El Gobierno cambiar¨¢ los subsidios de paro para incentivar la incorporaci¨®n al mercado laboral
La subvenci¨®n aumentar¨¢ al principio para luego descender progresivamente sin cambiar el importe total. La reforma ha sido pactada con Bruselas
De los 1,6 millones de personas que reciben una ayuda por desempleo, unos 800.000 obtienen un subsidio, que solo se activa cuando no se tiene derecho a la prestaci¨®n contributiva generada por haber cotizado. La cantidad mensual percibida con estos subsidios se sit¨²a ahora en el 80% del IPREM, esto es, 480 euros. A cambio de los fondos europeos, el Gobierno ha pactado con Bruselas cambiar este sistema de subvenciones para que est¨¦ m¨¢s vinculado al empleo. As¨ª que, seg¨²n confirman fuentes gubernamentales, se va a modificar el dise?o de estas ayudas sin alterar ni los derechos ni las cantidades percibidas: la idea es que, recibiendo en total la misma suma que se iba a embolsar en el conjunto del periodo, el beneficiario tenga una subvenci¨®n mensual m¨¢s alta al principio, pero que esta vaya descendiendo gradualmente conforme pase el tiempo.
Este modelo est¨¢ instalado pr¨¢cticamente en toda Europa salvo en Espa?a. Y as¨ª lo recomendaba la OCDE en su ¨²ltimo informe sobre la econom¨ªa espa?ola. B¨¢sicamente hay dos grupos: unos pa¨ªses que hacen muy gradual y lineal esa reducci¨®n progresiva, como Italia. Y otros que lo van haciendo en escalones m¨¢s acusados, como Alemania. Estos esquemas se formulan as¨ª para incentivar a la persona a incorporarse al mercado de trabajo: al ver que la cantidad percibida se va reduciendo, el incentivo a buscar empleo aumenta.
Adem¨¢s, el beneficiario podr¨¢ seguir cobrando la ayuda una vez haya conseguido un empleo. Durante un tiempo y de forma decreciente, podr¨¢ compatibilizarla parcialmente con su salario como un complemento. As¨ª se fomentar¨¢ tambi¨¦n la incorporaci¨®n al mercado laboral. El salario m¨ªnimo ha subido mucho en los ¨²ltimos a?os, situ¨¢ndose en los 1.080 euros en 14 pagas. Al combinar el SMI con el nuevo complemento supondr¨¢ un fuerte est¨ªmulo para acceder a la econom¨ªa reglada abandonando la sumergida, se?alan estas fuentes. Y a?aden que el mayor uso del contrato indefinido deber¨ªa contribuir asimismo a vincular m¨¢s a estas personas al empleo formal.
Son como unos Expedientes de Regulaci¨®n Temporal de Empleo (ERTE) al contrario, explican. Los ERTE ayudaron a mantener los puestos de trabajo y los empleados prefer¨ªan estar en la econom¨ªa reglada para poder as¨ª beneficiarse de ellos. El nuevo dise?o podr¨ªa funcionar de un modo similar pero en sentido contrario: los incentivar¨ªa a entrar en el mercado laboral, ayud¨¢ndoles a que prefieran estar en la econom¨ªa A.
Espa?a es el pa¨ªs de la OCDE tras Francia que m¨¢s gasta en ayudas al desempleo. El volumen de personas que ingresa subvenciones es muy elevado. M¨¢s de dos tercios tienen edades superiores a los 50 a?os y hay algo m¨¢s de mujeres que de hombres. Algunos estudios, aunque relativamente antiguos, apuntan que hasta un tercio de los perceptores de estos subsidios no busca empleo. Se trata de personas que est¨¢n ingresando cantidades bastante bajas y que solo se explica que puedan subsistir con tan poco teniendo otros apoyos o unas circunstancias que les exigen pocos ingresos. El uso de la econom¨ªa sumergida podr¨ªa ser uno de esos apoyos. Por eso, se juzga esencial redise?ar estas rentas para que sean un est¨ªmulo mucho mayor al empleo reglado. Es importante dise?arlas para que mediante incentivos baje este n¨²mero de personas, explican estas fuentes.
El plan es reforzar esta iniciativa con las mejoras que se quieren implementar en las pol¨ªticas de empleo, las llamadas pol¨ªticas activas. Se pretende contar con un mayor n¨²mero de orientadores laborales para hacer un seguimiento m¨¢s personalizado de estos perceptores de subsidios. De esta forma, se buscar¨ªa reforzar el compromiso del parado con la b¨²squeda activa de empleo. Es lo que en la jerga se llama protecci¨®n activa. En un entorno en el que hay escasez de mano de obra tiene mucho sentido que se cambien estos esquemas para fomentar la inserci¨®n laboral. En muchos pa¨ªses, como por ejemplo en el Reino Unido, hay un control estrecho de las entrevistas de trabajo a las que ha acudido el beneficiario.
