La apuesta de ACR por la construcci¨®n sostenible de viviendas
El grupo navarro estrena marca y pisa el acelerador de la industrializaci¨®n de casas. Prev¨¦ que este negocio suponga hasta el 30% de su facturaci¨®n en cuatro a?os
El sector de la construcci¨®n residencial en Espa?a no puede demorar m¨¢s su conversi¨®n hacia un modelo m¨¢s sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Es un mandato europeo ineludible, inaplazable, de forma que ¡°lo que no sea sostenible en unos a?os no va a existir¡±. As¨ª se pronuncia Michel Elizalde, consejero delegado de ACR. Y con esa premisa, la constructora fundada en Navarra en 1973 por Javier Os¨¦s da un paso al frente y se reinventa. Por dentro, pero tambi¨¦n por fuera.
Tras 48 a?os de historia, en los que ha edificado m¨¢s de 31.000 viviendas y todo tipo de edificios, cambia su modelo de construcci¨®n para dar m¨¢s prioridad a la industrializaci¨®n y estrena marca para trasladar su nueva esencia industrial. ¡°No queremos ser uno m¨¢s. Creemos que podemos ser el tractor hacia una industria cada vez m¨¢s responsable, innovadora y sostenible¡±, dice Elizalde. La previsi¨®n de la firma navarra es que entre el 20% y el 30% de su volumen de facturaci¨®n provenga de la construcci¨®n industrializada en los pr¨®ximos cuatro o cinco a?os. ¡°Ojal¨¢ pueda ser m¨¢s, pero nos parece suficientemente ambicioso teniendo en cuenta que el sector parte de cero¡±.
Para centrar el tiro, en julio de 2021 vendi¨® su promotora ?urea a Aedas Homes por 53,7 millones de euros (50 millones del precio de compra m¨¢s 3,7 millones de pasivo y capex estimados). Esta inyecci¨®n econ¨®mica le permitir¨¢ centrarse en el negocio constructor y, sobre todo, en la industrializaci¨®n.
Para ello, la compa?¨ªa est¨¢ abierta a diferentes f¨®rmulas que le permitan especializarse en distintas tecnolog¨ªas de industrializaci¨®n, aunque no da cifras sobre cu¨¢nto invertir¨¢. ¡°No descartamos acuerdos de joint venture, tejer una red de alianzas o comprar alguna compa?¨ªa¡±. Lo que s¨ª ha desechado por ahora es tener f¨¢brica propia porque ¡°los n¨²meros no salen¡±.
El movimiento se demuestra andando. Esta misma semana ha anunciado su primera alianza estrat¨¦gica. Ha sido con Cree Buildings, una firma austriaca que ha desarrollado un sistema industrializado h¨ªbrido de madera y hormig¨®n que se utiliza en 15 pa¨ªses, sobre todo en el norte y centro de Europa. ¡°Esta alianza nos ayudar¨¢ a progresar r¨¢pidamente¡±, cree el directivo. El sistema combina un 80% de madera para pilares, vigas y fachada con un 20% de hormig¨®n en forjados y n¨²cleos de comunicaci¨®n. Permite edificar hasta 12 alturas y consigue una reducci¨®n importante de la huella de carbono.
ACR, que est¨¢ entre las diez primeras constructores residenciales del pa¨ªs, est¨¢ lista para empezar a industrializar una parte relevante del proceso de construcci¨®n de un edificio, con sistemas que ya vienen premontados de f¨¢brica. Pueden ser estructuras, envolventes, paredes, ba?os... ¡°Los descargas y los instalas¡±, narra Elizalde.
La industrializaci¨®n permite un ahorro de tiempo evidente: de 20 o 21 meses a 15 o 16. ¡°Es un ahorro relevante y, adem¨¢s, el proceso genera mucho menos impacto ambiental, es mucho m¨¢s sostenible¡±, recalca Elizalde. Por este lado es por donde podr¨ªa venir cierto ahorro de costes, pero las f¨®rmulas industrializadas no necesariamente son m¨¢s baratas. ¡°No es un producto de menor calidad, sino que ofrece mejor acabado y calidad. No s¨¦ por qu¨¦ tiene que ser m¨¢s barato¡±, opina Elizalde.
