Los alquimistas de los microorganismos para alimentos

Con apenas 30 a?os reci¨¦n cumplidos, Javier Vi?a acumula una larga lista de trabajos como biotecn¨®logo. Tras estudiar en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y realizar un m¨¢ster en la Aut¨®noma de Barcelona, particip¨® en la creaci¨®n de una vacuna contra la leishmaniosis canina y ha pasado por varios laboratorios del sector alimentario. M¨¢s tarde debi¨® reinventarse en el mundo comercial, donde se adentr¨® en el campo de los l¨¢cteos. Ah¨ª descubri¨® que las empresas gastaban grandes cantidades de dinero en adquirir microorganismos para elaborar sus quesos, cuajadas o yogures. ¡°Me sorprendi¨® mucho¡±, dice Vi?a, quien empez¨® a buscar una soluci¨®n junto a su socio, Sergio Romero, de 35 a?os. ¡°Nos dimos cuenta de que nosotros sab¨ªamos producir esos microorganismos y, con el conocimiento que ya ten¨ªamos, cre¨ªmos que podr¨ªamos abaratar costes a las compa?¨ªas¡±, a?ade. As¨ª surgi¨® el germen de Cultiply, start-up que ambos dirigen desde abril de 2020 y con la que facturaron 400.000 euros el a?o pasado tras haber cruzado ya la frontera de los beneficios.

Romero y Vi?a han desarrollado una tecnolog¨ªa que permite cultivar y multiplicar de manera r¨¢pida y controlada los microorganismos que participan en todo tipo de procesos fermentativos. Desde los m¨¢s obvios, como pueden ser las levaduras necesarias en una bodega de vinos, hasta otros campos como el de los bioplaguicidas o biofertilizantes. Entre medias, productos como el vinagre, el chocolate, la aceituna de mesa o los productos c¨¢rnicos. ¡°Hay tantas aplicaciones como las que se quieran imaginar. Hasta la insulina para las personas diab¨¦ticas est¨¢ producida por fermentaci¨®n¡±, explica Vi?a, que junto a su socio recibi¨® el impulso del Programa Minerva, aceleradora de empresas tecnol¨®gicas respaldada por la Junta de Andaluc¨ªa y Vodafone. ¡°Con ese apoyo nos sentimos m¨¢s seguros para dar el paso adelante¡±, dice el joven sevillano, que aprovech¨® una oportunidad en primavera de 2020, en pleno confinamiento, para ubicar sus instalaciones en La Rinconada, municipio de 40.000 habitantes al norte de Sevilla.

Desde all¨ª Cultiply desarrolla dos l¨ªneas de negocio. La primera, proyectos de investigaci¨®n y desarrollo a la carta para clientes que necesitan hacer crecer y reproducir microorganismos para elaborar k¨¦fir, ayudar a que un cultivo absorba mejor el nitr¨®geno y producir prote¨ªnas que pueden ser alternativas a las c¨¢rnicas, entre otras muchas posibilidades. La segunda va un poco m¨¢s all¨¢, con el dise?o de un biorreactor ajustado a las necesidades de cada productor. Con esta tecnolog¨ªa en sus propias instalaciones, cada cliente puede manejar los par¨¢metros para el desarrollo de los microorganismos que utilicen sus procesos. La maquinaria controla desde el nivel de ox¨ªgeno al PH, los nutrientes o la temperatura. ¡°As¨ª cada cual se adue?a del proceso sin nuestra ayuda. Conseguimos que ya no dependan de grandes multinacionales¡±.