Las importaciones amenazan al sector hortofrut¨ªcola espa?ol

Las importaciones de frutas y hortalizas frescas ascendieron en 2023, seg¨²n los datos manejados por la Federaci¨®n de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, a casi cuatro millones de toneladas. Es m¨¢s del 40% de la demanda media interior, estimada en unos nueve millones de toneladas. Esta situaci¨®n se repite a pesar de ser Espa?a un gran pa¨ªs productor de frutas y hortalizas, la llamada ¡°huerta de Europa¡±, con m¨¢s de 25 millones de toneladas y unas exportaciones de casi 13 millones de toneladas. Desde la patronal se reclaman medidas para apoyar la actividad de la producci¨®n en origen y, sobre todo, un nuevo marco regulatorio para competir en igualdad de condiciones frente a los productos importados de terceros pa¨ªses.

Sobre el volumen de los cuatro millones de toneladas que suponen las importaciones, hay una serie de productos, en su mayor parte procedentes de terceros pa¨ªses de cultivos tropicales, como pi?as, aguacates o kiwis, cuya entrada no suponen una competencia importante directa sobre las producciones nacionales. Sin embargo, el grueso de las importaciones entra en una clara competencia con las producciones propias.

En esta situaci¨®n se hallan las entradas masivas de patata, m¨¢s de 800.000 toneladas procedentes en su mayor parte de otros pa¨ªses comunitarios como Francia, Pa¨ªses Bajos o Polonia, pero tambi¨¦n de otros terceros pa¨ªses como Egipto o Marruecos, con importantes impactos negativos en algunos periodos del a?o sobre la producci¨®n interior con abandonos de superficies de cultivo. Lo mismo ocurre en otros ¨¢mbitos: los invernaderos holandeses son m¨¢s competitivos por rendimientos y otros pa¨ªses, como Marruecos, tienen menores costes de producci¨®n en productos como sand¨ªas, melones y ¡ªmuy especialmente¡ª tomates o jud¨ªas, que est¨¢n arrinconando a la producci¨®n nacional.

En este escenario, desde el sector se reclaman medidas directas de apoyo en origen a los productores en origen para mejorar su eficiencia productora y, as¨ª, aumentar su competitividad. Estas medidas pasan desde los apoyos con m¨¢s fondos para las organizaciones de productores o para la mejora de las estructuras b¨¢sicamente en las 50.000 hect¨¢reas en todo tipo de invernaderos para ser m¨¢s eficientes, disponibilidades de agua a un coste ajustado, mejora de los canales de comercializaci¨®n y la actuaci¨®n de la Agencia para la Informaci¨®n y el Control de la Cadena Alimentaria para el control de las importaciones en el cumplimiento de las exigencias comunitarias.

Adem¨¢s de las medidas a nivel de producci¨®n, el sector considera indispensable actuar sobre el actual marco regulatorio para competir en condiciones de igualdad, especialmente frente a terceros pa¨ªses. En este objetivo, se considera fundamental revisar los controles sobre los precios de entrada, las cl¨¢usulas de salvaguardia, las preferencias comunitarias y el contenido de los diferentes acuerdos con terceros pa¨ªses por los que se abren autopistas para la entrada de productos en base a los intereses de los consumidores de algunos Estados comunitarios no productores del norte, pero abriendo solo senderos para las exportaciones de pa¨ªses productores como Espa?a.

En el ¨¢mbito agrario, adem¨¢s, se pone especial ¨¦nfasis en denunciar la importancia de la llamada ¡°cl¨¢usula espejo¡±, por la que los productos importados deben cumplir las mismas exigencias que la UE en asuntos como uso de productos fito y zoosanitarios, de bienestar animal, de salarios o de duraci¨®n de la jornada laboral. Los productores estiman que esa exigencia de cl¨¢usula espejo se utiliza solo como propaganda pol¨ªtica, pero que no se est¨¢ cumpliendo, en detrimento de sus intereses.

El sector de frutas y hortalizas supone casi el uso de casi un mill¨®n de hect¨¢reas, el 5% de la superficie agraria. El impacto sobre el empleo, es mucho mayor: del 40% en el campo, con un papel clave para el sostenimiento del territorio. La producci¨®n es de unos 25 millones de toneladas, que tienen un valor en origen de unos 18.000 millones de euros. De esa cifra, 13 millones de toneladas se destinan a la exportaci¨®n, con un valor tot

de las que una parte importante se destina a su transformaci¨®n y 13 millones de toneladas a la exportaci¨®n por 16.000 millones de euros.

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