La inflaci¨®n repunta en agosto al 2,6% en plena escalada del gas y los combustibles
La subida de precios se acelera por segundo mes consecutivo, pero su ritmo de avance sigue por debajo de la media europea
El mes estrella de las vacaciones de verano ha vivido una nueva escalada de los precios. Y no solo por el aluvi¨®n de turistas que han llenado los hoteles, bares y chiringuitos espa?oles, impulsando as¨ª el consumo: la amenaza de huelga en varias instalaciones de gas natural en Australia, y el anuncio de recortes adicionales en la producci¨®n de petr¨®leo por parte de Arabia Saud¨ª han a?adido presi¨®n extra sobre las tarifas de la electricidad y los combustibles. Como resultado, la inflaci¨®n se situ¨® en agosto en el 2,6% frente al mismo mes del a?o pasado, tres d¨¦cimas m¨¢s que en julio, seg¨²n el dato adelantado este mi¨¦rcoles por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
La globalizaci¨®n ha demostrado en los ¨²ltimos tiempos su vulnerabilidad ante crisis inesperadas. As¨ª ocurri¨® con los problemas en las cadenas de suministro que siguieron a la pandemia. O con los derivados de la guerra en Ucrania. Los mercados internacionales donde se fijan los precios de las materias primas se mueven por expectativas, y ahora, a una escala todav¨ªa menor, las cotizaciones se han visto alteradas ante la idea de contar con menos crudo disponible para la venta por el cierre del grifo saud¨ª, y en el caso del gas natural, sacudidas por un conflicto laboral en Australia, el segundo mayor exportador del mundo. Su precio en el ¨ªndice TTF ha pasado de los 28 euros en que cerr¨® julio a los 35 actuales, un 25% m¨¢s, y puede haber nuevas turbulencias: los trabajadores de Chevron han convocado all¨ª una huelga el 7 de septiembre.
Estos contratiempos no han empujado todav¨ªa la inflaci¨®n espa?ola a niveles alarmantes, pues a¨²n merodea ese 2% objetivo del Banco Central Europeo y est¨¢ en torno a la mitad que la media europea, donde Alemania ha demostrado este mi¨¦rcoles lo pegajosa que puede volverse, al anunciar una tasa del 6,1% en agosto, solo una d¨¦cima menos que en julio. Esto ayuda a las empresas espa?olas a ganar competitividad frente a sus rivales comunitarias.
Si se compara la situaci¨®n actual con la de hace un a?o, cuando la tasa de inflaci¨®n interanual en Espa?a era del 10,5%, casi ocho puntos m¨¢s arriba, y la energ¨ªa estaba en umbrales mucho m¨¢s altos, incluso puede decirse que el balance es favorable. El a?o pasado a estas alturas, la inflaci¨®n media entre enero y agosto era del 9%. Este 2023 es del 3,6%. El gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, ha restado importancia al incremento de agosto, porque cree que est¨¢ muy condicionado por el efecto base, y lo ve ¡°compatible con esa visi¨®n de medio plazo en la que la inflaci¨®n ir¨¢ convergiendo progresivamente hacia el objetivo¡±.
El globo se ha deshinchado, pero no lo suficiente para regresar a la normalidad. La inflaci¨®n subyacente, que excluye energ¨ªa y alimentos frescos, sigue muy elevada, en el 6,1%, pese a retroceder una d¨¦cima. Y en los ¨²ltimos meses, todas las miradas se han concentrado precisamente en ellos, en los alimentos, que en julio volvieron a subir tras cuatro meses a la baja, y cuyos precios est¨¢n tardando m¨¢s en moderarse por las fuertes sequ¨ªas que han lastrado la producci¨®n agr¨ªcola y los obst¨¢culos de Rusia a la exportaci¨®n de grano desde Ucrania. Sin embargo, el encarecimiento de la energ¨ªa, con siete semanas consecutivas de subidas de la gasolina y el gas¨®leo, su mayor racha en lo que va de a?o, ha vuelto a colocarla en un primer plano, y ofrece nuevos motivos para la incertidumbre. ¡°El principal riesgo es la subida del precio de los carburantes en las ¨²ltimas semanas, que va a tirar la inflaci¨®n hacia arriba algo m¨¢s de lo esperado hace un mes o dos¡±, apunta ?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics.
¡°Hemos visto repuntes en gas y petr¨®leo, y pueden causar alguna sorpresa al alza, pero todav¨ªa estamos lejos de los m¨¢ximos alcanzados el a?o pasado¡±, contextualiza Raymond Torres, director de coyuntura econ¨®mica de Funcas. Su sensaci¨®n es que los precios agr¨ªcolas pueden seguir encareci¨¦ndose en su conjunto, aunque es dif¨ªcil hablar de ellos como un todo porque se mueven a ritmos muy distintos seg¨²n el producto. Entre ellos, se?ala la escasez de aceite de oliva por las malas cosechas. Al reducirse su oferta, los precios est¨¢n subiendo, y los consumidores cambian sus h¨¢bitos de consumo hacia alternativas m¨¢s baratas.
Otro riesgo lo detecta en el sector servicios. ¡°En un contexto de tir¨®n del turismo, donde la competencia es menor que en los bienes industriales, podr¨ªamos tener una cierta inercia de la inflaci¨®n, manteni¨¦ndose por encima del 4% claramente durante bastante tiempo¡±, augura Torres. A todos estos peligros se suma un factor estad¨ªstico, el denominado efecto base, que hasta final de a?o tender¨¢ a hacer crecer la inflaci¨®n, al compararse con los meses de 2022 en los que fue menguando. Los expertos calculan que la inflaci¨®n cerrar¨¢ el ejercicio situada entre el 4 y el 5%, pr¨¢cticamente el doble que la actual.
Desinflaci¨®n por China
Esas fuerzas pujan con otras que tiran en sentido contrario, hacia la desinflaci¨®n. El cr¨¦dito se contrae debido a los altos intereses que conlleva pedir cualquier pr¨¦stamo, sea hipotecario o no, por la dura pol¨ªtica monetaria de los bancos centrales. Y si llega menos financiaci¨®n al bolsillo de los hogares, la demanda baja, y con ella los precios. Los dep¨®sitos bancarios de hogares y empresas han ca¨ªdo por la mayor factura de gastos de la inflaci¨®n, las amortizaciones de hipoteca o la b¨²squeda de m¨¢s rentabilidad en otros productos financieros, reduciendo as¨ª el colch¨®n del que tiraban para seguir manteniendo a flote el consumo y la inversi¨®n. Y un verano plagado de datos negativos para China por el estallido de su burbuja inmobiliaria, la ca¨ªda de las exportaciones, y el desplome del consumo, tambi¨¦n puede tener influencia al otro lado del planeta. ¡°El abaratamiento de las materias primas asociado a la debilidad econ¨®mica china supondr¨¢ menos presi¨®n de inflaci¨®n de bienes en Occidente¡±, dice un informe de Arcano Research.
La situaci¨®n en los principales socios comerciales tambi¨¦n importa, porque si Espa?a les compra a precios m¨¢s altos de los habituales, est¨¢ importando inflaci¨®n. Los retrocesos son evidentes: en EE UU la tasa cay¨® al 3% en julio, lejos de los m¨¢ximos del 9%. En la zona euro, donde lleg¨® a alcanzar el 11%, est¨¢ ahora por debajo de la mitad, en el 5,3%. Y Espa?a ve de lejos ese 10,8% de julio de 2022. ?Significa eso que la batalla contra la inflaci¨®n est¨¢ ganada? Nadie se atreve a asegurarlo del todo.
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