Pax Dettoni, autora: ¡°Cada ni?o necesita una educaci¨®n emocional distinta, pero usamos un ¨²nico curr¨ªculo y aplicamos las mismas estrategias para todos¡±
En ¡®Ed¨²came con lo que soy y para lo que ser¨¦¡¯, esta antrop¨®loga social aborda la importancia de ense?ar a los ni?os de Infantil y Primaria a gestionar adecuadamente sus emociones


Pax Dettoni (Valle de Ar¨¢n, Lleida, 1978) nos habla de la importancia que tiene el desarrollar la alfabetizaci¨®n emocional en Educaci¨®n Infantil y Primaria, una actuaci¨®n temprana que definir¨¢ la clase de adultos que pueden llegar a ser. Para ello, para desarrollar las estrategias m¨¢s adecuadas que permitan a padres y docentes ayudarles a identificar sus emociones, primero, y a gestionarlas correctamente despu¨¦s, la autora de Ed¨²came con lo que soy y para lo que ser¨¦ (editorial CCS, 2024) aboga por identificar el temperamento predominante en cada uno de los ni?os.
Dettoni es antrop¨®loga social y cultural, polit¨®loga, experta en educaci¨®n emocional y fundadora del Teatro de Conciencia y de la metodolog¨ªa de convivencia escolar En sus zapatos: un espacio de empat¨ªa activa. Con ella descubrimos c¨®mo se debe abordar esta parte de la educaci¨®n integral de ni?os y ni?as, as¨ª como el impacto que tendr¨¢ en su vida futura.
Pregunta. ?Qu¨¦ es la educaci¨®n emocional, y por qu¨¦ es tan importante?
Respuesta. La educaci¨®n emocional es lo que los cl¨¢sicos llamaban el ¡°autogobierno¡±. Es decir, la capacidad que debe ser desarrollada en los seres humanos para tomar consciencia de su mundo interior, las emociones, para as¨ª poder ¡°gobernarlas¡± (gestionarlas) de manera que no sean da?inas para uno mismo ni para los dem¨¢s. Como la educaci¨®n emocional prepara a nuestra inteligencia emocional para la empat¨ªa y la capacidad de relacionarnos sin violencia, resulta fundamental para construir la tan anhelada cultura de la paz (pues solo con paz hay realmente bienestar).
P. ?Se presta la suficiente atenci¨®n en las escuelas a la educaci¨®n emocional de los m¨¢s peque?os?
R. Cada vez m¨¢s, y desde luego mucha m¨¢s que hace 15 a?os. Y eso se debe fundamentalmente al compromiso y vocaci¨®n genuina de much¨ªsimos docentes que se interesan realmente por su alumnado y por su educaci¨®n. Hablar de educaci¨®n, desde sus or¨ªgenes, impl¨ªcitamente quiere decir educar para convivir; educar para ser ¡°mejores¡± tambi¨¦n como humanidad. As¨ª que no se puede educar de verdad sin incluir una educaci¨®n para la convivencia con uno mismo y con los dem¨¢s, sin incluir el objetivo social y de la paz.
P. ?Por qu¨¦ centrarse en los ni?os de Infantil y Primaria?
R. Ed¨²came con lo que soy y para lo que ser¨¦ tiene, como el propio t¨ªtulo indica, el prop¨®sito de tomar al alumnado en su diversidad temperamental para educarlo ¡°con lo que es¡±, es decir, con sus luces y sombras, de manera que pueda aprender a orientar bien sus ¡°luces¡± y gestionar sus sombras para ser la mejor versi¨®n de s¨ª mismo en el futuro, cuando sea adulto.
Est¨¢ orientado a los docentes de Infantil y Primaria porque es en esas edades, antes de la adolescencia, donde hay m¨¢s capacidad de actuar sobre el temperamento. Luego el car¨¢cter y la personalidad se desarrollan y ya es m¨¢s dif¨ªcil incidir sobre las tendencias temperamentales. Sin embargo, puede ser un libro tambi¨¦n ¨²til para docentes de Secundaria.
