Paul Krugman: ¡°Me sorprende que con estos tipos de inter¨¦s la econom¨ªa solo se haya ralentizado¡±
El economista afirma que la desigualdad salarial se ha reducido en la era de la covid-19 y la inflaci¨®n
Paul Krugman (Albany, 70 a?os) sufre en una sala del auditorio de Vigo los m¨¢s de 30 grados que ha tra¨ªdo la primera ola de calor del verano. ¡°?Vaya mundo!¡±, dice refiri¨¦ndose a esa manifestaci¨®n del cambio clim¨¢tico. ¡°S¨¦ que en Madrid es peor¡±, a?ade. El premio Nobel y prestigioso columnista norteamericano no es tan pesimista, en cambio, sobre la situaci¨®n econ¨®mica. Durante su presentaci¨®n en el Vigo Global Summit 2023, organizado por la Zona Franca de la ciudad gallega, afirma que la econom¨ªa no saldr¨¢ tocada de esta crisis inflacionista que, a su juicio, empieza ya a remitir.
Pregunta. Hace un a?o hablamos en Valencia y dijo que la inflaci¨®n iba a bajar de forma dr¨¢stica en un a?o hasta el 3%. En el caso de Espa?a, lo clav¨®.
Respuesta. ?De verdad? Estoy contento sobre d¨®nde estamos.
P. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, no parece estar muy impresionada con el dato y ha anunciado m¨¢s mano dura contra la inflaci¨®n.
R. En realidad, en el conjunto de la zona euro todav¨ªa dura. No entiendo por qu¨¦ la desinflaci¨®n no ha sido m¨¢s r¨¢pida en Europa, pero si Estados Unidos sirve como indicador, todo llegar¨¢. En cualquier caso, hace un a?o los optimistas intent¨¢bamos poner excusas para explicar por qu¨¦ los datos eran peores que la realidad. Ahora es al rev¨¦s, son los pesimistas quienes est¨¢n advirtiendo de que los datos pueden dar una impresi¨®n equivocada. Pero cada vez m¨¢s dif¨ªcil mantener esta ¨²ltima posici¨®n.
P. El mandato del BCE a medio plazo es el 2% y ahora se prev¨¦ que la inflaci¨®n en 2025 sea del 2,2%. ?Hasta d¨®nde van a llegar los banqueros centrales por esas dos d¨¦cimas?
R. Hay mucha incertidumbre. Las previsiones han sido consistentemente err¨®neas: demasiado optimistas con la inflaci¨®n y demasiado pesimistas con el empleo. ?Hemos de tomarnos muy en serio esa previsi¨®n del 2,2%? No lo creo. Lo cierto es que hay mucha m¨¢s incertidumbre sobre cu¨¢l es la tasa natural de inter¨¦s. En el caso de EE UU, no me sorprende que con los datos del mercado laboral y la econom¨ªa real la inflaci¨®n haya bajado. S¨ª estoy sorprendido de que, con los actuales tipos de inter¨¦s que tenemos, no hayamos experimentado m¨¢s que una ralentizaci¨®n econ¨®mica.
P. La econom¨ªa ha resistido mucho, pero hasta ahora. ?No teme que vayan demasiado lejos?
R. Para volver al 2% puede que necesiten una tasa de paro mayor. ?Es tan importante volver al 2%? Los banqueros centrales creen que no hacerlo da?ar¨ªa su credibilidad, lo cual probablemente es cierto. Tambi¨¦n creen que su credibilidad es extremadamente importante, lo que es probablemente falso.
