El menguante encanto de China: las multinacionales buscan alternativas para producir en Asia
El choque entre Pek¨ªn y Washington, la subida de los salarios y el recuerdo de la controvertida pol¨ªtica contra la covid impulsa a las empresas a diversificar su producci¨®n en pa¨ªses como Vietnam, Tailandia o la India
La globalizaci¨®n fue durante mucho tiempo una cuesti¨®n de precio. Tan simple y tan complejo como encontrar las mercanc¨ªas m¨¢s baratas o los lugares donde menos cuesta producirlas, y moverlas luego all¨ª donde el consumidor se encuentre para extraer as¨ª el m¨¢ximo margen de beneficio posible. Ese objetivo es todav¨ªa parte de su esencia, pero desde el estallido de la pandemia y la guerra en Ucrania, otro factor gana terreno en la estrategia de las empresas: la seguridad del suministro.
De nada sirve producir barato si las restrictivas leyes de un pa¨ªs mantienen las f¨¢bricas cerradas m¨¢s all¨¢ de lo que parece razonable, como hizo China cuando el virus se extendi¨®. Ni localizar inversiones en un Estado que ataca a un vecino convirti¨¦ndose en un paria por las sanciones internacionales, caso de Rusia. O apostar por una naci¨®n sometida a un embargo de chips de tecnolog¨ªa punta por temor a que la utilice con fines militares contra la cercana Taiw¨¢n, China de nuevo.
El gigante asi¨¢tico ha pasado de ser el lugar donde hay que estar a ser observado con desconfianza por las multinacionales. La idea es que todav¨ªa hay que estar, porque es un mercado de m¨¢s de 1.400 millones de personas con d¨¦cadas de conocimiento industrial acumulado, lo que le hizo ganarse el apodo de la f¨¢brica del mundo. Pero su atractivo se reduce conforme los riesgos crecen: los salarios han aumentado mientras su econom¨ªa se desarrollaba, haci¨¦ndole perder competitividad; la cuesti¨®n geopol¨ªtica de su choque con Estados Unidos aparece y desaparece, y cualquier error de c¨¢lculo en ese equilibrio resultar¨ªa fatal; y los confinamientos extremos impulsados por Pek¨ªn en su pol¨ªtica de covid cero, que dej¨® en casa a los conductores y otros trabajadores fundamentales para el comercio, y a algunos grandes puertos y f¨¢bricas funcionando a medio gas, mostraron los peligros de poner todos los huevos en la misma cesta y la necesidad de diversificar.
En un momento donde se suceden las crisis en las cadenas de suministro ¡ªde la reciente falta de verduras en el Reino Unido, al atasco en el Canal de Panam¨¢ por la falta de agua, o la sequ¨ªa que provoca escasez de productos agr¨ªcolas en distintas geograf¨ªas¡ª, y donde la cuesti¨®n ambiental se ha vuelto m¨¢s importante, extendiendo el debate sobre si de verdad es necesario que determinados productos viajen miles de kil¨®metros hasta el cliente, las empresas est¨¢n embarcadas en un doble proceso: buscar proveedores m¨¢s cercanos, aun a costa de pagarles m¨¢s, y complementar su exposici¨®n a China para disminuir la incertidumbre. Ese movimiento se ha bautizado como China Plus One (China m¨¢s uno). Esto no implica una salida masiva de China ¡ª¡°hay altibajos, pero China sigue siendo, con mucho, el mercado manufacturero m¨¢s grande del mundo. No va a colapsar¡±, dec¨ªa un alto directivo de la naviera danesa Maersk a comienzos de a?o¡ª, pero s¨ª una ramificaci¨®n hacia otras zonas.
¡±Los pa¨ªses que m¨¢s se est¨¢n beneficiando son Vietnam, Tailandia, M¨¦xico y Turqu¨ªa¡±, enumera Carlos Cord¨®n, profesor de Estrategia y Gesti¨®n de Cadenas de Suministro de la escuela de negocios suiza IMD. ¡°Apple, por ejemplo, est¨¢ suministr¨¢ndose, adem¨¢s de desde China, tambi¨¦n desde Vietnam e India, y pr¨¢cticamente todas las grandes multinacionales con proveedores en China est¨¢n haciendo lo mismo¡±, a?ade.
La India es uno de los nombres m¨¢s citados. Tras alcanzar este a?o el trono de pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo por encima de China, su popularidad cotiza al alza. Es un mercado m¨¢s joven ¡ªla edad media es de 28 a?os, frente a los 38 de China¡ª, que gana autoestima a pasos agigantados con golpes de efecto como el ¨¦xito de su misi¨®n al polo sur de la luna, o su condici¨®n de sede de la pr¨®xima cumbre del G-20, el foro que re¨²ne a las mayores econom¨ªas del planeta. Casi todos los analistas coinciden adem¨¢s en que cuenta con un potencial aparentemente mayor, porque est¨¢ por explotar. Sin embargo, si ha quedado rezagada todos estos a?os no ha sido por un olvido casual: la apertura de su econom¨ªa, a¨²n repleta de aranceles y medidas proteccionistas, va m¨¢s lenta de lo que a los inversores les gustar¨ªa, y sus infraestructuras de transporte son a¨²n deficientes, como record¨® el pasado junio el accidente de ferrocarril en Odisha, al este del pa¨ªs, que se cobr¨® casi 300 vidas y dej¨® m¨¢s de 1.000 heridos.
