Celsa contiene la respiraci¨®n ante el juicio que decidir¨¢ su futuro
Los propietarios de la multinacional del acero defienden su solvencia ante el juez, mientras que los acreedores afirman que ya tienen preparado un nuevo consejo de administraci¨®n
Celsa est¨¢ ante su semana clave. Este lunes ha arrancado el juicio que debe dirimir si la propiedad del gigante sider¨²rgico contin¨²a en manos de la familia Rubiralta, fundadores de la empresa en 1967, o bien si se entrega el control de la compa?¨ªa a los fondos de inversi¨®n que quieren cobrarse la parte de la deuda que atesoran de la multinacional. Para ello, los fondos ¡ªentre los que est¨¢n Deutsche Bank, Goldman Sachs, Anchorage, Attestor, Cross Ocean y Golden Tree¡ª han pedido que se aplique la Ley Concursal, para que se apruebe su plan de reestructuraci¨®n que prev¨¦ convertir la deuda que tienen en acciones, y as¨ª hacerse con el 100% de la empresa familiar. En la primera jornada se han debatido cuestiones previas y se han fijado posiciones: los Rubiralta afirman que el plan de los fondos ¡°no asegurar¨ªa la continuidad del grupo¡±, mientras que los acreedores han anunciado que ya tienen listo un nuevo consejo de administraci¨®n para sustituir al actual, si el juez les da la raz¨®n. El pr¨®ximo martes, el titular del juzgado de lo mercantil n¨²mero 2 tiene previsto exponer sus conclusiones.
El peso de una multinacional como Celsa es muy notable, y prueba de ello es c¨®mo han cerrado filas en torno a la empresa tanto el Gobierno de la Generalitat como la patronal Foment del Treball, que en los ¨²ltimos d¨ªas han expresado la necesidad de que la empresa siga en manos de la familia Rubiralta. El temor que tienen es que un gigante como Celsa ¡ªcon 10.000 empleos directos y 30.000 indirectos, una facturaci¨®n de 6.084 millones de euros el a?o pasado y un resultado bruto de explotaci¨®n de 867 millones¡ª pase a manos de los fondos y estos vendan la compa?¨ªa para recuperar el dinero invertido. En esta l¨ªnea se ha expresado en sede judicial, Francesc Mesegu¨¦, vicepresidente del consejo de administraci¨®n de Barna Steel, empresa del grupo, y uno de los cargos de confianza de los accionistas. Mesegu¨¦ ha afirmado que el plan de reestructuraci¨®n de los fondos ¡°sumir¨ªa a la empresa en una incertidumbre que puede llevar al desastre¡±, por la posibilidad de que las empresas del grupo se pongan a la venta: ¡°Trabajar con los fondos da miedo: pueden hacer cosas no usuales¡±, ha dicho. Otro de los testimonios que han comparecido en la sesi¨®n de este lunes ha sido Xavier Pujol, consejero independiente, quien ha afirmado que el plan es ¡°perjudicial¡± para la compa?¨ªa, ya que es en realidad un plan financiero y no de desarrollo de negocio. Los representantes de los fondos han asegurado que su plan no es vender la empresa, que garantizan el empleo, que tienen un proyecto y no van a tocar el rumbo industrial e inversor de la empresa, y que hasta ya tienen preparado un nuevo consejo de administraci¨®n.
Esta visi¨®n de desarrollo de negocio explica tambi¨¦n c¨®mo se ha llegado hasta aqu¨ª. Celsa pidi¨® importantes sumas a la banca espa?ola para financiar su pol¨ªtica de crecimiento basada en adquisiciones, que ha resultado ser exitosa y le ha dado el volumen que tiene hoy, pero a la vez ha agrandado su deuda. Los fondos compraron una parte importante de esta deuda con importantes descuentos, y actualmente tienen 2.200 millones de los 2.700 millones del pasivo de Celsa (ostentan el 90% de la deuda jumbo y el 89% de la deuda convertible), cuyo plazo de pago ya venci¨®. Tras meses de tensi¨®n, en septiembre los fondos, que ya hab¨ªan planteado entrar en el capital, dieron un salto adelante y plantearon convertir parte de la deuda que atesoran ¡ª1.291 millones¡ª en el 100% de las acciones, mientras que el resto se podr¨ªa devolver en cinco a?os. La cuesti¨®n es, pues, cu¨¢nto vale Celsa: si vale m¨¢s que la deuda que tiene, los Rubiralta podr¨¢n retener la compa?¨ªa, pero si vale menos, los fondos podr¨¢n convertir la deuda que tienen en el total del capital. Los informes de las partes tambi¨¦n est¨¢n presentes en el juicio. El informe de Lexaudit sit¨²a el valor de Celsa entre los 2.400 y los 2.800 millones de euros. Es el informe en el que se basan los fondos, y est¨¢ presente en el proceso, pese a que Celsa intent¨® excluirlo, ya que fue mediador entre las partes. Por otro lado, los informes encargados por Celsa a Lazard y AZ Capital elevan la valoraci¨®n hasta los 6.000 millones.
En el juicio sobre la homologaci¨®n del plan de reestructuraci¨®n hay tres partes implicadas: los accionistas que tienen el capital de la empresa, es decir, la familia Rubiralta; los acreedores que impulsan el plan de reestructuraci¨®n; y Kutxabank, el ¨²nico de los acreedores que se opone al plan. Los representantes de los acreedores que se adhieren al plan para relevar a los Rubiralta han explicado que progresivamente fueron perdiendo la confianza en los accionistas, lo que les llev¨® a querer hacerse con el control de la empresa. En los ¨²ltimos contactos, la familia ha aceptado proponer que los fondos se queden con una parte minoritaria a cambio de una quita de 600 millones de deuda, pero los fondos ya quieren todo el pastel. Si se hubiese llegado a un acuerdo en esta direcci¨®n, ello habr¨ªa desbloqueado los 550 millones de euros que Celsa negoci¨® con el Estado en el marco de los rescates de la SEPI por la pandemia, y que a¨²n no se han ejecutado porque estaban sujetos a que hubiese una quita de deuda. La situaci¨®n ahora ya es otra: ¡°No hemos dejado de confiar en el grupo Celsa, sino en el accionista¡±, ha afirmado el representante de uno de los fondos en el juicio.
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