Retrato del 1% de la poblaci¨®n que controla el mundo con su riqueza
Millonarios que viven de rentas, no aparecen en las estad¨ªsticas p¨²blicas, invierten a largo plazo y son muy dif¨ªciles de rastrear
?C¨®mo fotografiar lo que no quiere dejarse retratar? Ese 1% que controla gran parte de los 418,3 billones de d¨®lares (unos 370 billones de euros) de la riqueza del planeta. Hace falta m¨¢s de un mill¨®n en activos para entrar en el club. ?C¨®mo son? Adem¨¢s de los Zuckerberg, Bezos, Gates, Musk, Soros, Ellison o Buffet que aparecen en los medios de comunicaci¨®n, inaugurando empresas, volando a las estrellas o expiando sus culpas frente al Congreso de Estados Unidos. ¡°Ese 1% que busca es invisible¡±, advierte David Murillo, profesor de Sociedad, Pol¨ªtica y Sostenibilidad de Esade. ¡°No figura en las estad¨ªsticas p¨²blicas. Tiene la capacidad de diversificar sus ingresos y resulta muy dif¨ªcil de rastrear¡±.
Sabemos que el ecosistema en el que viven son inimaginables cantidades de dinero. En 2020, en plena pandemia, un informe de Credit Suisse revel¨® que la riqueza aument¨® en 12,4 billones de d¨®lares en Norteam¨¦rica y unos 9,2 billones en Europa. Estas dos geograf¨ªas suman por s¨ª solas un crecimiento del 19,8% del patrimonio. El a?o de la irrupci¨®n de la crisis sanitaria, la riqueza individual por adulto alcanz¨® el r¨¦cord hist¨®rico de 79.952 d¨®lares (70.500 euros). ¡°Adem¨¢s, un porcentaje m¨¢s peque?o, un 0,01%, tiene la capacidad de vivir a cr¨¦dito¡±, apunta Murillo. Contra sus propios activos. ¡°Y poseen ingresos en distintas localizaciones¡±. ¡°Su principal preocupaci¨®n es c¨®mo traspasar su patrimonio a sus hijos; nunca c¨®mo repartir el dinero a la sociedad¡±, apunta el director de un family office que pide el anonimato.
Esta es la realidad. Lo dem¨¢s son palabras que se desvanecen. ¡°Este 1%, o incluso ese 0,1%, invierte a largo plazo pensando en las siguientes generaciones¡±, relata Roberto Scholtes, director de Estrategia de UBS Espa?a. ¡°Su t¨¢ctica son activos no cotizados, capital riesgo e inmobiliario¡±, agrega. ¡°Todos los alemanes ricos poseen una casa en Mallorca¡±, seg¨²n el directivo del family office. Un ejemplo es la familia de Karl y Theo Albrecht, fundadores (ya fallecidos) de la cadena de alimentaci¨®n Aldi. Son la sexta fortuna de Alemania, con 16.000 millones de euros. Tambi¨¦n est¨¢n los K¨¹hne (8.000 millones), los Knauf (6.000), los Deichmann (4.400 millones) o los Sch?rghuber (4.300). Las cifras son estimadas y enormes.
Espa?a contabiliza su particular 1%. La revista Forbes desgrana que los 100 espa?oles m¨¢s ricos han aumentado su patrimonio en 20.620 millones de euros el a?o pasado. Si se repartiera bien ayudar¨ªa a una sociedad igualitaria, si se reparte mal ¡ªcomo hasta ahora¡ª aumenta la inequidad. En 2000 hab¨ªa, seg¨²n Credit Suisse, un 0,5% de millonarios, en 2020 ya era el 3%. El primero de la lista es el de siempre, Amancio Ortega, protegido por 62.000 millones de euros. Pero rebuscando en el ranking se intuye c¨®mo miran otros cuando miran el dinero. ¡°Manuel Lao (1.300 millones)¡± ¡ª?expropietario del grupo de juego Cirsa¡ª ¡°quiere cosas muy sencillas y f¨¢ciles de manejar, como los fondos de inversi¨®n. Sin complicaciones¡±, relata el family office. Por ejemplo, a trav¨¦s de su holding Nortia Capital ha creado el fondo Tretimero 21 para invertir en private equity, adquiri¨® al fondo KKH el edificio de paseo de Gr¨¤cia, 109 (Barcelona), tiene una megafinca, El Molinillo, con 4.000 hect¨¢reas, en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), explota los casinos flotantes en el R¨ªo de la Plata de Argentina y colecciona arte como Juan Abell¨® (presidente de honor de Torreal) o la familia asturiana Masaveu.