P. ?De qu¨¦ sirve conocer el temperamento de un alumno?
R. ?De mucho! Primeramente, para verlos a todos. Los ni?os y ni?as con tendencia temperamental sangu¨ªnea o col¨¦rica son imposibles de no ver, de no atender. Est¨¢n siempre en movimiento, hablan, hacen ruido, se quejan, r¨ªen, piden la palabra¡ De hecho, aunque algunos docentes hablar¨ªan de ellos diciendo que ¡°molestan¡±, otros a?adir¨ªan: ¡°S¨ª, molestan, pero dan vida al aula¡±.
Con los de tendencia melanc¨®lica o flem¨¢tica pasa todo lo contrario. Como su naturaleza es callada, lenta, t¨ªmida y reflexiva, tienden a invisibilizarse en el aula y para el docente, con lo cual sus necesidades tambi¨¦n.
Hay que tener en cuenta que se suele mirar a todos los ni?os por igual, lo que hace que se les exija lo mismo no solo en los aspectos acad¨¦micos, sino tambi¨¦n en los socioemocionales. De hecho, Basti¨¢n (uno de los personajes del libro, con un temperamento de tipo col¨¦rico) puede recibir varios castigos a la semana porque no puede quedarse ni un patio sin montar una pelea; y M¨ªa (otro de los personajes, de temperamento flem¨¢tico) puede recibir varias broncas porque es lenta para acabar su tarea o para desplazar su silla a un grupo de trabajo.
Si el docente conoce que Basti¨¢n tiene una tendencia col¨¦rica y, con ella, mucha dificultad para gestionar su impulsividad agresiva, en lugar de castigarlo, puede educarlo para que aprenda a gestionar bien su rabia (con t¨¦cnicas de respiraci¨®n y de autodi¨¢logo, por ejemplo), no solo para que no se pelee en el patio, sino para que pueda hacerlo en cualquier situaci¨®n. Lo mismo ocurre con M¨ªa: si el docente conoce que ella tiene una tendencia flem¨¢tica, puede disponerse ante su lentitud con paciencia y ayudarla a automotivarse (tambi¨¦n gracias a la educaci¨®n emocional) para que vaya ganando, poco a poco, m¨¢s autodeterminaci¨®n y seguridad. Cada ni?o es diferente y necesita una educaci¨®n emocional distinta, pues no todos muestran las mismas habilidades innatas para las mismas dimensiones socioemocionales.
P. ?Con unas ratios de alumnos tan elevadas, ?es viable pensar en pedir a los docentes que sepan adaptarse a todas esas necesidades emocionales?
R. El que los docentes quieran trabajar en su aula desde la educaci¨®n emocional implica que, a su vez, han hecho un trabajo previo de educarse emocionalmente a s¨ª mismos: que sean capaces de identificar sus propias emociones, gestionarlas y desarrollar esa mirada compasiva hacia el alumnado. Solamente con que el docente sea capaz de hacer esto, est¨¢ atendiendo de por s¨ª las necesidades diferentes que tiene cada uno de sus alumnos.
Lo primero que pretende el libro, en ese sentido, es que los docentes se den cuenta de que constituyen un referente y modelaje constante delante del alumnado, pero tambi¨¦n darles estrategias concretas. Es viable, pero tampoco es una exigencia ni debe hacerse como herramienta para ser mejor profesor. Tiene que ser algo que est¨¢ hecho de verdad, y eso implica empezar por uno mismo.
P. En tu libro mencionas cuatro temperamentos principales que influyen en el comportamiento de los ni?os. ?Cu¨¢les son?
R. Hip¨®crates, el padre de la medicina, ya mencionaba en el siglo V antes de Cristo estos cuatro temperamentos (col¨¦rico, sangu¨ªneo, melanc¨®lico y flem¨¢tico) porque se manifestaban en la forma de comportarse de los ni?os, primero, y de los adultos despu¨¦s. Y observ¨® que, si estos temperamentos no se orientaban de una forma positiva y sana, acababan por manifestarse a trav¨¦s del cuerpo. Pero tambi¨¦n los relacion¨® con los cuatro elementos: as¨ª, el col¨¦rico ser¨ªa el fuego; el sangu¨ªneo, el aire; el flem¨¢tico, el agua; y el melanc¨®lico, la tierra.
