El BCE lleva los tipos de inter¨¦s a niveles de hace dos d¨¦cadas con otra subida de 0,25 puntos
Lagarde eleva el precio del dinero hasta el 4,25% y pone por primera vez sobre la mesa una posible ¡°pausa¡±
Hace un a?o, el Banco Central Europeo (BCE) dejaba atr¨¢s una era in¨¦dita en su historia para abrir un cap¨ªtulo completamente distinto. La instituci¨®n que preside Christine Lagarde dijo adi¨®s a la ¨¦poca del dinero ultrabarato para ejecutar la mayor subida de tipos de inter¨¦s de la zona euro para aplacar una inflaci¨®n galopante que lleg¨® a los dos d¨ªgitos. La autoridad monetaria ha profundizado este jueves en esa escalada adentr¨¢ndose en un territorio propio de comienzos de siglo con una subida de los tipos de inter¨¦s de un cuarto de punto, situ¨¢ndolos en el 4,25%. El final de ciclo, sin embargo, est¨¢ cerca. Y Fr¨¢ncfort prepara ya la pista de aterrizaje para usarla despu¨¦s del verano, sin especificar cu¨¢ndo. La reuni¨®n de septiembre es, en palabras de Lagarde, un ¡°puede ser decisivo¡±. ¡°Decidiremos si subimos tipos o hacemos una pausa¡±, ha anunciado.
Las econom¨ªas de la zona euro han emprendido de nuevo una suerte de desacople. Alemania, en recesi¨®n desde el primer trimestre del a?o, vio c¨®mo en junio la inflaci¨®n volv¨ªa a escalar. En el otro extremo, Espa?a sigue creciendo y creando empleo a la vez que los incrementos de precios ese mismo mes se situaron por debajo del 2%, dentro del objetivo del BCE. ¡°Eso demuestra la belleza de Europa¡±, ha afirmado Lagarde al hablar del caso espa?ol. No obstante, la francesa ha recordado que el BCE debe observar los datos agregados de la zona euro para cumplir con su mandato. Y estos mejoran ¡ªla inflaci¨®n ha bajado al 5,5%¡ª, pero no con el vigor que querr¨ªa ver. ¡°La inflaci¨®n contin¨²a disminuyendo, pero a¨²n se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo¡±, ha advertido la jefa del Eurobanco.
La decisi¨®n de subir los tipos de inter¨¦s por novena vez consecutiva, adoptada por unanimidad, llega despu¨¦s de que la Reserva Federal optara el mi¨¦rcoles por volver a subir el precio del dinero para resfriar una econom¨ªa que sigue resistiendo los golpes del banco central. El movimiento del BCE adentra los tipos en el terreno en el que la instituci¨®n se mov¨ªa en el a?o 2000, cuando un crecimiento de casi el 4% aupaba los precios. El alza de precios actual es distinta. Empez¨® por el fin de una pandemia que gener¨® una gran bolsa de ahorro y por el atasco global en la cadena de suministros. Esos dos factores apenas tienen ya incidencia en los precios. Ahora Fr¨¢ncfort se fija en dos din¨¢micas: el ¡°aumento de los salarios¡± y los ¡°a¨²n s¨®lidos m¨¢rgenes de beneficios¡±. Aun as¨ª, Lagarde no aprecia a¨²n efectos de segunda ronda y, en l¨ªnea con el FMI, cree que las empresas pueden absorber los incrementos de sueldos con los beneficios de los ¨²ltimos dos a?os.
