La alfombra persa, la ¨²ltima v¨ªctima de las sanciones a Teher¨¢n
La exportaci¨®n cultural m¨¢s significativa de Ir¨¢n contribu¨ªa m¨¢s de 2.000 millones a su econom¨ªa en 1994. Ahora mercados como China, Turqu¨ªa o India le hacen competencia


Si pregunta a cualquier iran¨ª por el significado que tiene una alfombra persa, se remitir¨¢ a los reyes de la antigua dinast¨ªa del Qajar de Persia, o hablar¨¢ de los pueblos monta?osos de su pa¨ªs, donde los s¨ªmbolos que adornan cada pieza cambian de tribu a tribu. En los ¨²ltimos a?os, estas codiciadas alfombras ¡ªtejidas a mano de forma artesanal con seda y lana¡ª han desaparecido de los salones occidentales. Es uno de los da?os colaterales de las d¨¦cadas de sanciones internacionales impuestas por Occidente a principios del siglo XXI. Estados Unidos ha acusado al r¨¦gimen iran¨ª de terrorismo y de atentados contra objetivos estadounidenses. Desde 2006, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha adoptado varias resoluciones en las que se exige a Ir¨¢n que deje de enriquecer uranio con fines de proliferaci¨®n nuclear. Desde entonces, y con diferentes periodos de tensi¨®n, la econom¨ªa del gigante del golfo p¨¦rsico ha ido perdiendo brillantez y ha sobrevivido gracias a las limitadas exportaciones de petr¨®leo.
Hace tres d¨¦cadas, las alfombras tejidas a mano supon¨ªan unos ingresos de 2.000 millones de d¨®lares (1.840 millones de euros a cambio de moneda actual) para la econom¨ªa iran¨ª, seg¨²n datos del Banco Central de Ir¨¢n. Superaban incluso los recursos del petr¨®leo. Hoy en d¨ªa, esa cifra apenas supera los 100 millones de d¨®lares (92 millones de euros), seg¨²n indican datos de la C¨¢mara de Comercio, Industria, Minas y Agricultura de Teher¨¢n. En 2022, Ir¨¢n era el quinto exportador global de las alfombras, y aport¨® el 7,5% de la oferta mundial. En 1995, era el primer productor mundial de alfombras, seg¨²n datos proporcionados por el Observatorio de Complejidad Econ¨®mica (OEC, por sus siglas en ingl¨¦s).
El comercio de estos textiles no ha vuelto a ser lo mismo desde que Washington decidi¨® aprobar un paquete de sanciones a Ir¨¢n a principios de siglo, con los petrod¨®lares en el punto de mira. El bloqueo comercial que prohib¨ªa la importaci¨®n de alfombras persas, y de otros productos como pistachos y caviar, fueron levantadas por la Casa Blanca en 2010, pero volvi¨® a establecerse bajo el mandato de Trump en 2018. Desde entonces, las importaciones de Teher¨¢n no han recuperado sus vol¨²menes anteriores.
Los comerciantes de alfombras se han quedado pr¨¢cticamente aislados de los mercados extranjeros despu¨¦s de que Washington y Bruselas acordaran bloquear el acceso al sistema internacional de pagos bancarios Swift en 2012, lo que ha dificultado enormemente la aceptaci¨®n de pagos de extranjeros. En lo que va de a?o, Estados Unidos solo ha importado 3,9 millones de d¨®lares (3,5 millones de euros) en bienes de Ir¨¢n, seg¨²n el Sistema Estad¨ªstico Federal de EE UU. El bloqueo econ¨®mico de Occidente llevo el pa¨ªs a formular Shetab, su propio sistema de pago bancario formado por 27 bancos iran¨ªes.
Mirmola Soraya (47 a?os, Ramsar, Ir¨¢n), un artista que ha estudiado el arte arcaico de tejer alfombras tanto del estilo de los n¨®madas como el urbano, dedica entre cuatro meses y cuatro a?os a una sola pieza. Las influencias de Soraya ¡ªcuyas obras pueden superar los 2.000 euros¡ª se extienden desde el pueblo des¨¦rtico de Kashan, hasta las tierras monta?osas de Afganist¨¢n, o los mercados de la ciudad de Isfah¨¢n, conocidos por sus tapetes con una alta densidad de nudos. Kashan, a 190 kil¨®metros de la capital iran¨ª, era en su d¨ªa una parada importante en la Ruta de Seda.
