El FMI y el Banco Mundial se rearman ante las crecientes crisis geopol¨ªticas y clim¨¢ticas
Las dos instituciones buscan m¨¢s financiaci¨®n por las mayores dificultades de los pa¨ªses en desarrollo y para frenar a China
El estallido de la guerra en Gaza amenaza con asestar un nuevo golpe a la econom¨ªa global. Otro m¨¢s. En apenas tres a?os, los conflictos geopol¨ªticos y las crisis derivadas del cambio clim¨¢tico, desde sequ¨ªas e inundaciones hasta una pandemia, han ido debilitando la actividad a lo largo y ancho del mundo. ¡°Los shocks severos son la nueva normalidad¡±, afirm¨® esta semana la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Los pa¨ªses, en especial los m¨¢s empobrecidos, necesitan m¨¢s recursos para protegerse y cambiar de rumbo justo cuando el coste de la deuda pone al l¨ªmite sus finanzas. Ese horizonte gris ha llevado al FMI y al Banco Mundial a rearmarse y buscar m¨¢s fondos para no perder su condici¨®n de ancla financiera mundial ante la creciente influencia de China en ?frica, Asia o Am¨¦rica Latina.
La crisis de deuda que han atravesado Sri Lanka o Zambia han puesto de manifiesto el ascendente de China en varias regiones del planeta. Pek¨ªn no logra ganar a¨²n influencia dentro del FMI, pero s¨ª intenta competir con ese organismo a base de pr¨¦stamos y ayudas comerciales. Washington ve en las instituciones nacidas en Bretton Woods como contrapesos a China, pero tambi¨¦n como las ¨²nicas con la potencia de fuego necesaria para liderar la batalla contra el cambio clim¨¢tico, que ya est¨¢ afectando el crecimiento econ¨®mico, y dar estabilidad al sistema monetario internacional ante la proliferaci¨®n de conflictos civiles. ¡°Los desaf¨ªos globales que todos afrontamos hacen que lograr un progreso sostenido sea a¨²n m¨¢s dif¨ªcil. Pero tenemos una salida: realizar reformas audaces en la arquitectura financiera internacional y luego usarla plenamente¡±, afirm¨® la secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, en el arranque de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, celebradas esta semana en Marraquech.
Los gobernadores del Banco Mundial daban luz verde el jueves a la primera de esas reformas. La instituci¨®n que preside Ajay Banga asumir¨¢ ya de forma n¨ªtida la misi¨®n de financiar la lucha contra el cambio clim¨¢tico. ¡°No podemos lograr suficientes avances en salud p¨²blica mientras el aumento de las temperaturas cambie los patrones de las enfermedades infecciosas y genere pandemias¡±, record¨® Banga al anunciar durante el c¨®nclave la nueva dimensi¨®n del banco. No solo EE UU persegu¨ªa esa transformaci¨®n del organismo con sede en Washington. El pasado mes de septiembre, los l¨ªderes del G-20 ya urgieron a ampliar ese mandato ante la nueva etapa que se abr¨ªa con la llegada de Banga. Su antecesor, David Malpass ¡ªnombrado a propuesta de Donald Trump¡ª se resisti¨® a dar ese paso. ¡°No soy un cient¨ªfico¡±, dijo cuando se le pregunt¨® si cre¨ªa en el cambio clim¨¢tico.
El mundo necesitar¨¢ alrededor de cuatro billones de d¨®lares (3,8 billones de euros) anuales hasta 2030 para combatir el cambio clim¨¢tico, seg¨²n evalu¨® para el G-20 un grupo de expertos. Por ahora, el Banco Mundial ha actuado para movilizar 157.000 millones adicionales en una d¨¦cada y ha cerrado un acuerdo que califica de ¡°hist¨®rico¡± con nueve bancos multilaterales regionales para lograr otros 400.000 m¨¢s. ¡°Hay un acuerdo entre los l¨ªderes mundiales sobre el hecho de que reformar las instituciones financieras internacionales es vital para alcanzar los objetivos de desarrollo y cambio clim¨¢tico. Ese impulso para revitalizarlas tambi¨¦n procede de que se han dado cuenta de que esas instituciones son la mejor fuerza multiplicadora de capital que existe en el sistema internacional¡±, afirma Rishikesh Ram Bhandary, del Centro de Pol¨ªticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston.