El consejero delegado de ACR cree que los espa?oles s¨ª est¨¢n preparados para comprar viviendas cuyas paredes o ba?os vengan ya montados de una f¨¢brica. De hecho, dice: ¡°Cuando alguien pisa un edificio con sistema industrializado muchas veces ni lo sabe¡±.
Dif¨ªcil calcular el peso que tendr¨¢ la vivienda hecha en f¨¢bricas en Espa?a a corto plazo. Elizalde estima que podr¨ªa estar ¡°entre un 10% y un 15% a cuatro a?os vista si se lo toma en serio¡±. Sustituir una forma de edificar in situ por otra en f¨¢brica parece ser el ¨²nico camino con el que se pueden conseguir los edificios de consumo casi nulo que exige la Uni¨®n Europa. ¡°Lograrlo con los sistemas artesanales de construcci¨®n va a ser muy complicado¡±, zanja Elizalde.
A pesar de lo ambicioso de su plan, la compa?¨ªa, que emplea a 400 personas, no busca ganar m¨¢s tama?o. En 2020 cerr¨® ventas por 243 millones de euros, frente a los 167 millones de 2019 (un 45% m¨¢s por algunos proyectos de calado) y obtuvo un beneficio de 3,3 millones (54% m¨¢s que en 2019). ¡°Queremos crecer por encima de la media, en torno a un 5% o 10% anual, pero no buscamos que el tama?o nos condicione la estrategia, sino que sea al rev¨¦s¡±, indica el ejecutivo. Este a?o esperan alcanzar los 220 millones en ventas y en 2023 colocarse en los 250.
La constructora, que trabaja sobre todo en Arag¨®n, Pa¨ªs Vasco, Castilla y Le¨®n y Madrid, no tiene plan de expansi¨®n nacional definido ni tampoco pretende repetir la experiencia internacional, esa que le llev¨® ocho a?os a Colombia y cuatro a Francia. ¡°La competencia es grande, son mercados complicados¡±. Y remata: ¡°De todo se aprende¡±.
Costes inasumibles
El cambio de ACR coincide con un momento complicado del sector. Falta mano de obra cualificada y los costes de construcci¨®n en edificaci¨®n residencial subieron un 13,5% interanual hasta septiembre de 2021, lo que supone que los precios se han disparado m¨¢s de un 10% en tan solo nueve meses, seg¨²n refleja el ?ndice de Costes Directos de Construcci¨®n que elabora ACR.
Las subidas registradas en los ¨²ltimos meses se deben, en gran medida, a la escalada de precios de materias primas usadas para edificar viviendas, como la madera, el aluminio o el cobre. Destaca el precio del acero, que ha subido un 35% en nueve meses. ¡°Esto supone que hacer una estructura hoy cuesta un 28% m¨¢s que hace un a?o¡±, calcula Elizalde. Otros encarecimientos significativos son los correspondientes a cimentaciones (un 23,5%) o carpinter¨ªa de madera (18,3%), seguidas de pintura (9,5%) o vidrier¨ªa (8,9%).
De momento, el alza en los costes de construcci¨®n y en la mano de obra no se est¨¢ trasladando al precio final de las viviendas. ¡°Se lo est¨¢n echando a la espalda las promotoras y las constructoras. Pero esto no es sostenible y puede derivar en que los proyectos se ralenticen o que el precio de la vivienda suba¡±, considera el directivo. En el caso concreto de ACR, con m¨¢s de 3.000 viviendas en construcci¨®n, el aumento de precios ha tenido un impacto en la rentabilidad ¡°totalmente asumible, ya que hemos mantenido nuestro criterio de prudencia en las decisiones de contrataci¨®n, sin correr riesgos innecesarios¡±, precisa Elizalde. Un criterio que, a su juicio, deber¨ªa guiar todas las decisiones que tomen en este momento cada uno de los actores que forma parte de la cadena de producci¨®n.
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