Tras los fallos del sistema de homologaci¨®n hay personas reales con sue?os y talento

Como diputada del Congreso, suelo recibir muchos emails al d¨ªa: algunos urgentes, otros simple spam y otros, la verdad, me remueven por dentro y me recuerdan lo que ha sido mi realidad como mujer migrante, de familia refugiada y, sobre todo, me recuerdan el peso y la responsabilidad que tengo con las comunidades que represento en el Congreso, aunque muchas de esas personas no me haya votado por la imposibilidad de participar pol¨ªticamente. Las personas migrantes en situaci¨®n regular en nuestro pa¨ªs, no tienen derecho a votar a sus representantes pol¨ªticos en las elecciones auton¨®micas y estatales.

Algunos de estos emails que llegan cada semana a mi buz¨®n son de personas altamente cualificadas que residen en nuestro pa¨ªs y que ven su futuro truncado por el eterno proceso de homologaci¨®n.

Cuando termin¨¦ la carrera de Ingeniera Inform¨¢tica sol¨ªa decir que ten¨ªa un privilegio doble: por un lado, haber estudiado una carrera con mucho futuro; por otro, el enorme privilegio de tener un t¨ªtulo expedido por una universidad espa?ola dentro del plan Bolonia. Puede que, a cualquiera que me est¨¦ leyendo, esto le parezca una alegr¨ªa menor, pero del mismo modo que el color de un pasaporte garantiza todos los derechos para unos y limita los derechos de otros, un t¨ªtulo expedido en Europa construye una ¨¦lite social con las puertas abiertas a un mercado laboral que, a su vez, trunca la esperanza de muchos otros.

Soy de las m¨¢s j¨®venes de siete hermanos y, junto con mi hermano mellizo, somos los ¨²nicos de mi familia que hemos estudiado en Espa?a, ya que el resto realiz¨® sus estudios en Argelia. En este caso, me voy a centrar en mi hermano menor. Desde muy joven, adquiri¨® la nacionalidad espa?ola, siendo la envidia del resto de hermanos, cancelados administrativamente por un conflicto pol¨ªtico que ha dejado en la marginalidad a miles de saharauis en un campo de refugiados en Tindouf.

Aunque ¨¦l tuviera la ¡°suerte¡± de ser espa?ol, nunca pudo homologar sus estudios en Espa?a. La burocracia, la falta de seguimiento de su expediente, la falta de digitalizaci¨®n¡­ hizo que terminara tirando la toalla para pasar a realizar trabajos temporales mientras se planteaba estudiar de nuevo. Estoy segura que Espa?a ha perdido a un gran economista.

Imag¨ªnense, por un momento, que esta realidad que parece aislada puede afectar a miles de personas en nuestro pa¨ªs. Personas migrantes, altamente cualificadas, que pueden llegar a tardar hasta 4 a?os en homologar su t¨ªtulo universitario. Imag¨ªnense, tambi¨¦n, la ansiedad de estar esperando tanto tiempo sin siquiera saber si la administraci¨®n te ha requerido un documento pero no te ha llegado la notificaci¨®n por correo postal, ya que a todos, por unas circunstancias u otras, nos toca cambiar de domicilio. Imag¨ªnese lo que es formarse durante a?os para ser m¨¦dico y terminar haciendo cualquier trabajo, que no te apasiona, sin la garant¨ªa de que lo que un d¨ªa fue un sue?o termine por cumplirse.

Seg¨²n la nueva investigaci¨®n de LightHouse Reports en colaboraci¨®n con EL PA?S y Financial Times, Espa?a es el tercer pa¨ªs con m¨¢s desperdicio de talento en Europa. Alrededor del 54% de los inmigrantes con estudios universitarios est¨¢n sobrecualificados, en comparaci¨®n con el 33% de los espa?oles con estudios universitarios. Si solo consideramos a los inmigrantes llegados desde ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina, la brecha se ampl¨ªa hasta 24 puntos: el 57% de estos extranjeros est¨¢n sobrecualificados. A la brecha entre migrantes y nativos se suma la brecha de g¨¦nero, tambi¨¦n presente: a los hombres migrantes universitarios les afecta la sobrecualificaci¨®n 17 puntos m¨¢s que a los nativos, mientras que entre las mujeres esta diferencia aumenta hasta los 24 puntos. Este ¡°desperdicio de talento¡± en Espa?a representa cerca de un punto del PIB (0,89%).

Lejos del mantra de la extrema derecha de nuestro pa¨ªs, que suele hablar de la inmigraci¨®n en t¨¦rminos de ¡°invasi¨®n extranjera¡±, las personas que migran a nuestro pa¨ªs son el motor de nuestra econom¨ªa, enriquecen nuestra cultura y son m¨¢s necesarios que nunca en sectores como la Sanidad.

La medida m¨¢s urgente es un proceso de digitalizaci¨®n transparente que permita a los solicitantes seguir su expediente

El proceso de homologaci¨®n de t¨ªtulos universitarios en Espa?a enfrenta desaf¨ªos significativos debido al aumento en las solicitudes y deficiencias en el sistema de gesti¨®n. El Real Decreto 889/2022, que implement¨® un sistema digitalizado, no logr¨® resolver el atasco en el proceso de homologaci¨®n. Se necesita m¨¢s personal en la administraci¨®n y la implementaci¨®n de medidas para agilizar el proceso, como la digitalizaci¨®n y el monitoreo continuo. Tambi¨¦n es importante establecer un servicio de atenci¨®n y asesoramiento en l¨ªnea para resolver dudas y acelerar el proceso de homologaci¨®n.

De todas las medidas anteriormente mencionadas, la m¨¢s urgente es, en mi opini¨®n, un proceso de digitalizaci¨®n transparente que permita a los solicitantes seguir su expediente. En la administraci¨®n p¨²blica podemos tomar como ejemplo el proceso de digitalizaci¨®n de la solicitud de la nacionalidad espa?ola, la cual redujo los plazos en los tr¨¢mites de cuatro a?os a tres meses, como fue mi caso. Como ingeniera inform¨¢tica, s¨¦ muy bien que una aplicaci¨®n software bien dise?ada, con un buen modelo de datos y en la que se pueden analizar todos los requisitos agiliza muchos tr¨¢mites administrativos. Por el contrario, la aplicaci¨®n se puede convertir en una caja negra que imposibilita, incluso, el trabajo del funcionariado.

Todos los ciudadanos tienen el derecho a seguir digitalmente su proceso, porque muchas veces lo que necesitamos no es una respuesta favorable sino, simplemente, una respuesta; la incertidumbre contribuye a la ansiedad y la resignaci¨®n. ?No permitamos el desperdicio de talento en nuestro pa¨ªs! Un d¨ªa fuimos migrantes y, posiblemente, alg¨²n d¨ªa volvamos a serlo. Se nace migrante en un planeta que gira cada segundo para recordarnos que somos n¨®madas en nuestro propio sistema solar.

Tesh Sidi es ingeniera inform¨¢tica y diputada por M¨¢s Madrid en el Congreso. Es portavoz de Sumar de Ciencia y Digitalizaci¨®n.

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