A Kenneth Rogoff, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Harvard, no le convence que sea el Banco Mundial el encargado de liderar esas pol¨ªticas. ¡°El objetivo es loable, pero para que sea eficaz se necesitan subvenciones directas y no pr¨¦stamos, especialmente ahora que los tipos de inter¨¦s han aumentado significativamente. Mi opini¨®n es que el Banco Mundial no est¨¢ preparado para tomar la iniciativa en esto, est¨¢ demasiado disperso y no tiene el enfoque ni la experiencia necesarios. Yo propongo la creaci¨®n de un Banco Mundial del Carbono¡±, afirma.
Acuerdo sin detalles para las cuotas
La otra gran instituci¨®n nacida en Bretton Woods, el FMI, tambi¨¦n se reivindica ante un mundo que ya se ha resignado a ir encadenando shocks y que todav¨ªa est¨¢ encajando el golpe de la guerra en Gaza. Las tensiones de la guerra de Ucrania agitan tambi¨¦n desde dentro el organismo, que no fue capaz de hallar el consenso necesario para emitir un comunicado conjunto sobre las reuniones. ¡°Hemos hecho todo cuanto hemos podido, pero no ha sido posible¡±, ha lamentado este s¨¢bado la presidenta del Comit¨¦ Monetario y Financiero Internacional (CMFI) del organismo, Nadia Calvi?o. La tambi¨¦n vicepresidenta primera en funciones de Espa?a sostiene que muchos de los participantes s¨ª identificaron ¡°la guerra y el conflicto¡± como el principal origen de la inestabilidad. ¡°Actualizar y mejorar nuestra red de seguridad financiera global es m¨¢s importante que nunca¡±, a?ade.
El FMI, y tambi¨¦n el Banco Mundial, sigue suscitando una feroz contestaci¨®n por los programas de ajuste a los que ha condicionado su ayuda financiera a pa¨ªses en crisis. Las reuniones de Marraquech no han sido una excepci¨®n, y ha habido cr¨ªticas a los organismos tanto dentro del recinto ¡ªdonde se han visto numerosos pasquines en las salas de reuniones y de prensa¡ª como fuera, donde organizaciones sociales incluso han celebrado una contracumbre. El organismo, sin embargo, reclama m¨¢s recursos para poder seguir haciendo frente a las necesidades de los pa¨ªses que atraviesan por un conflicto, como Ucrania, y estar preparados para las pr¨®ximas crisis de deuda. ¡°Precisamente por el papel de ancla que desempe?a el FMI, es vital que la instituci¨®n cuente con los recursos que necesita¡±, considera Bhandary.
Los c¨¢lculos del FMI apuntan a que el mundo cerrar¨¢ esta d¨¦cada con una deuda que equivaldr¨¢ al 100% del Producto Interior Bruto (PIB). Esas obligaciones ahogar¨¢n sobre todo a los pa¨ªses con bajos ingresos, que acusar¨¢n las subidas de los costes de la deuda. De hecho, el 60% de esos Estados est¨¢n ya en riesgo de sobreendeudamiento. Y el FMI ha identificado a 26 en peligro de declararse en bancarrota. Esas necesidades pueden volver a abrir la puerta a nuevos prestamistas globales, como China o India, a aumentar su influencia. Sin embargo, esa irrupci¨®n es vista por Occidente como una amenaza al sistema global, que creen que est¨¢ menos institucionalizado y es menos transparente.
El fondo viene reclamando m¨¢s recursos, en especial mediante una ampliaci¨®n de las cuotas de sus miembros, que no se revisan desde 2010 y ya suponen menos del 50% de los recursos de la instituci¨®n. En parte, esas aportaciones han estado congeladas porque Pek¨ªn pugna por tener un peso en el fondo m¨¢s acorde en el fondo a su participaci¨®n en la econom¨ªa mundial. Ahora tiene unos derechos de voto del 6,09%, cuando su peso en la econom¨ªa global es del 18%. Pero Washington, con una participaci¨®n en el fondo que le da derecho a veto, frena esas aspiraciones. Sin embargo, Calvi?o anunci¨® este s¨¢bado que se ha pactado un ¡°aumento significativo¡± de las cuotas, aunque de forma proporcional al actual reparto. Es decir, sin mover los equilibrios actuales. No hubo m¨¢s detalles al respecto.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, s¨ª afirm¨® que ha conseguido que 40 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, aporten en total 3.000 millones de d¨®lares para el fondo fiduciario contra la pobreza. Ese instrumento ha movilizado desde el comienzo de la pandemia 30.000 millones para pa¨ªses con ingresos bajos. ¡°Eso garantiza que la financiaci¨®n pueda seguir brind¨¢ndose a una tasa de inter¨¦s cero¡±, ha afirmado Georgieva.
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