P. ?No necesitan autoridad frente a los mercados?
R. Lo que importa es la econom¨ªa real, no los mercados. La creencia de los banqueros centrales de que la credibilidad es un factor importante para la batalla contra la inflaci¨®n no se apoya en ning¨²n dato. Por supuesto, lo que hagan tiene importantes efectos sobre la econom¨ªa, pero su creencia de que la credibilidad de los mercados en ellos es clave est¨¢ mucho menos justificada de lo que piensan. Si eres un banquero central, te pasas el d¨ªa hablando con financieros que se aferran a cada palabra que dices. Pero ni Wall Street, ni la City de Londres, ni Fr¨¢ncfort fijan precios y salarios, as¨ª que no tengo tan claro que la credibilidad de los bancos centrales cuente tanto.
P. S¨ª fijan los tipos de inter¨¦s de los que dependen millones de hipotecas...
R. Sobre este asunto de las hipotecas a tipo variable¡ Tal vez es un accidente hist¨®rico en Europa. El hecho de que en Estados Unidos los pr¨¦stamos sean a tipo fijo a 15 o 20 a?os est¨¢ ayudando mucho a evitar golpes indirectos.
P. Los banqueros centrales se han reunido en Sintra estos d¨ªas y han advertido sobre las subidas salariales. ?Qu¨¦ ocurre con los beneficios empresariales?
R. Los salarios no han elevado directamente la inflaci¨®n porque los beneficios han aumentado m¨¢s que los sueldos. Y algunos de los incrementos de m¨¢rgenes que hemos visto, aunque no todos, reflejan una explotaci¨®n del poder de mercado. S¨ª creo que la codicia es un factor, pero no el dominante. Y es tambi¨¦n verdad que no puedes aplacar la inflaci¨®n si los salarios suben tan r¨¢pidamente. En este caso, creo que Lagarde hace bien en observar los sueldos, porque es una de las medidas que hay que mirar para ver si la econom¨ªa est¨¢ sobrecalentada. Y el r¨¢pido crecimiento de los salarios es un indicador de que la econom¨ªa de la zona euro todav¨ªa lo est¨¢.
P. Las instituciones internacionales urgen a los gobiernos a retirar los est¨ªmulos. ?Qu¨¦ debe hacerse en el terreno fiscal?
R. No estoy seguro de cu¨¢l es el estado en Europa. En EE UU pr¨¢cticamente se han retirado todos. En otros tiempos, en otro universo pol¨ªtico, ahora ser¨ªa el momento para una subida temporal de los impuestos para enfriar la demanda. Pero eso no va a ocurrir.
P. ?Subirlos?
R. S¨ª, lo hicimos en EE UU en 1967 y 1968. El presidente Lyndon Johnson subi¨® los impuestos sobre la renta de forma temporal para intentar limitar la inflaci¨®n. Ahora ser¨ªa inconcebible.
P. De cara a las elecciones de julio, la derecha espa?ola propone bajarlos...
R. Ah s¨ª, esa es la gran idea zombie de que los impuestos bajos son un est¨ªmulo econ¨®mico a largo plazo. En fin, todos los pa¨ªses europeos tienen redes de seguridad mucho m¨¢s generosas que EE UU. En general, eso es bueno. No est¨¢n incentivando que la gente no trabaje, porque la participaci¨®n del mercado de trabajo ahora es elevada. Siendo realistas, ?c¨®mo se har¨ªa una contracci¨®n fiscal? Se est¨¢ gastando mayoritariamente en cosas buenas y las subidas de impuestos son imposibles. Por ahora, todo recae en la pol¨ªtica monetaria.
P. Despu¨¦s de la crisis inflacionista de los setenta s¨ª hubo ajustes en EE UU. ?Lo habr¨¢ esta vez?
R. Ahora hemos pasado del 9% a casi el 3% de inflaci¨®n sin un aumento del desempleo. No se parece en nada a lo que ocurri¨® entonces. As¨ª que soy optimista con que vamos a pasar esto sin tener que hacer nada. La analog¨ªa con los setenta esta vez no funciona.