Ya hay voces que advierten de que los trenes pasan, y el momento para la India es ahora o nunca. ¡°La ventana China Plus One no permanecer¨¢ abierta durante una d¨¦cada. Esta es una oportunidad [que va a durar] de tres a cinco a?os¡±, alert¨® el mes pasado el nuevo presidente del Banco Mundial, el estadounidense de origen indio Ajay Banga, durante una visita a una f¨¢brica textil en Nueva Delhi.
Sunjay Kapur, presidente de la patronal de componentes de autom¨®vil india ACMA y de la empresa Sona Comstar, uno de los l¨ªderes de ese sector con plantas en India, China, M¨¦xico y EE UU, sigue de cerca el cambio de paradigma en el comercio global. ¡°Es importante reconocer que, si bien las empresas mantendr¨¢n su presencia en China debido al colosal tama?o de su mercado y la promesa de un crecimiento continuo, un n¨²mero cada vez mayor de estas compa?¨ªas est¨¢n optando por diversificar sus cadenas de suministro y expandir sus operaciones de fabricaci¨®n a la India o est¨¢n abasteci¨¦ndose m¨¢s desde aqu¨ª. Este cambio no solo est¨¢ impulsando el sector manufacturero de la India, sino tambi¨¦n catalizando la creaci¨®n de empleo y fortaleciendo la econom¨ªa en general¡±, explica por correo electr¨®nico.
?Qu¨¦ atractivos tiene la India como destino de inversi¨®n? Kapur destaca dos: la amplitud de la fuerza laboral y su alta cualificaci¨®n en sectores como las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, la ingenier¨ªa o la industria automotriz. ¡°Esta mano de obra proporciona una ventaja competitiva a las empresas que buscan establecer o expandir sus operaciones aqu¨ª¡±.
Apple, la empresa m¨¢s valiosa del mundo por valor en Bolsa, escenifica esa transici¨®n. La compa?¨ªa tiene cada vez m¨¢s clientes en la India, ha abierto tiendas en Nueva Delhi y Mumbai ¡ªcon la presencia del consejero delegado, Tim Cook, y largas colas de entusiastas seguidores de la marca a sus puertas, como suele suceder en Occidente cuando saca un nuevo modelo¡ª, y est¨¢ aumentando el volumen de iPhones producidos en la India a trav¨¦s de su proveedor Foxconn: seg¨²n Bloomberg, suponen ya el 7%. Algunos actores locales ven en ello una oportunidad: el conglomerado indio Tata ha hecho una oferta para adquirir una f¨¢brica en el estado de Karnataka, al sur del pa¨ªs, a la taiwanesa Wistron Corp, uno de los proveedores de Apple, con m¨¢s de 10.000 trabajadores dedicados a ensamblar el iPhone 14.
Relocalizar encarece los precios
Esa tendencia no es incompatible con el indiscutible dominio que todav¨ªa mantiene China, origen del 75% de la producci¨®n de Foxconn, seg¨²n se?al¨® recientemente uno de sus directivos al Financial Times. No hay, por tanto, una sustituci¨®n, sino una redistribuci¨®n. No solo hacia un pa¨ªs, sino hacia varios. ?Qu¨¦ consecuencias pueden tener estos cambios en las cadenas de suministro para el consumidor? Cord¨®n cree que las relocalizaciones pueden acabar not¨¢ndose en el bolsillo. ¡°El impacto va a llegar en forma de precios m¨¢s altos porque los costes de la diversificaci¨®n de proveedores van a pasar parcialmente al consumidor, falta puntual de productos, y m¨¢s diferencias entre pa¨ªses. Por ejemplo, el KitKat va a tener ingredientes distintos en pa¨ªses diferentes, aunque el objetivo sea siempre satisfacer al consumidor¡±.
Gigantes log¨ªsticos como la danesa Maersk o la alemana Hapag-Lloyd, due?as de dos de las mayores flotas de buques portacontenedores del planeta, est¨¢n invirtiendo en puertos, almacenes y otras infraestructuras de otras zonas de Asia aprovechando la lluvia de millones que recibieron por el gran atasco global en las cadenas de suministro que sigui¨® a la pandemia por el bum de la demanda. Y entre sus clientes est¨¢n las grandes multinacionales textiles y electr¨®nicas, y en general, casi todo aquel que mueve productos de Asia a Occidente.
Empresas como la ingenier¨ªa brit¨¢nica IMI, la tecnol¨®gica Dell, las textiles Marc O¡¯Polo, Mango y Dr. Martens est¨¢n entre las que han rebajado su presencia en China o han anunciado que lo har¨¢n en un futuro. En Alemania, que tiene al pa¨ªs asi¨¢tico como principal socio comercial ¡ªy que lleva a?o y medio sufriendo las consecuencias de otra dependencia fatal, la del gas ruso¡ª el debate se mueve entre los partidarios del desacople y los que mantienen una postura menos radical y hablan de una reducci¨®n de riesgos diversificando los mercados ¡ªVolkswagen acaba de ser desbancada como el fabricante m¨¢s vendido por la local BYD, y mira hacia la India para crecer¡ª.
El fen¨®meno no contribuye a generar optimismo sobre la econom¨ªa china, asolada por una oleada de datos negativos este verano por la ca¨ªda del consumo interno y las exportaciones, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la amenaza de deflaci¨®n despu¨¦s de que los precios entraran en terreno negativo. Algunas casas de an¨¢lisis ya est¨¢n rebajando sus previsiones de crecimiento para este a?o. Aunque las tasas, cercanas al 5%, son todav¨ªa altas para los est¨¢ndares occidentales, se mueven muy por debajo de los avances de los ¨²ltimos tiempos, y eso supone puntos negativos cuando los altos directivos se colocan frente al mapa del mundo y se ponen a pensar d¨®nde colocar su pr¨®xima ficha.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.