Vivienda asequible, una obligaci¨®n de todos

Mejorar el acceso a la vivienda, sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes, es una de las tareas pendientes del sector inmobiliario y de las Administraciones p¨²blicas, que en los ¨²ltimos a?os han aunado (y acelerado) esfuerzos para tratar de solventar una brecha que ha ido creciendo por el contexto macroecon¨®mico y social, y que ya se ha convertido en uno de los grandes problemas sociales de este pa¨ªs.

La principal palanca para atajar el problema del acceso a una vivienda pasa por aumentar la oferta de vivienda asequible en Espa?a, pr¨¢cticamente inexistente en la producci¨®n de los ¨²ltimos ocho a?os.

Si consideramos que la vivienda asequible es aquella que requiere un esfuerzo econ¨®mico, ya sea de compraventa o de alquiler, que no supere el 30% de los ingresos brutos de la unidad familiar, llegamos a la conclusi¨®n de que la producci¨®n de esta vivienda apenas ha llegado a ser un 15% de la producci¨®n total de vivienda anual de los ¨²ltimos a?os.

En la actualidad, en Espa?a se construyen al a?o cerca de 80.000 viviendas de obra nueva frente a una demanda que dobla o triplica la producci¨®n, en funci¨®n de la fuente de informaci¨®n que se utilice. No se trata solo de un desfase cuantitativo, el problema adicional es que la producci¨®n actual est¨¢ dirigida en un 90% a vivienda denominada de reposici¨®n ¡ªviviendas para quien ya tiene vivienda¡ª, mientras que la demanda de primer acceso se va acumulando cada d¨ªa de forma m¨¢s acuciante. Un primer acceso formado, principalmente, por j¨®venes o familias que no han tenido acceso hasta la fecha a vivienda en condiciones adecuadas.

Este desequilibrio patente entre oferta y demanda de vivienda supone un reto para la sociedad en general. Es obligaci¨®n del sector privado y tambi¨¦n del sector p¨²blico producir vivienda para todos de forma decidida e inmediata. La necesidad de vivienda asequible en un pa¨ªs como Espa?a es apremiante: la vivienda es una infraestructura social, el pilar fundamental para garantizar la calidad de vida y la seguridad econ¨®mica de los ciudadanos.

Abordamos, por consiguiente, una situaci¨®n que es todo un problema de Estado. Y para que no se agrande esta problem¨¢tica social se necesitan soluciones a corto plazo. Hay que pensar no en las generaciones del futuro, sino en las del presente.

En esta encrucijada, una de las primeras medidas a tomar pasa por poner suelo en el mercado por parte de las Administraciones p¨²blicas a trav¨¦s de la colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Esta iniciativa, con las concesiones posicion¨¢ndose como una de las soluciones que mayor eficiencia ha demostrado, resulta vital para generar la esperada vivienda asequible.

En esta direcci¨®n ya van algunos proyectos impulsados por comunidades aut¨®nomas como la Comunidad de Madrid, donde el Plan VIVE se afianza como soluci¨®n a la edificaci¨®n de viviendas asequibles. En este caso, en alquiler con rentas reguladas y que contempla la construcci¨®n de 8.000 viviendas asequibles durante la actual legislatura. Estas iniciativas p¨²blico-privadas alcanzan ya a un gran n¨²mero de comunidades y ayuntamientos que han lanzado o tienen en proceso de estudio el lanzamiento de nuevas iniciativas similares.

Otra medida en favor de la vivienda asequible es la actualizaci¨®n de los m¨®dulos de Vivienda de Protecci¨®n Oficial (VPO), que ya han comenzado a impulsar varias comunidades aut¨®nomas en los ¨²ltimos tiempos y que ya est¨¢n suponiendo el desbloqueo de la construcci¨®n de miles de inmuebles tan necesarios para la sociedad. Adem¨¢s, ser¨ªa muy necesaria la agilizaci¨®n de las licencias inmobiliarias, como tambi¨¦n se ha anunciado recientemente. Todo lo que representa reducci¨®n de plazos se traduce en reducci¨®n de costes y, por consiguiente, en un ajuste en los precios de venta de la vivienda.

El papel de los promotores es clave en este proceso, adem¨¢s de ser fiel compa?ero de viaje en estas iniciativas con el sector p¨²blico. Somos el instrumento necesario para transformar el suelo en edificios que generan rentas y para estructurar las operaciones con los grandes inversores institucionales que prefieren evitar el riesgo de promoci¨®n y comprar ya edificios terminados y listos para su explotaci¨®n.

En este escenario de rentabilidades ajustadas, costes de construcci¨®n elevados y un entorno financiero m¨¢s exigente, debemos trabajar para desarrollar edificios y una tipolog¨ªa de vivienda que satisfagan las necesidades de la demanda en producto y precio. Que sigan manteniendo una buena arquitectura, pero que tambi¨¦n sean rentables para la comunidad inversora.

Por ¨²ltimo, resulta necesario que la Administraci¨®n tambi¨¦n desarrolle medidas de financiaci¨®n, tanto para la construcci¨®n como para la adquisici¨®n. En este sentido, el Gobierno ha aprobado recientemente una l¨ªnea de avales de 2.000 millones para la edificaci¨®n de 40.000 viviendas destinadas a alquiler social o a venta a precio asequible. Y pensando en la compra, en la senda del help to buy brit¨¢nico, ha creado una l¨ªnea de avales ICO de 2.500 millones para menores de 35 a?os. Hay muchos j¨®venes, fundamentalmente, que se encuentran en una espiral de alquileres elevados que les impide ahorrar el 20% de la entrada para la compra de una vivienda, y a los que esta iniciativa les puede abrir la puerta de su nueva casa.

Parece evidente que se han comenzado a dar los pasos necesarios desde las distintas administraciones para impulsar una pol¨ªtica de vivienda m¨¢s activa y agresiva que reduzca el problema de la vivienda de las capas m¨¢s desfavorecidas de la sociedad, principalmente los j¨®venes. La soluci¨®n m¨¢s inmediata pasa por poner la mayor oferta posible de suelo en el mercado e impulsar su desarrollo con medidas complementarias de apoyo, as¨ª como tratar de reducir al m¨¢ximo los plazos para que est¨¦ disponible para su ocupaci¨®n, propiedad o alquiler.

La pol¨ªtica de vivienda debe ser una prioridad generalizada y debe evitarse que se convierta en un instrumento de utilizaci¨®n partidista. Debe primar el inter¨¦s general social y, de este modo, tambi¨¦n deben fomentarse las iniciativas de inter¨¦s que procedan de la oposici¨®n. Todo suma en el objetivo com¨²n de producir vivienda asequible y facilitar el acceso a una casa, sobre todo, a los j¨®venes y a familias que la necesitan.

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