En el temperamento col¨¦rico encontramos a ni?os que tienden ¡°al fuego¡±, es decir, a enfadarse r¨¢pidamente por todo, a querer las cosas a su manera, a mandar ser los primeros... y eso puede ser positivo, salvo cuando se desborda: entonces no ser¨¢ beneficioso ni para su entorno, ni cuando se hagan mayores.
El temperamento sangu¨ªneo (el del aire) es el que caracteriza a los ni?os muy movidos, los que est¨¢n siempre en acci¨®n, son participativos y con una tendencia a estar siempre contentos. El problema es que buscan tanto estar contentos, alegres y en movimiento que les cuesta mucho concentrar su atenci¨®n, y en lo acad¨¦mico van a tener un desaf¨ªo. A veces estos ni?os sangu¨ªneos son falsamente diagnosticados como hiperactivos.
Luego estar¨ªa el temperamento flem¨¢tico, que es al agua. Y, como el agua, se adapta. Son ni?os callados que no hacen mucho ruido; son lentos y calmados. El problema es que pueden llegar a ser invisibles en el aula, porque no hablan, son lentos y poco o nada participativos (o m¨¢s bien t¨ªmidos) y a veces no acaban las tareas. Entonces, el docente que lo sabe estar¨¢ pendiente.
Lo mismo sucede con el temperamento melanc¨®lico (la tierra), que se corresponde con ni?os tambi¨¦n t¨ªmidos, pero muy reflexivos y que les gusta la soledad. Al sangu¨ªneo no lo dejes solo, porque lo pasar¨¢ muy mal, pero el melanc¨®lico est¨¢ muy bien as¨ª y eso hay que respetarlo. Lo que pasa que no se puede dejar comer por esa soledad y esa necesidad de aislamiento.
P. ?C¨®mo influyen esos temperamentos en el comportamiento y las actitudes de esos ni?os y ni?as?
R. Digamos que estos cuatro temperamentos se manifiestan con sus cosas positivas y no tan positivas, tanto en ni?os como luego cuando ya somos adultos; aunque entonces ya tengamos nuestro car¨¢cter y nuestra personalidad desarrollada. En los ni?os es m¨¢s f¨¢cil, y con una correcta educaci¨®n emocional podemos orientarles para que estas tendencias temperamentales no se desdibujen y no se no se vayan hacia los extremos. Porque uno no puede cambiar el temperamento con el que nace, pero s¨ª puede educarlo, y la educaci¨®n emocional sirve para educar estas tendencias temperamentales.
En cualquier caso, es importante recordar que, en la vida real, los ni?os van a mostrar tendencias temperamentales de uno o dos temperamentos. Entonces, nuestro trabajo tambi¨¦n es identificar cu¨¢l de ellos es el m¨¢s activo.
P. ?Cu¨¢les son las herramientas y recursos con que se conseguir¨¢ dotar a los futuros adultos como resultado de ese proceso de educaci¨®n emocional?
R. Fundamentalmente estamos hablando de que podr¨ªan ser adultos que, primero, tengan ya una base para seguir autoeduc¨¢ndose emocionalmente. Esto es importante, porque no se trata de hacer educaci¨®n emocional en el cole cuando soy ni?a y luego ya nunca m¨¢s. La educaci¨®n emocional va a durar toda la vida, porque es el trabajo que hacemos con nosotros mismos para poder regularnos y gobernar nuestras propias pasiones para encarar la voluntad hacia donde queramos.
