La milagrosa Rep¨²blica Checa se topa con la realidad
El pa¨ªs, con un PIB per c¨¢pita superior a Espa?a, ve truncada su marcha econ¨®mica por los problemas en la industria alemana y la escalada del gas
Una de las mejores muestras de que las tornas llevaban tiempo cambiando en Europa lleg¨® en 2018, aunque el habitual decalaje estad¨ªstico hizo que no se conociera hasta un par de a?os m¨¢s tarde: la econom¨ªa checa superaba a Espa?a en renta por habitante y consumaba un cambio de era. El sur hac¨ªa a?os ¡ªdesde la crisis de deuda europea¡ª que hab¨ªa dejado de ser un polo de expansi¨®n para convertirse, en el mejor de los casos, en una regi¨®n de crecimiento modesto; el este, en cambio, segu¨ªa haciendo su propio camino ¡ªiniciado tras la ca¨ªda del tel¨®n de acero y acelerado por su integraci¨®n en la UE¡ª, superando a gran parte del arco mediterr¨¢neo.
Ese ¨¦xito econ¨®mico, del que Rep¨²blica Checa ha sido mascar¨®n de proa durante d¨¦cadas, ha entrado abruptamente en pausa. Este pa¨ªs, uno de los grandes beneficiados por la externalizaci¨®n de procesos productivos de los gigantes industriales germanos, tiene ahora su tal¨®n de Aquiles en el mismo factor que durante a?os facilit¨® su imparable ascenso a los cielos: Alemania ha entrado en fase de contracci¨®n severa y ¡ªaunque las exportaciones siguen contribuyendo positivamente al PIB¡ª ya est¨¢ arrastrando al antiguo Ducado de Bohemia, el ¨²nico socio de los Veintisiete que a¨²n no ha recuperado el nivel de actividad prepandemia.
¡°Alemania es nuestro mayor socio comercial, y la econom¨ªa checa es muy sensible a lo que ocurre all¨ª. Aunque no es la ¨²nica raz¨®n del estancamiento, su d¨¦bil desempe?o es un obst¨¢culo para nuestro crecimiento¡±, explica a EL PA?S Petr Kr¨¢l, director jefe del departamento monetario del banco central checo. Al par¨®n alem¨¢n, Kr¨¢l suma el riesgo de caer en la llamada trampa del ingreso medio: el estancamiento de muchas econom¨ªas tras un periodo de fuerte crecimiento y convergencia con los pa¨ªses de su entorno.
¡°El modelo de los ¨²ltimos 20 a?os, basado en la mano de obra barata, pero cualificada, y en la proximidad a Alemania se ha agotado¡±, desliza Luk¨¢? Kovanda, economista jefe del banco local Trinity, que ve ¡°dif¨ªcil de imaginar¡± un regreso a los crecimientos del 5% y el 6% de a?os anteriores. ¡°Los pol¨ªticos checos deber¨ªan estar preocupados por la desaceleraci¨®n alemana y la amenaza de desindustrializaci¨®n: no tenemos un plan b, y nuestra econom¨ªa no puede funcionar bien sin el motor de Alemania¡±. Incluso cuando los lastres coyunturales desaparezcan, Pavel Sob¨ª?ek, jefe de an¨¢lisis macro de la filial checa de UniCredit, teme que el crecimiento quede ¡°por debajo de sus est¨¢ndares hist¨®ricos¡±: el crecimiento checo, aquilata, se est¨¢ quedando atr¨¢s respecto a sus principales socios comerciales desde 2019, justo antes de la pandemia.
Frente a la robusta expansi¨®n de los pa¨ªses m¨¢s volcados en el sector servicios, la econom¨ªa checa se contrajo en la segunda mitad del a?o pasado y va camino de caer tambi¨¦n en 2023, con el consumo de los hogares estancado y la segunda inflaci¨®n m¨¢s alta de la Uni¨®n (10,1% en agosto, solo por detr¨¢s de Hungr¨ªa). Los altos precios de la luz y, sobre todo, del gas ¡ªla Rep¨²blica Checa era uno de los pa¨ªses europeos m¨¢s dependientes de Rusia¡ª han hecho m¨¢s mella aqu¨ª que en otros pa¨ªses del bloque. Por tres motivos: la alta dependencia energ¨¦tica de su industria ¡ªlas firmas alemanas se llevaron all¨ª muchos de los procesos que m¨¢s necesitan de esta materia prima¡ª, el agujero en el bolsillo de los hogares ¡ªa los que ha forzado a recortar otros gastos¡ª y la subida acelerada de tipos del Banco Nacional de Chequia, que ha tenido que endurecer su pol¨ªtica monetaria antes y m¨¢s r¨¢pido.