En cualquier caso, el bolsillo de los espa?oles sufre ahora sobre todo por el aumento de las cuotas hipotecarias. De las decisiones que se toman cada mes y medio en Fr¨¢ncfort dependen los presupuestos de m¨¢s de cinco millones de hogares de Espa?a que firmaron su pr¨¦stamo a tipo variable. Para ellos, hay una buena noticia. O m¨¢s bien, media. El BCE ya barrunta una ¡°pausa¡± en las subidas. As¨ª queda reflejado en el comunicado, en el que cada palabra est¨¢ cuidadosamente elegida ¡ªnada es ¡°irrelevante¡±, ha dicho Lagarde¡ª. Los tipos de inter¨¦s ya no se ¡°llevar¨¢n¡± a un terreno que enfr¨ªe la econom¨ªa, sino que se ¡°fijar¨¢n¡± en ese espacio. En septiembre, pues, la autoridad monetaria puede decidir subir o mantener los tipos. Lo que seguro que no ocurrir¨¢ ¡ªy ah¨ª est¨¢ la mitad m¨¢s dolorosa de la noticia¡ª es que el precio del dinero baje. Es m¨¢s: ninguna soluci¨®n ser¨¢ definitiva. Es decir, pueden parar y luego reanudar los incrementos. ¡°Si bien algunos indicadores muestran signos de moderaci¨®n, la inflaci¨®n subyacente se mantiene en niveles, en general, elevados¡±, ha recordado Lagarde.
Deterioro econ¨®mico
En la reuni¨®n de septiembre, los consejeros del BCE tendr¨¢n en su poder nuevas previsiones econ¨®micas, sabr¨¢n si han logrado empezar a retirar la roca de la inflaci¨®n subyacente y podr¨¢n observar si el grifo del cr¨¦dito sigue cerr¨¢ndose. Esas son las tres variables que guiar¨¢n su decisi¨®n. El gobernador del Banco de Holanda, Klaas Knot ¡ªun destacado miembro del sector m¨¢s ortodoxo¡ª ya hab¨ªa dejado antes de la reuni¨®n en el aire la subida de septiembre. No en vano, el BCE corre el riesgo de pasarse de frenada a pesar de la fortaleza que exhibe Europa. ¡°Las perspectivas econ¨®micas a corto plazo para la zona del euro se han deteriorado, debido en gran medida a una demanda interna m¨¢s d¨¦bil¡±, ha afirmado Lagarde, quien ha anticipado que el empleo puede empezar a resentirse en el sector industrial.
El BCE sigue, de forma paralela, desprendi¨¦ndose de la cartera de bonos que acumul¨® durante las crisis de la deuda y de la pandemia. Sin embargo, la reducci¨®n del balance no ha estado entre las principales armas de Lagarde para combatir la inflaci¨®n. Y seguir¨¢ siendo as¨ª aunque a la vuelta del verano se opte por congelar las subidas de tipos. Ese proceso preocupaba sobre todo al sector heterodoxo del Eurobanco, que tem¨ªa por que la salida del BCE de los mercados de deuda castigara de nuevo los bonos de los pa¨ªses perif¨¦ricos. Las primas de riesgo finalmente se han comportado pese al endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria. No obstante, para hacer ese proceso m¨¢s digerible para los bancos centrales, que acumulan p¨¦rdidas por las subidas de tipos, el BCE ha decidido tambi¨¦n fijar la remuneraci¨®n de las reservas m¨ªnimas en el 0%. Lagarde ha explicado que esta decisi¨®n ¡°mejorar¨¢ la eficiencia de la pol¨ªtica monetaria al reducir el importe total de intereses que debe pagarse por las reservas a fin de aplicar la orientaci¨®n adecuada.
Los mercados han aplaudido la decisi¨®n del BCE y las ganancias en Bolsa se han acentuado despu¨¦s de su comparecencia. El euro, en cambio, ha ca¨ªdo frente al d¨®lar ante un discurso mucho m¨¢s blando y la rentabilidad de la deuda soberana ha subido. ¡°Esperamos que los datos [de septiembre] sean lo suficientemente d¨¦biles como para justificar una interrupci¨®n, ya que las presiones inflacionistas subyacentes est¨¢n disminuyendo y la actividad sigue debilit¨¢ndose conforme el efecto del endurecimiento anterior se transmite a la econom¨ªa¡±, explica Felix Feather, analista de Econom¨ªa Europea de Abrdn.
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