Es decir: implica a adultos cada vez m¨¢s responsables de s¨ª mismos; m¨¢s determinados; con m¨¢s autoconfianza y con mayor empat¨ªa activa hacia los dem¨¢s; y con mayor capacidad y tendencia hacia la bondad. La educaci¨®n emocional contribuye a que esos ni?os se conviertan en adultos con bienestar personal y aportando a un bienestar colectivo, para que el mundo sea un lugar mejor.
P. ?En qu¨¦ consiste el Teatro de Conciencia?
R. Teatro de Conciencia es una metodolog¨ªa teatral creada por m¨ª en 2010 y que tiene como peculiaridad que personifica las emociones. Es decir, hace visible lo invisible, con el objetivo art¨ªstico y pedag¨®gico de mostrar los conceptos b¨¢sicos de inteligencia emocional. De este modo se muestra, de una forma muy visual, c¨®mo act¨²an las emociones en nosotros, para tomar conciencia de ellas y aprender a identificarlas, gestionarlas (tambi¨¦n a reconocerlas en los otros) y aprender a resolver conflictos de forma positiva.
Esta metodolog¨ªa es la que empleamos en la Asociaci¨®n Teatro de Conciencia en nuestras formaciones de educaci¨®n emocional. Con nuestro programa de convivencia escolar En sus zapatos: un espacio de empat¨ªa activa, que realizamos en colaboraci¨®n en Madrid y otras comunidades aut¨®nomas, hemos llegado ya a m¨¢s de 150 centros escolares y a 120.000 personas entre docentes, alumnado, familias y personal no docente. Tambi¨¦n contamos con ocho obras de teatro de conciencia que, como el resto de los recursos did¨¢cticos, se pueden descargar en la web de manera gratuita.
P. ?Por qu¨¦ servirse de cuentos tradicionales para explicar esos temperamentos?
R. Los cuentos tradicionales nos sirven para mostrar, de forma muy clara, las caracter¨ªsticas de cada uno de esos temperamentos a trav¨¦s de los personajes principales. Para el temperamento col¨¦rico, por ejemplo, est¨¢ el cuento de Pulgarcito. A trav¨¦s de los ellos, es f¨¢cil para el docente comprender ese arquetipo del temperamento; y si lo comprenden, luego les es mucho m¨¢s f¨¢cil poderlo identificar en su alumnado.
Los docentes, con los cuentos, conectan con el personaje y entonces autom¨¢ticamente ven pulgarcitos en su aula. Pero es importante recalcar que no hay que etiquetarlos en absoluto. Los ni?os tienen tendencias temperamentales, como todos los humanos, y seg¨²n c¨®mo se lleve puede ser algo muy bueno o muy malo. No hay un temperamento mejor que otro, y eso tambi¨¦n es superimportante: la diversidad es riqueza y los cuatro temperamentos tienen cosas incre¨ªblemente buenas y peligrosas.
P. ?C¨®mo puede la educaci¨®n emocional ayudarles a resolver conflictos?
R. Si yo aprendo a identificar mis emociones y s¨¦ que tengo un grand¨ªsimo enfado, pues de partida ya s¨¦ que no es un buen momento para resolver un conflicto, porque lejos de ayudarme, el enfado va a conseguir agravarlo.
Tener la capacidad de identificar mis emociones me lleva a que pueda gestionar mi emoci¨®n y plantarme con calma delante de un conflicto. Tengo que aprender a identificar el enfado y a calmarme. Y luego, una vez estoy ah¨ª, tengo que ser tambi¨¦n capaz de ponerme en los zapatos de la otra persona. Porque resolver un conflicto sin usar la violencia implica llegar a un acuerdo, y para eso tengo que estar en mis zapatos, pero tambi¨¦n los zapatos del otro y poder expresar lo que siento, lo que pienso, lo que quiero, lo que necesito y tambi¨¦n lo que estoy dispuesto a dar porque comprendo al otro, porque el otro necesita eso.
FORMACI?N EL PA?S en Twitter y Facebook
Suscr¨ªbase a la newsletter de Formaci¨®n de EL PA?S
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
