Cara o cruz para la batalla judicial por Celsa
La familia Rubiralta se enfrenta en los juzgados a los fondos a los que debe 2.400 millones


Acerinox obtuvo en 2022 los mejores resultados de su historia. Tubos Reunidos volvi¨® a los beneficios tras siete a?os de p¨¦rdidas y tras ser rescatada por la SEPI en 2021 con una inyecci¨®n de 112 millones de euros. Son solo dos ejemplos de c¨®mo el negocio del acero se benefici¨® de un fuerte viento de cola pese a la volatilidad de las materias primas y el alza el precio de la energ¨ªa. Como otras, la industria sider¨²rgica ha producido menos pero ha ganado m¨¢s. Y ese panorama no fue distinto para Celsa, que firm¨® el a?o pasado el mejor resultado bruto de explotaci¨®n de su historia, con un ebitda situado en los 867 millones de euros. Pero los propietarios, una de las ramas de la familia Rubiralta que fund¨® el l¨ªder espa?ol del acero en 1967, no est¨¢n para celebraciones. Si un acuerdo expr¨¦s no lo evita antes, un juez podr¨ªa decidir en junio entregar el control de la compa?¨ªa a un grupo de fondos de inversi¨®n que desde hace dos a?os presionan a la empresa para cobrar los 2.400 millones de deuda que poseen del grupo. Se la compraron con fuertes descuentos a la banca espa?ola, que hab¨ªa dejado a su vez grandes cantidades de dinero a Celsa para financiar una ambiciosa y arriesgada pol¨ªtica de adquisiciones. La misma pol¨ªtica que le permiti¨® superar los 6.000 millones de euros (6.084 millones) de facturaci¨®n por primera vez en 2022 y que, a la vez, tiene contra las cuerdas a sus accionistas. El negocio est¨¢ sano, no as¨ª el balance de la empresa.
¡°Hay una falta de confianza radical¡±, explican fuentes vinculadas a esos acreedores, entre los que se encuentran Deutsche Bank, Goldman Sachs, Anchorage, Attestor, Cross Ocean y Golden Tree. Seg¨²n estas, no hay casi negociaciones para alcanzar un acuerdo fuera del juzgado de lo mercantil n¨²mero 2 de Barcelona, m¨¢s all¨¢ de peque?as variaciones que va presentando Celsa sobre su ¨²ltima propuesta. Las relaciones entre ambas partes son como un tornillo pasado de rosca: tras tantas intentonas ya nada encaja. ?lvaro Lobato, el juez encargado del caso, ha programado para dentro de cuatro semanas una serie de vistas antes de tomar una decisi¨®n sobre un litigio que a¨²na complejidad t¨¦cnica e incluso pol¨ªtica: estrena la reforma de la Ley Concursal y la posibilidad de aprobar planes de reestructuraci¨®n presentados ¨²nicamente por acreedores y, en el caso de que la sentencia favoreciera el cambio de propiedad, esa decisi¨®n podr¨ªa requerir del pl¨¢cet del Gobierno, si es que llega a considerarla una empresa estrat¨¦gica. Es como si todo estuviera al l¨ªmite.
La situaci¨®n hace tiempo que se larva, pero en septiembre pasado los fondos acreedores dieron una vuelta de tuerca a la situaci¨®n presentando un plan de reestructuraci¨®n ante el juzgado en el que instaban a convertir 1.291 millones de sus 2.400 millones de deuda en el 100% de la compa?¨ªa, mientras que el resto de los pr¨¦stamos se podr¨ªa retornar en 5 a?os. Doblaban as¨ª su apuesta, ya que anteriormente hab¨ªan reclamado tener presencia en el capital, pero nunca con la totalidad de las acciones, propuesta que los Rubiralta siempre hab¨ªan rechazado de plano. Pero los fondos confiaban en la valoraci¨®n que hac¨ªan de la empresa, que situaban por debajo de los 2.400 millones (aunque en una valoraci¨®n basada en m¨²ltiplos del ebitda, que hace dos a?os era menos de la mitad de lo que fue en 2022, de 350 millones). Un informe de Lexaudit, mediador entre las partes en los juzgados que Celsa intent¨® sin suerte excluir del proceso, valid¨® esa cifra al situar el valor de la empresa entre los 2.400 y los 2.800 millones de euros, cantidad que dos informes encargados (a Lazard y AZ Capital) y entregados en el juzgado por Celsa elevaban hasta los 6.000 millones. Esa valoraci¨®n de la compa?¨ªa es una piedra angular para la decisi¨®n final: si la empresa vale menos que el cr¨¦dito que acumula, adem¨¢s de otras condiciones, podr¨ªa pasar totalmente a manos de los acreedores.
La presi¨®n de los fondos ha surtido efecto. Los Rubiralta se han abierto por primera vez a ceder capital, pero con un l¨ªmite del 49% para preservar el control y a cambio de una quita de alrededor de 600 millones de euros. Los acreedores conseguir¨ªan ya 650 millones de euros en efectivo (550 millones procedentes del rescate de la SEPI que todav¨ªa no se ha ejecutado) y se asegurar¨ªan dos consejeros con capacidad de veto en el consejo.
Parece que sobre esa propuesta se podr¨ªa vestir un acuerdo ajeno a los tribunales. Fuentes de los fondos consideran que hace un a?o quiz¨¢s habr¨ªan aceptado la propuesta de la empresa, pero que ahora, sin esa ¡°confianza¡±, no ha lugar a no ser que el proceso judicial se acabe deteniendo. Otra alternativa para aceptar ser¨ªa, y eso lo dicen fuentes externas a la negociaci¨®n, que la oferta se mejorara exponencialmente. El terreno de juego est¨¢ tan embarrado que el presidente de la compa?¨ªa, Francisco Rubiralta, asumi¨® personalmente reuniones con cada uno de los fondos en busca de una salida dialogada junto a su vicepresidente, Francesc Mesegu¨¦. Jug¨¢rselo en los juzgados es para Celsa como echar una moneda al aire: prolonga la actual situaci¨®n o lo pierde todo de golpe. No hay m¨¢s. De ah¨ª que haya intentado impugnar el proceso demandando una consulta al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea, petici¨®n que el juez ha considerado fuera de lugar en el actual momento procesal.
No obstante, Celsa se ha acostumbrado a superar fechas l¨ªmites. Pas¨® con el pago de su deuda y ocurrir¨¢ con la concesi¨®n de 550 millones de la SEPI que se argumentaban por el golpe de la covid. La pandemia est¨¢ superada y Celsa todav¨ªa no se ha hecho con esos recursos precisamente porque no ha sido capaz de, tal y como reclamaba el organismo estatal, limpiar su balance enjugando 1.200 millones de euros del pasivo.
Si entran en el capital y en el consejo, los acreedores quieren elaborar un nuevo plan de negocio que asegure la viabilidad y, sobre todo, su posible salida con el mayor volumen de beneficios. ¡°Eso no se plantea en tres o cuatro a?os¡±, asegura. La opci¨®n de una Celsa en Bolsa ser¨ªa una posibilidad de futuro. Pero, de momento, todo depende del juicio. O de una negociaci¨®n que, dicen, no existe.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
