Tendencias reflejadas por el s¨¦ptimo arte
Un cine cl¨¢sico visionario aborda los grandes temas de conversaci¨®n venideros, como la desinformaci¨®n, sostenibilidad, gobernanza e infraestructuras
Siete pel¨ªculas, la mayor¨ªa en blanco y negro, para explicar un mundo en color. Del expresionismo alem¨¢n a un western crepuscular. Siete films que corresponden a las tendencias del pr¨®ximo ejercicio que han medido los agrimensores de Retina. Silencio. La primera tendencia es el titular de este a?o: la IA generativa. La imagen es ese orbe rojo intenso que proyectaba el ordenador ficticio Hal 9000 en 2001: una odisea del espacio, filmada por Stanley Kubrick durante 1968.
Pero eso es un fotograma, la pel¨ªcula que representa esa gran inercia es Metr¨®polis (Fritz Lang, 1927). La rebeli¨®n en 2026 de un robot en un avispero de pobres contra las ¨¦lites que los parasitan. En la realidad, la IA es un concepto con m¨¢s poso que se abre al debate de la gobernanza. La UE ha sido la primera regi¨®n del planeta en legislarla. Esta IA generativa es en la que se basan herramientas tan populares como el ChatGPT. Ahora tendr¨¢n que cumplir unos criterios de transparencia: especificar, por ejemplo, si un texto, una fotograf¨ªa o una canci¨®n se han creado a trav¨¦s de inteligencia artificial y que los datos utilizados para entrenar a los sistemas respetan los derechos de autor. ¡°Solo este tema ha generado ingentes demandas en EE UU¡±, sintetiza Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial. ¡°Certeza legal y t¨¦cnica¡±, ahonda la pol¨ªtica. El texto ¡ªcasualidad o no¡ª entrar¨¢ en vigor a finales de 2026, aunque algunos apartados se aplicar¨¢n antes.
Tras la cortinilla, la siguiente tendencia desciende corriente abajo hasta la crisis de la confianza. Fake news, Deep fakes y otras alucinaciones. ?La respuesta? Utilizar la propia tecnolog¨ªa para desenmascarar este universo falso. Gracias a la inteligencia artificial se podr¨¢ saber qu¨¦ es real y qu¨¦ es fraude. El debate ha comenzado pero el objetivo es construir esa confianza dentro de un mundo sin certezas. ¡°La regulaci¨®n aporta un efecto de reputaci¨®n y tambi¨¦n ¨¦tico a ese relato¡±, reflexiona Carme Artigas. Ah... la pel¨ªcula. F for Fake (1973), de Orson Welles. Un documental, entre lo cierto y lo ama?ado, sobre el falsificador de arte Elmyr de Hory.
Y casi encadenado a la voz de la pol¨ªtica, la regulaci¨®n y la gobernanza. ?El fin del Salvaje Oeste? En el entorno digital, las empresas ya sienten el cambio de ciclo. Los desarrolladores de productos tendr¨¢n que cumplir unas salvaguardas cuando lancen sus art¨ªculos al mercado. Y la vigilancia biom¨¦trica en tiempo real y en espacios p¨²blicos solo pueden ser empleada por las fuerzas del orden y en contextos reducidos como secuestros, violaciones, asesinatos.
La pel¨ªcula es el adi¨®s del maestro John Ford al blanco y negro. En ella encaja esa ¨²ltima palabra: asesinato. Un western hist¨®rico. El hombre que dispar¨® a Liberty Valance (1962). Un pistolero. John Wayne (Tom Doniphon, en el film) y James Stewart (Ransom Stoddard) protagonizan una obra con la oscuridad de un pozo de petr¨®leo.
¡ªLiberty Valance no logr¨® hacerte huir. ?Qu¨¦ te pasa ahora, amigo, t¨² conciencia?, pregunta Doniphon a Stoddard.
¡ª?Acaso no es una carga matar a un hombre y luego querer construir una vida sobre esa muerte?, responde.
Profundidades de la existencia que recuerdan que la IA es personal. Vivir con copiloto. La IA generativa eliminar¨¢ puestos de trabajo. Pero no a quien sepa utilizarla. Llega el trabajador aumentado. Aquel que maneje la algoritmia y la inteligencia artificial. Tambi¨¦n acude su reverso. El consumidor aumentado. El d¨ªa que la IA, por ejemplo, negocie precios. El s¨ªmil de moda es comparar esta tecnolog¨ªa con una bicicleta. No caminas pero te permite ir m¨¢s deprisa y m¨¢s lejos. ?Sin embargo, qu¨¦ ocurre con los pa¨ªses, trabajadores y empresas que no la tienen? El fotograma es El ladr¨®n de bicicletas (1948), del italiano Vittorio de Sica. A un trabajador humilde le roban la bici en los a?os de posguerra tras la Segunda Guerra Mundial y con ella su forma de vida. El final es una ruina: los pobres seguir¨¢n llorando, los ricos, riendo.
Gira la bobina. Llega a Tiempos modernos (Charles Chaplin, 1936). El hombre en la esclavitud de la cadena de montaje. Mecanismos. Espa?a vivi¨® un a?o espectacular en infraestructuras; no solo las que ha construido en Europa, sino tambi¨¦n en el sur de ?frica. Adem¨¢s se han creado un elevado n¨²mero de centros de datos. Sin olvidar, tambi¨¦n, el streaming. Esta tendencia es cloud, edge e infraestructura.
Y en un mundo en guerra, la ciberseguridad y la defensa ganan peso en el gasto de los pa¨ªses. En ciberseguridad si no eres lobo eres cordero. Israel ¡ªuno de los Ej¨¦rcitos m¨¢s poderosos¡ª ha demostrado que resulta distinto encontrar una aguja en un pajar que una aguja en una monta?a de agujas. ?Demasiada informaci¨®n de defensa o inteligencia puede ser un problema? Un misterio como el que propone Carol Reed en El tercer hombre (1949), que envuelve una destrucci¨®n moral.
La bobina finaliza. La ¨²ltima lata. Clean tech y sostenibilidad. Llegan los famosos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), hasta ahora algo arrinconados por la tecnolog¨ªa. Las empresas saben que medir la huella de carbono resulta condici¨®n necesaria pero no suficiente. Biodiversidad, calidad del empleo, lucha contra la pobreza. Aqu¨ª se proyecta esa obra extraordinaria de Bu?uel que es Los olvidados (1950).
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