Se disparan los hogares con problemas de ruido: uno de cada cuatro se queja de sus vecinos o del bullicio

Los problemas que acechan al mundo de la vivienda van m¨¢s all¨¢ del esfuerzo econ¨®mico al que se enfrentan los hogares que deben pagar mes a mes el alquiler o la hipoteca. Aunque a priori pueden parecer menores, otra serie de inconvenientes como la falta de luz natural, los problemas de contaminaci¨®n, el vandalismo y el ruido minan cada vez m¨¢s la moral de los ciudadanos. En 2023, de hecho, casi uno de cada cuatro hogares del pa¨ªs (el 24%) sufri¨® por el bullicio producido por los vecinos o en el exterior, un porcentaje que ha crecido en casi 10 puntos porcentuales desde el a?o 2012, seg¨²n muestra el m¨®dulo sobre condiciones de la vivienda y eficiencia energ¨¦tica englobado en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que difunde anualmente el INE.

En esta publicaci¨®n, Estad¨ªstica pregunta a los encuestados por una serie de cuestiones como el grado de satisfacci¨®n con la vivienda, el esfuerzo econ¨®mico al que se enfrentan para costearla o las condiciones clim¨¢ticas del inmueble. En el apartado que analiza otros problemas a?adidos, el del ruido de la calle o producido por los vecinos destac¨® en 2023 como el principal en todos los niveles de ingresos, ¡°siendo todos los porcentajes superiores a los registrados en la encuesta de 2012¡å, la ¨²ltima en tratar el tema en cuesti¨®n.

Las molestias por el ruido son comunes en todos los niveles de renta. Sin embargo, como sucede con el resto de problemas que resaltan los encuestados, las quejas son mayores a medida que bajan los ingresos declarados por el hogar. As¨ª, mientras que el primer quintil (el 20% m¨¢s pobre de la poblaci¨®n) sufre bullicio en el 25,6% de los casos, el ¨²ltimo (el 20% m¨¢s rico) lo hace ¨²nicamente en el 20,7%. Los quintiles intermedios rondan una proporci¨®n del 24,5%.

Los otros inconvenientes que recoge la encuesta tambi¨¦n aumentan con car¨¢cter general entre 2012 y 2023. La falta de luz natural pasa, de media, del 4,4% al 8,6% de los hogares; la contaminaci¨®n y otros problemas derivados avanzan desde el 7,8% al 10,7%; y el vandalismo aumenta del 10% al 13,8%. De igual manera, si al principio del periodo el 74,8% de los hogares declaraba no tener ninguno de estos problemas, ahora la cifra cae al 62,1%. En todos los casos, las familias con mayores niveles de renta se encuentran en mejor situaci¨®n que las m¨¢s pobres.

Los datos de la ECV, publicados ayer, sacan a relucir otras derivadas. Por ejemplo, de media el 83,5% de los hogares del pa¨ªs se mostr¨® relativamente satisfecho o muy satisfecho con la vivienda en la que resid¨ªan, un dato que empeora en casi cinco puntos porcentuales respecto a 2012 y que tambi¨¦n est¨¢ fuertemente condicionado por los niveles de ingresos. Hay otro dato que evidencia el v¨ªnculo entre el poder adquisitivo y la renta: los pobres habitan las casas m¨¢s peque?as y los ricos, las m¨¢s grandes.

M¨¢s fr¨ªo en invierno, m¨¢s calor en verano

En la primera edici¨®n de la ECV del a?o 2023, publicada en febrero, el INE recogi¨® que uno de cada cinco hogares (el 20,7%) no pudo mantener su casa a una temperatura adecuada durante el conjunto del ejercicio, el peor dato de la serie hist¨®rica. En el m¨®dulo especializado en vivienda se profundiza en este asunto y queda constancia de que la problem¨¢tica es incluso mayor.

La crisis energ¨¦tica provocada por la escalada de la inflaci¨®n y el encarecimiento del gas y la electricidad llev¨® a que el a?o pasado el 27,5% de los hogares encuestados reconociesen no tener una temperatura suficientemente c¨¢lida durante los meses fr¨ªos, casi 10 puntos porcentuales m¨¢s que el dato registrado en 2012. En este apartado, la brecha entre ricos y pobres se agranda a¨²n m¨¢s: si el 15% de los hogares del ¨²ltimo quintil estaban en esta situaci¨®n, la cifra escalaba al 38,9% en el colectivo m¨¢s pobre. Lo mismo sucedi¨® en verano: el 41,3% de las familias con menos ingresos no pudo disfrutar de ¡°una temperatura suficientemente fresca¡±, porcentaje que cae al 33,6% en la media nacional y al 24,8% en el 20% m¨¢s acaudalado.

Esta carencia material severa, considerada as¨ª por el propio INE, tiene m¨¢s derivadas adem¨¢s del nivel de renta. Una de ellas est¨¢ ¨ªntimamente vinculada al r¨¦gimen de tenencia de la vivienda, registrando siempre peores datos en el caso de los inquilinos: si los propietarios tienen fr¨ªo en invierno y calor en verano en el 24,6% y 31,3% de los casos, respectivamente, los arrendatarios lo hacen en el 40% y 45%, respectivamente.

Pese a todo ello, algo llamativo en un contexto de encarecimiento de alquileres y de aumento de tipos en las hipotecas es que la sobrecarga econ¨®mica que supone la vivienda ha perdido peso entre los dos a?os analizados, aunque de nuevo impacta m¨¢s en los hogares de menor renta. De media, en 2023, los gastos totales de la casa supusieron ¡°una carga pesada¡± para el 36,2% de los encuestados, cuando la sensaci¨®n llegaba en 2012, en plena crisis inmobiliaria, al 54,9%. Este indicador, explica el INE, est¨¢ asociado ¨²nicamente a la percepci¨®n de los ciudadanos y no se basa en datos de esfuerzo econ¨®mico real.

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