El turismo enfila otro r¨¦cord pese a las protestas por la masificaci¨®n

Espa?a, sol y playa. El trinomio resulta infalible desde hace m¨¢s de seis d¨¦cadas para atraer a millones de turistas extranjeros. Y este a?o no ser¨¢ una excepci¨®n. Tras el r¨¦cord de 2023, con 85,1 millones de llegadas, las buenas previsiones del sector se han visto refrendadas en la primera mitad del a?o, con un aumento del 13% en las llegadas de visitantes for¨¢neos. Todo apunta un nuevo m¨¢ximo que puede alcanzar los 95 millones de visitantes en 2024, un pron¨®stico que se aproxima al de ONU Turismo. ¡°Habr¨¢ r¨¦cord. Anticipamos un aumento de entre el 5% y el 7%. Si se cumple esta segunda previsi¨®n, se pueden superar sin duda alguna los 90 millones de turistas internacionales¡±, asegura su directora ejecutiva, Natalia Bayona. Pero no todos ser¨¢n recibidos con los brazos abiertos. Espa?a, una de las mayores potencias tur¨ªsticas del globo, ha visto este a?o intensificarse las protestas contra la masificaci¨®n tur¨ªstica. Y, al igual que muchos otros destinos saturados, a¨²n no ha encontrado un equilibrio entre la oportunidad econ¨®mica que brinda un sector clave para la econom¨ªa ¡ªlos ingresos aportados por el turismo se han duplicado en los ¨²ltimos 10 a?os¡ª con el bienestar de las poblaciones locales.

El fen¨®meno no es nuevo ni ¨²nico de Espa?a, pero ha ganado peso con el en¨¦rgico despertar del sector despu¨¦s del letargo forzoso al que oblig¨® la pandemia. Este a?o, las protestas arrancaron en abril en Canarias y despu¨¦s se extendieron a M¨¢laga, Baleares o Barcelona, entre otros sitios. Pero no han impactado en las cifras de llegadas de viajeros extranjeros, que siguen engordando. De hecho, si alguna sombra preocupa al sector este verano es la demanda interna.

Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, que agrupa a 100 empresas del sector, anticipa una buena temporada de verano pese a la ralentizaci¨®n de reservas de turistas espa?oles en M¨¢laga y la Comunidad Valenciana, que sin embargo se ve compensada con la fuerte demanda en Canarias, Catalu?a y Baleares. ¡°En el turismo internacional, el comportamiento sigue siendo magn¨ªfico¡±, resume. ¡°Anticipamos por tanto que reeditaremos un a?o hist¨®rico, siempre y cuando las condiciones actuales se mantengan estables¡±.

El optimismo tambi¨¦n cunde en M¨¢laga, donde los viajeros for¨¢neos suponen el 70% de las llegadas. Jos¨¦ Luque, presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol, conf¨ªa en superar la marca del a?o pasado gracias al impulso que el turismo nacional suele imprimir a finales de verano y a las ¡°reservas de ¨²ltima hora¡±. Hosbec, la patronal hotelera valenciana, tambi¨¦n prev¨¦ una buena temporada, aunque ahora las cifras est¨¢n algo por debajo de 2023. ¡°Los ritmos de reservas son mejores que el a?o pasado para los meses de septiembre y octubre¡±, dice Mayte Garc¨ªa, secretaria general de Hosbec.

De enero a mayo, llegaron 33,2 millones de turistas for¨¢neos. La previsi¨®n del ministro Jordi Hereu a partir de los datos de Turespa?a apunta a que los cuatro meses de verano (de junio a septiembre) se cerrar¨¢n con 41 millones de visitantes. La suma arroja 74,2 millones en nueve meses. Es decir, 7,7 millones de visitantes m¨¢s con respecto a 2023, un incremento del 11,5%. Si el mismo porcentaje se mantiene en el ¨²ltimo trimestre, algo bastante factible por la inercia en la contrataci¨®n, la cifra global a cierre de 2024 rozar¨ªa los 95 millones de viajeros. Y esa es la proyecci¨®n que hacen expertos como Miguel Cardoso, economista jefe para Espa?a de BBVA Research.

Eso afianzar¨¢ la posici¨®n de Espa?a en el olimpo del turismo. Antes de la pandemia, ya hab¨ªa superado a Estados Unidos, coloc¨¢ndose como el segundo pa¨ªs m¨¢s visitado del mundo, solo por detr¨¢s de Francia. Para muchos, el sorpasso es solo cuesti¨®n de tiempo: ese es el futuro que imaginaba un reciente an¨¢lisis de Google y Deloitte, con proyecciones hasta 2040. Pero, ?cu¨¢ntos turistas caben en Espa?a? ¡°Existe un concepto, la capacidad de carga, que mide el n¨²mero m¨¢ximo de personas que puede acoger un destino. Para Espa?a no se ha calculado, pero ser¨ªa interesante saber cu¨¢l es¡±, responde Ricard Santom¨¤, vicedecano de la IQS School of Management, de la Universidad Ram¨®n Llull. ¡°Mientras solo miremos las llegadas y el gasto, vamos mal¡±, agrega, porque el riesgo es que se materialice la manida expresi¨®n morir de ¨¦xito, un bocado amargo que algunas zonas de Espa?a ya se est¨¢n tragando. ¡°Hay destinos donde los habitantes se multiplican por diez en verano, pero no ocurre lo mismo con los servicios p¨²blicos como la sanidad, que acaban teniendo una presi¨®n much¨ªsimo m¨¢s alta¡±, ejemplifica Santom¨¤.