Lo normal es que habiten en su particular silencio al hablar del futuro de su dinero. Mart¨ªn Varsavsky ¡ªun empresario empe?ado en transmitir una imagen de compromiso social¡ª contesta por correo electr¨®nico con cuatro palabras: ¡°No voy a participar¡±.
Mientras, los millonarios sudamericanos que llegan, sobre todo a Madrid, buscan estabilidad pol¨ªtica (¡°tienen un enorme miedo al populismo¡±, cuentan en el family office), ladrillo y seguridad personal. ¡°En private equity¡±, detallan en el mercado, ¡°hay un bum de captaci¨®n de fondos entre grandes fortunas. La renta fija no da nada y la variable muchos sustos¡±. Por eso algunos pisan tierra firme. Los Luksic (la principal fortuna chilena) tienen bienes ra¨ªces en Espa?a. Les interesa el rico municipio de Pozuelo (Madrid). ¡°Adem¨¢s, casi todos los promotores de mediano tama?o montaron sus fundaciones en el pico de la anterior burbuja del ladrillo. Esa estrenada honorabilidad ayuda para pedir permisos o edificar. ?El nuevo marketing del siglo XXI disfrazado de responsabilidad social corporativa!¡±, exclama el financiero. Tambi¨¦n han invertido en renovables, ¡°?pero realmente les preocupa mucho el futuro de nuestro planeta verde?¡±, se cuestiona.
Fuera, el retrato del 1% se atrinchera en esa invencible derrota que es la filantrop¨ªa. Citigroup evidencia dos discursos: el de los n¨²meros, de los que resulta imposible extraer poemas, y el de las palabras: pura fe. El banco calcu?la que la filantrop¨ªa aporta 2,3 billones de d¨®lares al sistema. El 3% de la riqueza del mundo. B¨¢sicamente lo mismo que en 2009. Una larga d¨¦cada perdida. Pese a un m¨ªnimo pico en la pandemia. ¡°Nuestra experiencia es que el 1% se compromete cada vez m¨¢s a regalar toda su fortuna antes de morir a causas sociales¡±, observa Tyler Hall, de la ONG GiveDirectly. ¡°Aunque en general siguen existiendo algunos h¨¢bitos preocupantes; nos anima ver el escenario macroecon¨®mico¡±, ahonda. Otra vez, la fe.
Por primera vez en la historia, en 2020 m¨¢s del 1% de los adultos del mundo ten¨ªa una cifra superior al mill¨®n de d¨®lares en activos. Y la riqueza neta de los 400 estadounidenses m¨¢s privilegiados creci¨® de 2,96 billones en 2019 al r¨¦cord de 3,2 billones (2,8 billones de euros) en 2020, seg¨²n Forbes. ¡°Pero tenemos un problema fiscal serio, y es c¨®mo repensar el sistema ante los grandes patrimonios¡±, alerta Murillo. El ala m¨¢s a la izquierda del Partido Dem¨®crata exige un gravamen directo sobre su fortuna. No un 15% como ha acordado la OCDE para las grandes tecnol¨®gicas. Quedan, otra vez, las bienaventuranzas. ¡°Bastantes estudios, por ejemplo, el del Banco de Am¨¦rica de 2021, centrados en los hogares con ingresos superiores al mill¨®n de d¨®lares (aproximadamente el 3%, no tenemos datos del 1%), describen que casi el 90% de las casas ricas estadounidenses donaron a la caridad en 2020 una media de 43.000 d¨®lares (37.900 euros). Un aumento del 48% respecto a 2017¡å, subraya Laura MacDonald, presidenta de la ONG Giving USA Foundation.
La generosidad de la exmujer de Bezos
Escritora, madre de cuatro hijos, esposa de Jeff Bezos. Hace contados años, pocos conocían a MacKenzie Scott. Pero se casó con Bezos y se divorció de él. Le ayudó a construir Amazon y le correspondía una cuarta parte de la empresa. Unos 57.000 millones de dólares. Y pensó: “¿Cómo puedo donar millones?” De una forma inusual. Directamente. Atraída por el trabajo de Giving USA 2021 escogió 116 organizaciones que trabajasen en nueve causas, incluido racismo, LGTBIQ+, cambio climático, salud pública… Y regaló 5.700 millones. Hoy, la cifra es más alta (8.600). Sin que hubiera ninguna petición. Sobre todo, a pequeñas organizaciones que quedan lejos de las grandes fundaciones. “Las donaciones” —sostuvo MacKenzie Scott en varias ocasiones— “se dan con total confianza y sin ningún tipo de condición”. En 2025, el 60% de los multimillonarios serán mujeres. La última esperanza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.