Convergencia y m¨ªnimo paro
Este par¨®n, sin embargo, no desmerece ni un ¨¢pice el ¨¦xito previo. En 1993, el a?o en el que Checoslovaquia salt¨® por los aires y dio lugar a dos Estados independientes (la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, cada una por su lado), el PIB per c¨¢pita no llegaba ni a 4.000 d¨®lares por persona. Hoy son ocho veces m¨¢s ¡ªcasi 32.000¡ª, lo que configura una de las mayores historias de ¨¦xito econ¨®mico en Europa en la historia reciente, solo a la altura de las tres rep¨²blicas b¨¢lticas: Estonia, Letonia y ¡ªsobre todo¡ª Lituania. Desde 2013, pandemia mediante, la renta per c¨¢pita checa pas¨® de menos del 86% de la media europea al 91%; un periodo en el que Espa?a ha bajado del 90% al 85%. Chequia es, adem¨¢s, el pa¨ªs con la menor tasa de paro del bloque: 2,5%, frente al 5,9% de media en la UE y el 11,5% de Espa?a.
¡°En 1989, tras la ca¨ªda del tel¨®n de acero, el pa¨ªs ten¨ªa abundante mano de obra capacitada y educada, pero estaba rezagado en todo lo dem¨¢s: capital tecnolog¨ªa, conocimientos empresariales...¡±, explica Hradil V¨ªt, economista jefe de la gestora local de fondos Cyrrus. Gracias a su privilegiada posici¨®n geogr¨¢fica y al mercado ¨²nico europeo, el aterrizaje de empresas manufactureras alemanas en busca de mano de obra barata y cualificada se convirti¨® una constante en este pa¨ªs de poco m¨¢s de 10 millones de personas y ubicado en pleno coraz¨®n de Europa.
Hasta all¨ª llegaron, entre otros, el Grupo Volkswagen ¡ªdue?o del ic¨®nico fabricante checo Skoda¡ª o Bosch. Elevaron exponencialmente el peso de la industria sobre el PIB (hoy ronda hoy el 30%, frente al 20% de la media europea) y, en pocos a?os, el pa¨ªs se convirti¨® en una de las econom¨ªas m¨¢s abiertas de la UE.
En esa avalancha inversora, una industria, la automovil¨ªstica, ha brillado con luz propia estos a?os: la Rep¨²blica Checa es el cuarto m¨¢ximo productor del Viejo Continente (tras Alemania, Espa?a y Francia) y el decimoquinto del mundo. ¡°Esto result¨® en un per¨ªodo de crecimiento econ¨®mico bastante sencillo a medida que en Chequia se establec¨ªa una suerte de l¨ªnea de montaje centroeuropea: los extranjeros tra¨ªan sus ideas de productos, y los fabricaban cerca y a un precio relativamente barato... Por algo nos referimos a nosotros mismos como el 17? land [Estado federado] alem¨¢n¡±, bromea V¨ªt. Pero cuando el gigante germano echa el freno, detr¨¢s va su vecino del sudeste.
Un paseo de principios de oto?o por la Praga m¨¢s residencial, lejos de los focos del boyante turismo ¡ªotro motor del crecimiento en los ¨²ltimos a?os¡ª, es el mejor reflejo de su salto econ¨®mico: el estir¨®n, que solo ahora empieza a dar se?ales de agotamiento, es m¨¢s que evidente. Pero tambi¨¦n lo es que la prosperidad no ha llegado a todos los rincones de la sociedad. Y es que, pese al aceler¨®n de los ¨²ltimos a?os, la brecha salarial respecto a los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros de Europa sigue siendo sideral: en Chequia, el coste medio por trabajador ronda los 16 euros por hora, frente a los 39 de Alemania, los 23 de Espa?a y los 30 de la media europea. El bienestar, como contracara de la competitividad internacional. ¡°Tenemos que transitar al inicio de la cadena de suministro, al I+D; o al final, a la prestaci¨®n de servicios¡±, cierra V¨ªt. ¡°Mientras no lo hagamos, seguiremos estancados¡±.
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