Esta saturaci¨®n est¨¢ causando un cambio en la tradicional fotograf¨ªa de playas tupidas de sombrillas y toallas, a la que este verano se han sumado las pancartas contra la masificaci¨®n. Baleares, que recibe unos 18 millones de visitantes al a?o frente a una poblaci¨®n de poco m¨¢s de un mill¨®n, ha sido uno de los focos de las protestas. La Federaci¨®n Empresarial Hotelera de Mallorca, que tambi¨¦n alberga buenas perspectivas de llegadas para el a?o, cree sin embargo que el debate no considera todos los factores que lo han desencadenado.

En primer lugar, se?ala el crecimiento de la poblaci¨®n residente, que ha pasado en 20 a?os de 821.820 personas a 1,15 millones. ¡°Es el equivalente a otra ciudad de Palma¡±, subrayan. En un informe al que ha tenido acceso este diario, la patronal tambi¨¦n menciona la ¡°emergencia habitacional¡± generada por el alquiler tur¨ªstico. Como contrapartida, recuerda la importante contribuci¨®n del sector a la econom¨ªa, subrayando que ocho de cada diez empleos se apoyan en el turismo y que la mayor desestacionalizaci¨®n est¨¢ generando un flujo econ¨®mico y laboral m¨¢s estable.

La patronal incide asimismo en la contribuci¨®n del sector a la econom¨ªa, subrayando que ocho de cada diez empleos se apoyan en el turismo y que los sueldos de la hosteler¨ªa han crecido un 34% en los ¨²ltimos diez a?os. Y se aferra, como el resto de expertos y patronales, a los avances en la desestacionalizaci¨®n para descongestionar los meses m¨¢s complicados y generar un flujo econ¨®mico y laboral m¨¢s estable a lo largo del a?o.

Pilar econ¨®mico

El impacto econ¨®mico del sector est¨¢ fuera de toda duda, y este a?o est¨¢ siendo particularmente robusto. M¨¢s de la mitad del crecimiento del PIB hasta junio se debe a la demanda externa, la partida que incluye el turismo. ¡°En el primer trimestre, las exportaciones de servicios tur¨ªsticos crecieron un 19%¡±, expone Judith Arnal, investigadora Principal de CEPS y el Real Instituto Elcano, ¡°y a¨²n existe margen de recorrido¡±, pues no todos los mercados emisores, como Jap¨®n, han recuperado los niveles prepandemia.

Para Daniel Fuentes, profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢ y director de Kreab Research, el turismo espa?ol encarna ¡°una historia de ¨¦xito¡±, pero alerta sobre sus externalidades negativas. Los visitantes no solo ¡°est¨¢n desigualmente distribuidos¡± en el tiempo y en el espacio, concentrados en verano en zonas de playa y grandes capitales. A ello se a?ade ¡°una presi¨®n sobre el alquiler vacacional, en detrimento del mercado de la vivienda residencial, y la presi¨®n sobre la inflaci¨®n general a trav¨¦s del componente hosteler¨ªa¡±.

De hecho, se prev¨¦ una menor contribuci¨®n del sector al crecimiento el a?o que viene por factores como el incremento de precios. ¡°Lo normal es que la aportaci¨®n del turismo vaya aminorando, porque no es esperable que sigamos viendo tasas de crecimiento de los ingresos por encima del 20%¡±, dice ?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics. Aun as¨ª, seguir¨¢ siendo una actividad clave para la econom¨ªa como lo ha sido en las ¨²ltimas d¨¦cadas.

El turismo espa?ol se invent¨® en los a?os sesenta del siglo pasado, cuando el r¨¦gimen franquista se abri¨® al exterior y vendi¨® un destino barato, con buen clima, comida rica y kil¨®metros de costa, un c¨®ctel muy agradecido en t¨¦rminos de ingresos que sigue dando sus frutos. El sector supone m¨¢s del 10% del PIB y es un comod¨ªn imperecedero para cuadrar las cuentas, como ocurri¨® tras la crisis de 2008.

El desaf¨ªo, subraya Juan Ignacio Pulido, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad de Ja¨¦n y experto en turismo, es gestionarlo de acuerdo con las necesidades actuales: ¡°La obsesi¨®n hasta ahora era que vinieran turistas y las pol¨ªticas p¨²blicas se han centrado en la promoci¨®n. No ha habido gesti¨®n de los destinos¡±. El problema es compartido. Ninguna de las mecas tur¨ªsticas m¨¢s cotizadas, desde Venecia a Barcelona, ?msterdam o Nueva York, ha logrado la f¨®rmula para sortear la masificaci¨®n.

Bayona, de la ONU, considera que el modelo econ¨®mico basado en el volumen tiene que evolucionar y dirigirse a fortalecer los territorios, midiendo mejor el impacto social, econ¨®mico y medioambiental del turismo, apoy¨¢ndose en el uso de las nuevas tecnolog¨ªas y, si necesario, en la regulaci¨®n. ¡°Hay que hacer ver que el turismo puede ser un sector econ¨®mico de alto valor agregado¡±.

¡°Estamos ante un nuevo paradigma¡±, coincide Pulido, quien esboza un doble planteamiento: que el turismo mejore la calidad de vida de los residentes, por ejemplo repercutiendo en ellos los ingresos de las tasas tur¨ªsticas, y que los mismos viajeros tengan una mejor experiencia y sean m¨¢s responsables, apostando por el turista sostenible antes que por el que tiene m¨¢s capacidad de gasto. ¡°Tenemos que pasar de dejarnos comprar a vendernos, y elegir a qui¨¦n. El objetivo no puede ser cuanto m¨¢s turista, mejor¡±, zanja.

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