En cualquier caso, si la persona no logra encontrar empleo, siempre podr¨¢ recurrir al Ingreso M¨ªnimo Vital. Se forma as¨ª un sistema de ayudas p¨²blicas con dos patas: una pensada para incentivar el empleo y otra basada en el ingreso m¨ªnimo para aquellos individuos con m¨¢s dificultades para la reinserci¨®n y que pueden estar en una situaci¨®n de vulnerabilidad.
La reforma del sistema de subsidios de desempleo es un hito del componente 23 del Plan de Recuperaci¨®n que deb¨ªa haber estado listo para diciembre del a?o pasado y que, por lo tanto, formar¨¢ parte de la petici¨®n del cuarto desembolso de fondos europeos que se har¨¢ a finales de a?o. Es decir, va con retraso y debe aprobarse de forma inminente. Por su parte, la reforma de las prestaciones asistenciales est¨¢ recogida en el componente 22 y, en principio, deber¨ªa reconstruir todo ese sistema en torno al ingreso m¨ªnimo. El calendario la fija para diciembre de este a?o, pero al haberse demorado las peticiones de pago se pondr¨¢ en marcha m¨¢s tarde.
Los te¨®ricos siempre defienden que todas las ayudas deber¨ªan fusionarse en un solo sistema con el ingreso m¨ªnimo como ¨²ltimo colch¨®n, en el cual ser¨ªa obligatorio que todos declararan sus ingresos en el IRPF, lo que incluso podr¨ªa hacer posible conceder de forma autom¨¢tica y mensual el ingreso m¨ªnimo, que ya permite la compatibilidad con el empleo.
Informe de la OCDE
El objetivo comprometido con Bruselas habla de vincular el subsidio de paro a un itinerario personalizado de empleo. Seg¨²n los informes de la OCDE, Espa?a es uno de los pa¨ªses donde menos se exige a la hora de la b¨²squeda activa de empleo junto a Chile, Turqu¨ªa, Polonia y Grecia. Espa?a no se encuentra rezagada en las sanciones que fija por incumplir o en las condiciones de acceso que se piden. Pero s¨ª en cuanto al nivel de exigencia a la hora de buscar empleo. La OCDE habla, por ejemplo, de la baja frecuencia en el control. Es decir, aunque hay un compromiso de b¨²squeda de trabajo, esta no se comprueba como deber¨ªa.
El exviceconsejero de Empleo de la Junta de Andaluc¨ªa y colaborador de Fedea, Miguel ?ngel Garc¨ªa, alaba estos cambios. No obstante, considera que la tarea se complica porque los servicios p¨²blicos de empleo apenas hacen labores de intermediaci¨®n. Tienen muy poca relaci¨®n con el tejido productivo y, por tanto, carecen de informaci¨®n sobre las necesidades locales y regionales de los empleadores. Tampoco se hace un perfilado del demandante de empleo que facilite su colocaci¨®n entre las empresas o que establezca los itinerarios de formaci¨®n que deber¨ªa seguir. Adem¨¢s, como se?ala Garc¨ªa, la nueva Ley de Empleo determina que cualquier oferta de trabajo debe ser ¡°adecuada¡± sin detallar lo que significa esto, de manera que en el fondo se est¨¢ dejando al juicio del interesado y, por lo tanto, no se dan penalizaciones. ¡°Es la persona la que decide si una oferta es adecuada. Las obligaciones que se imponen a los perceptores son muy vagas como para hacerlas efectivas¡±, concluye Miguel ?ngel Garc¨ªa.
Los expertos en general hablan de la asimetr¨ªa entre las pol¨ªticas de ayudas y las de activaci¨®n de los parados. El Estado es el que paga por lo general la prestaci¨®n o subsidio, pero es la comunidad aut¨®noma la que tiene que abrir el expediente si observa un incumplimiento. As¨ª que la Administraci¨®n auton¨®mica no tiene ning¨²n incentivo a retirar la ayuda porque el dinero no es suyo. Es muy raro que abran un expediente. En consecuencia, existe un desalineamiento de los incentivos entre las Administraciones. ¡°No existe la corresponsabilidad fiscal en este ¨¢mbito¡±, dice Juan Pablo Riesgo, exsecretario de Estado de Empleo y socio de EY. Y las reformas pactadas con Bruselas no hacen nada en este respecto.
La reforma que se prepara s¨ª que simplificar¨¢ y unir¨¢ la gran abundancia de subsidios existentes bajo un solo paraguas. Aunque dejar¨¢ sin tocar los subsidios y rentas agrarias que reciben m¨¢s de 150.000 personas en Andaluc¨ªa y Extremadura.
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