¡°Las sanciones lo han hecho m¨¢s dif¨ªcil¡± relata Soraya a EL PA?S desde su piso en el centro de Teher¨¢n. ¡°La comercializaci¨®n de la alfombra est¨¢ al borde de la extinci¨®n. Los europeos son reacios a comprar productos de alfombras iran¨ªes, y ahora los compran a competidores que explotan el mercado, como Turqu¨ªa o India. Por otra parte, hemos perdido el mercado estadounidense¡±, dice.
El rial, la moneda iran¨ª, toc¨® m¨ªnimos hist¨®ricos frente al d¨®lar en abril, cayendo hasta los 705.00 riales al d¨®lar en el mercado informal despu¨¦s de que Teher¨¢n lanzase represalias contra Tel Aviv el 14 de abril, seg¨²n datos de Bloomberg. Aunque la econom¨ªa iran¨ª se ha acostumbrado a vivir con sanciones, las consecuencias se siguen viendo en la calle, y ha dado paso a nuevos competidores, como China, el mayor mercado de las alfombras.
En 2022, Pek¨ªn export¨® alfombras por un valor total de 1.480 millones de d¨®lares (1.368 millones en euros), seg¨²n datos de la OEC. India se sit¨²a en segundo lugar, y es responsable de alrededor del 40% de las exportaciones mundiales, seg¨²n estad¨ªsticas del portal del comercio de la India. No obstante, el epicentro m¨¢s reconocido del comercio de la alfombra ya no es un bazar en Teher¨¢n, Shiraz o Kashan, sino, en las entra?as de cualquiera de las 3.600 tiendas en el Gran Bazaar de Estambul.
Reza Bagheri Gisour (Golest¨¢n, Ir¨¢n) es due?o de Golestan Alfombras Persas y uno de los 7.477 residentes de nacionalidad iran¨ª en Espa?a, donde lleva desde 2010 afincado en el distrito madrile?o de Chamart¨ªn. La tienda, que Bagheri Gisour considera como su propio museo de arte, est¨¢ incrustado en una esquina discreta de la Calle L¨®pez de Hoyos con paredes drapeados de tapetes provenientes de las ciudades de Shiraz, Teher¨¢n, o Afganist¨¢n. Sin embargo, confiesa que el acceso casi inexistente al sistema bancario occidental ha continuado a dificultar a la importaci¨®n de estos tapetes.
Soraya, por su parte, considera que la alfombra persa es el regalo de Ir¨¢n al mundo, pero lamenta las condiciones actuales del sector. ¡°Aunque lo creas o no, esta industria est¨¢ en peligro porque la nueva generaci¨®n de tejedoras est¨¢n reticentes a hacer negocio. Ya no es rentable¡±. El artista prefiere enfocarse en la belleza de su oficio en lugar de la pol¨ªtica. ¡°Grecia le regal¨® al mundo la filosof¨ªa. El logr¨® iran¨ª es la alfombra persa, un tesoro que ha sobrevivido de generaci¨®n a generaci¨®n¡±.

Turqu¨ªa es el tercer pa¨ªs que m¨¢s alfombras vende en el mundo. Ha visto un crecimiento veloz en los ¨²ltimos a?os de sus exportaciones, que tambi¨¦n han sido beneficiados por el aumento de turismo. El pa¨ªs aument¨® las exportaciones del tapete en un 24% interanual en marzo, seg¨²n el portal de datos de comercio turco. Estos bienes, distintos al producto persa, se han vuelto la exportaci¨®n estrella de Ankara a pa¨ªses del Golfo, como Arabia Saud¨ª. Los pedidos de la variedad turca al reino Saud¨ª brincaron de 259.000 d¨®lares (238.399 euros) en 2021, a 63 millones de d¨®lares (57 millones de euros) en un solo a?o, seg¨²n estad¨ªsticas oficiales.
Desde 1979, la alfombra persa se ha convertido en un pe¨®n pol¨ªtico, y ha aguantado d¨¦cadas de embargos occidentales. Como consecuencia, las imitaciones baratas han inundado al mercado norteamericano, y ahora minoristas como Rugvista o Trendcarpet ofrecen una variedad m¨¢s asequible por un centenar de euros, un descuento considerable respecto a la aut¨¦ntica. Incluso Ikea, el gigante sueco del mueble, vende ahora su propia versi¨®n de lo que denomina la ¡®alfombra oriental¡¯.
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