As¨ª trabaja una catadora de ¡®snacks¡¯ por 1.000 euros en un d¨ªa

Una noche de insomnio llev¨® a Elena Gisbert, de 32 a?os, a ojear en p¨¢ginas de ofertas de trabajo. Una de ellas le llam¨® especialmente la atenci¨®n: ¡°Catador/a de productos Grefusa. Experiencia m¨ªnima: no requerida. Sueldo de 1.000 € por un d¨ªa de trabajo: incluye probar los mejores y nuevos productos de Grefusa. Si el trabajo de tus sue?os es probar los mejores productos de Grefusa, viviendo una gran experiencia y que te paguen por ello, gustazo concedido¡±. Como buena consumidora de aperitivos y frutos secos, no pudo dejarla pasar. Para entonces ya hab¨ªa m¨¢s de 38.000 candidatos, que cuando acab¨® el plazo de inscripci¨®n hab¨ªan ascendido a 41.000. ¡°Ten¨ªa cero expectativas¡±, asegura. La candidatura solo requer¨ªa responder a dos preguntas. Exponer cu¨¢l era su producto favorito y comentar por qu¨¦ estaba interesada y por qu¨¦ deb¨ªa ser ella la elegida. Con el mismo desparpajo que, una vez seleccionada y en plena jornada de trabajo, coment¨® qu¨¦ le parec¨ªa cada uno de los productos que le dieron a probar, Gisbert contest¨® que, a su edad, necesitaba aumentar las an¨¦cdotas que contar en Tinder (aplicaci¨®n de citas). ¡°Adem¨¢s de mis experiencias en la vida, quer¨ªa tener m¨¢s cosas que contar¡±, explica con normalidad. En su respuesta indic¨® adem¨¢s que, pese a crear contenido digital para el museo de Barcelona en el que trabaja, no tiene redes sociales, aunque las sigue de cerca. El producto que marc¨® como preferido, una mezcla de frutos secos: ¡°El mix 5, un cl¨¢sico de Mister Corn¡±.

La estrategia de marketing de Grefusa cambi¨®, aproximadamente, en 2015, tal como cuenta su actual CEO y nieto del fundador de la marca, Agust¨ªn Gregori. ¡°Nos cost¨® cambiar, pero ten¨ªamos que aprovechar nuestro tama?o, mucho menor que el de las grandes multinacionales, para desarrollar acciones potentes y r¨¢pidas porque el consumidor va mucho m¨¢s r¨¢pido que nosotros¡±. La de la contrataci¨®n de una catadora, que surgi¨® a iniciativa del portal InfoJobs, no es la ¨²nica v¨ªa con la que la empresa ha implantado una de sus premisas, la cercan¨ªa con sus consumidores, uno de los que ellos llaman ¡°grefuvalores¡±. Gregori recuerda cuando en 2012 detectaron lo que consideraban un fallo en el proceso de producci¨®n de las Pipas Tijuana, en cuyas bolsas aparec¨ªan varias pipas pegadas, los llamados ¡°pegotes¡± e invirtieron en el programa de mejora de calidad para que todas fueran homog¨¦neas. ¡°Comenzaron las llamadas de los consumidores reclamando los pegotes y diciendo que eran como un premio cuando sal¨ªan y, de inmediato, revertimos el programa para que las Tijuana tuvieran pegotes¡±, cuenta.

Ese contacto con el consumidor es constante. Cada semana se marca un ¡°d¨ªa de ruta¡± y, durante media jornada, los empleados de la f¨¢brica que lo deseen, de cualquier departamento, acompa?an a un vendedor para ver qu¨¦ se vende, c¨®mo y por qu¨¦. Preguntan en los establecimientos y a los consumidores. Y la empresa recopila despu¨¦s esos datos al igual que hace con las sugerencias que llegan a trav¨¦s de la p¨¢gina web de la marca. ¡°Se valoran, se clasifican, se les asigna un potencial, un plazo de realizaci¨®n y el c¨¢lculo de la inversi¨®n necesaria¡±, explica Gregori. ¡°Tenemos una escucha activa. Somos peque?os, pero innovadores, y nos atrevemos¡±, a?ade.

No todo han sido aciertos en ese camino en busca de un p¨²blico que, en gran parte, es gente joven ¡°que busca nuevas experiencias y sorpresas¡±. Comercializaron unas pipas con sabor a bebida energ¨¦tica que apenas dur¨® en el mercado, pero que algunos reclamaron cuando desapareci¨®.

Agust¨ªn Gregori admite que el suyo es un producto ¡°agradecido¡±, relacionado con tiempo de ocio y muy barato. Por ello, para alcanzar los 153 millones de facturaci¨®n ¡ªun 12% m¨¢s que el a?o anterior¨D y unos beneficios de 18,6 millones de euros, Grefusa ha vendido alrededor de 300 millones de bolsas en 2022.

En un mercado como el de los snacks, que en Espa?a mueve 3.200 millones de euros a?o, el de los frutos secos, con 1.200 millones, o el de las patatas fritas, con 600 millones, Grefusa ha entendido que, para crecer, ten¨ªa que entrar en las categor¨ªas ¡°grandes¡±. As¨ª, para el pr¨®ximo a?o la firma prepara novedades sobre frutos secos con los que pretenden llegar a cuotas como las alcanzadas con el Piponazo o el ma¨ªz frito de Mister Corn. Tras el cierre de su f¨¢brica en Valladolid, han levantado otra en Alzira (Valencia), con una inversi¨®n de ocho millones de euros, para poder separar la producci¨®n, de manera que los horneados est¨¦n libres de trazas de frutos secos y estos est¨¦n libres de cualquier resto de gluten y as¨ª ser consumibles por celiacos y al¨¦rgicos. Porque, pese a ese mercado din¨¢mico y cambiable, Gregori asegura que no olvidan que se trata de un alimento y por eso han celebrado sus 20 a?os sin usar aceite de palma (¡°que nos cost¨® un dineral¡±, afirma), o que, pese a que ¡°el sabor es lo m¨¢s importante¡±, se lanzaron a la producci¨®n de ¡°snatt?s¡±, un aperitivo m¨¢s saludable hecho con harinas de legumbres.

Despu¨¦s de recorrer el laboratorio, distintos espacios del proceso de fabricaci¨®n de productos y el almac¨¦n en el que se acumulan miles de bolsitas antes de su salida al mercado, la catadora de Grefusa, Elena Gisbert, pas¨® a la sala de catas. All¨ª se enfrent¨® a envoltorios sin identificar y prob¨® y evalu¨® cada uno de los productos: ¡°Este tiene un saborcito a tomate pero no es algo que permanezca en la boca, es ligero y se va enseguida¡±, dijo sobre uno de ellos ante la atenta mirada de varios miembros del equipo de la marca. ¡°Voy a ser sincera, eh¡±, advirti¨®.

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