa fiable, transparente, f¨¢cilmente medible y vinculante en Europa. De hecho, estos cuatro factores constituyen la base para asegurar un trato igualitario entre los Estados miembros. Los criterios cuantitativos que se aplican a todos los Estados miembros resultan de ayuda al formular unos claros requisitos m¨ªnimos que posibilitan la consolidaci¨®n y fomentan el crecimiento. Despu¨¦s de todo, la pol¨ªtica presupuestaria consiste en cuantificar las prioridades pol¨ªticas.
Las propuestas de la Comisi¨®n prev¨¦n un avance hacia un mayor ¨¦nfasis en el medio plazo en la formulaci¨®n de pol¨ªticas presupuestarias. Este ¨¦nfasis conlleva sus ventajas ¡ªespecialmente porque los riesgos fiscales se extienden m¨¢s all¨¢ del corto plazo¡ª, que no se pueden pasar por alto. Y puede haber m¨¢s margen para las prioridades pol¨ªticas en el corto plazo si los pa¨ªses se comprometen y comienzan a adoptar reformas econ¨®micas que mejoren la sostenibilidad presupuestaria y de la deuda a largo plazo.
Al mismo tiempo, debemos preguntarnos hasta qu¨¦ punto ser¨¢n efectivas las decisiones en materia de reforma y gasto si se toman con demasiada antelaci¨®n, tambi¨¦n teniendo en cuenta las incertidumbres cada vez mayores a las que se enfrenta la Uni¨®n. No estamos convencidos de que los per¨ªodos de tiempo para ejecutar las labores de consolidaci¨®n necesarias que se prolongan m¨¢s all¨¢ del ciclo de una legislatura vayan a producir los mejores resultados posibles. De hecho, si los planes son a muy largo plazo, podr¨ªan quedar obsoletos con los ¨²ltimos acontecimientos, lo que supone que nosotros, en Europa, reaccionemos demasiado despacio a los nuevos desaf¨ªos, con lo cual se debilita nuestra competitividad global. Adem¨¢s, centrarnos m¨¢s en el medio plazo no puede conducir a situaciones en las que los futuros desaf¨ªos se usen para demorar o posponer esos ajustes fiscales que se necesitan hoy. Esto supondr¨ªa otra presi¨®n permanente sobre la sostenibilidad presupuestaria y desestabilizar¨ªa la uni¨®n monetaria. No obstante, un mayor ¨¦nfasis en el medio plazo deber¨ªa permitir ajustes m¨¢s graduales pero ambiciosos.
Como guardiana de los tratados de la UE, la Comisi¨®n Europea tiene una funci¨®n esencial que desempe?ar en lo que respecta a la supervisi¨®n fiscal. Pero debe contar con unas directrices claras y metas verificables y conjuntamente definidas. Necesitamos mantener el equilibrio adecuado entre las atribuciones de la Comisi¨®n Europea y los Estados miembros. Los tratados prev¨¦n una supervisi¨®n multilateral y, por tanto, tambi¨¦n atribuyen una funci¨®n importante a los Estados miembros. Deber¨ªa mantenerse as¨ª.
En las pr¨®ximas semanas y meses, continuaremos consultando intensamente y de manera constructiva con nuestros hom¨®logos europeos para lograr un conjunto de normas fiscales que funcione para Europa y todos nuestros ciudadanos y que combine la sostenibilidad presupuestaria con un margen de maniobra para hacer frente a los actuales y futuros desaf¨ªos.
Este art¨ªculo se publica conjuntamente con otros peri¨®dicos europeos que forman parte de la alianza editorial LENA.
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