P. ?La inflaci¨®n ha supuesto un aumento de la desigualdad?
R. No. En Estados Unidos ha sucedido lo contrario. Todo el mundo asume que la inflaci¨®n golpea a los m¨¢s pobres, pero no es as¨ª. Vemos que los incrementos salariales han sido sustancialmente mayores por abajo que por arriba. As¨ª que hemos observado una compresi¨®n significativa de la desigualdad en EE UU durante esta era de la covid-19. Hemos revertido al menos una cuarta parte del aumento de la desigualdad salarial que arrastr¨¢bamos desde los ochenta. Es mucho. Y solo los trabajadores peor pagados son el grupo cuyo sueldo ha crecido m¨¢s que la inflaci¨®n.
P. ?Pero no es el ciudadano con menos recursos el que va al supermercado y m¨¢s nota la subida de precios?
R. Eso es cierto, pero mientas la inflaci¨®n reflejaba sobre todo la subida de los precios de los alimentos y la energ¨ªa. Ambos son una gran parte de los presupuestos familiares. As¨ª que cuando tienes una inflaci¨®n alentada por energ¨ªa y alimentos, la desigualdad crece. Pero los precios de la energ¨ªa han bajado. Y en EE UU, los de los alimentos lo est¨¢n haciendo ahora tambi¨¦n.
P. ?Sigue la econom¨ªa espa?ola?
R. No he hecho los deberes.
P. Siempre se hab¨ªa dicho aquello de ¡°es la econom¨ªa, est¨²pido¡±, pero en Espa?a la actividad crece, el empleo tambi¨¦n y la inflaci¨®n est¨¢ por debajo del 2% y, en cambio, en las ¨²ltimas elecciones los ciudadanos no han premiado a los partidos que gobiernan. ?Nos estamos moviendo en par¨¢metros distintos?
R. Puede ser. En EE UU tuvimos las elecciones de mitad de mandato en noviembre. Y se esperaba una gran oleada republicana porque se dec¨ªa que la econom¨ªa iba terriblemente mal. Eso no sucedi¨®. No s¨¦ lo que dicen las encuestas espa?olas, pero en EE UU ocurre algo peculiar: si preguntas a los ciudadanos como les va financieramente, dicen que bastante bien; en cambio, cuando les cuestionan por c¨®mo creen va la econom¨ªa en el pa¨ªs, responden que es terrible. Es un puzle, parece que las percepciones de los ciudadanos s¨ª se han desconectado de la realidad econ¨®mica.
P. En su intervenci¨®n hablaba del poder de algunas redes y medios...
R. Tenemos encuestas en EE UU donde preguntan a la gente si han escuchado o visto cosas positivas o negativas sobre varios asuntos en los medios. Por ejemplo, sobre trabajo. Pues bien, con pleno empleo y cre¨¢ndose entre 200.000 y 300.000 puestos de trabajo mensuales, la gente dice que lo que escuch¨® fue sobre todo negativo. Hay manipulaci¨®n, s¨ª: est¨¢ la Fox News y en los medios partidistas. Ayer, por ejemplo, Biden anunci¨® un plan de inversiones de 40.000 millones y no tuvo nada de cobertura.
P. Tambi¨¦n est¨¢n los negacionistas del cambio clim¨¢tico y aqu¨ª estamos, en el norte de Espa?a con esta temperatura...
R. S¨ª, y s¨¦ que en Madrid es peor. Mi mujer es de Texas. All¨ª ha habido carteros que incluso han desfallecido y algunos incluso han muerto. ?Qu¨¦ mundo!
P. ?Qu¨¦ desaf¨ªos cree que tiene Espa?a?
R. Conozco mejor Portugal, porque tengo una conexi¨®n personal. Pero Espa?a creo que es una de las relativamente buenas historias. Teniendo en cuenta la gravedad de la crisis de la ¨²ltima d¨¦cada, la econom¨ªa se ha recuperado. Hay algunos pa¨ªses que est¨¢n retrocediendo. Alemania creo que tiene un problema m¨¢s profundo de lo que la gente cree. Espa?a, no tanto.
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