El n¨²mero de parados que llevaban entre uno y dos a?os buscando un empleo se redujo en un 14% en 2023

El mercado laboral viene demostrando (peque?os) s¨ªntomas de desaceleraci¨®n ¡ªel ritmo de creaci¨®n de empleo se ha ralentizado en el ¨²ltimo cuatrimestre¡ª, pero sigue ofreciendo cierta resistencia frente a factores externos. Sin embargo, los niveles de paro despuntan en el contexto europeo ¡ªEspa?a presenta hoy una tasa del 11,7%, casi el doble de la media comunitaria¡ª, y hay colectivos, como el de los parados de larga duraci¨®n, cuya situaci¨®n contin¨²a siendo muy comprometida. Al mismo tiempo que ocurre todo esto, hay tendencias que evidencian cierta agilidad en la salida de estas personas del desempleo. En 2023, el n¨²mero de parados que llevaba entre uno y dos o m¨¢s a?os buscando un empleo fue el menor en 15 a?os. Seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), el total fue de 1.046.200 demandantes, 170.000 menos que en 2022, un 14% por debajo; y menos de la mitad que hace una d¨¦cada. La serie estad¨ªstica hace referencia a aquellos parados que hab¨ªan trabajado con anterioridad, y que ¡ªpor razones que no se desgranan¡ª, perdieron su empleo.

La lectura general de los datos del INE ¡ªque ha ofrecido este martes las medias en distintos apartados de los cuatro trimestres de 2023¡ª evidencia comportamientos dispares para los parados que ya hab¨ªan trabajado anteriormente en funci¨®n del horizonte temporal de su b¨²squeda. Mientras que el volumen de aquellos que llevan m¨¢s tiempo esperando (de uno a m¨¢s de dos a?os) se ha rebajado en un 13,99%, los que llegan hasta el medio a?o de b¨²squeda han crecido un 3,38%, situ¨¢ndose en los 1,34 millones.

La estad¨ªstica del INE disgrega los resultados en varias categor¨ªas en cuanto al tiempo de rastreo: menos de un mes; de un mes a menos de tres; de tres a menos de seis; de seis a menos de un a?o; de un a?o a menos de dos; y de dos a m¨¢s a?os. En estas seis series, en cuatro de ellas (las primeras) el n¨²mero de buscadores se ha incrementado en los ¨²ltimos cinco a?os. Sin embargo, en unos niveles inferiores a la ca¨ªda que han experimentado las dos de mayor duraci¨®n.

A la espera de la nueva Agencia

Las explicaciones detr¨¢s de las dificultades para acceder al mercado de trabajo para cualquier colectivo son varias, aunque la m¨¢s extendida ¡ªy compartida por los agentes sociales¡ª es la que hace referencia al escaso acompa?amiento que los servicios p¨²blicos de empleo ofrecen a los parados. Con datos de 2022 (los ¨²ltimos), el INE recoge que ese a?o tan solo 319.400 personas obtuvieron su empleo gracias a la intermediaci¨®n de una oficina p¨²blica, apenas el 1,9% respecto al total de asalariados. Se trata de un porcentaje que se ha mantenido pr¨¢cticamente estable en la ¨²ltima d¨¦cada (en 2012 fue del 1,6%), a pesar de las distintas pol¨ªticas de empleo que se han venido implementando en este tiempo.

Remendar este desacople entre las entidades p¨²blicas y los parados es una de las funciones que se le atribuyeron a la Agencia Espa?ola del Empleo, un organismo cuya creaci¨®n el Gobierno anunci¨® en el anteproyecto de la Ley de Empleo en diciembre de 2021, y que todav¨ªa no se ha puesto en marcha. Desde esta entidad ¡ªque nacer¨ªa para sustituir al Servicio P¨²blico Estatal de Empleo (SEPE)¡ª, se ofrecer¨ªa un cat¨¢logo de servicios centrado en perfiles individualizados y en una tutorizaci¨®n individual de los ciudadanos que recurrieran a ellos.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, asegur¨® entonces que la futura Agencia de Empleo incluir¨ªa un perfil individualizado del usuario, su tutorizaci¨®n individual y continuada, una intermediaci¨®n laboral eficiente, adem¨¢s de una formaci¨®n para el empleo o un expediente laboral personalizado ¨²nico. Por el momento, el proyecto permanece parado, aunque fuentes del Ministerio reconocen mantenerlo en su agenda para la presente legislatura.

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